YTEC4
Desarrollo energético

Petróleo, tecnología y Nación

El gobierno anunció la creación de Y-TEC un emprendimiento de YPF y CONICET destinado a generar y aplicar conocimiento en la industria energética nacional. Gustavo Bianchi, director general de la empresa, destaca el rol que jugará la compañía para alcanzar el autoabastecimiento y convertir al país en referente mundial en la explotación de yacimientos no convencionales.

3 Jun 2013 POR

Entrevista a Gustavo Bianchi 1

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Entrevista a Gustavo Bianchi 2

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“Cuando Miguel (Galluccio, presidente de YPF) me comentó la idea, ni lo pensé, me metí de cabeza. Lo que pasa es que se trata de un desafío muy lindo. Muy lindo porque lo que consigamos se va a quedar acá, en el país”, dice con entusiasmo Gustavo Bianchi, director general de la flamante Y-TEC.

Bianchi es químico. Trabajó durante diez años en la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica) donde además se doctoró en Ciencias de los Materiales. Realizó un posdoc en la Universidad de Texas en Austin y luego volvió al país para trabajar en YPF hasta que Repsol se hizo cargo de la empresa. A partir de allí, ocupó distintos puestos en la industria y actuó como consultor de compañías nacionales y extranjeras.

Y-TEC es un emprendimiento originalísimo a nivel mundial dado que se trata de una compañía de investigación y desarrollo (I+D) formada en un 51% por YPF -una sociedad anónima con mayoría estatal- y en un 49% por CONICET, el organismo referente de la ciencia en el país. “Esta novedosa relación es clave ya que sin investigación básica no hay tecnología”, afirma Bianchi.

YPF transfirió a Y-TEC la totalidad de sus recursos humanos, equipos e infraestructura de investigación y desarrollo y canalizará en la nueva empresa todos sus requerimientos de I+D y servicios tecnológicos que demandará en esta nueva etapa.

El objetivo prioritario de Y-TEC es generar y aplicar conocimientos propios para la explotación de los yacimientos no convencionales del país. También trabajará en la generación de tecnologías propias para obtener una mayor producción en yacimientos convencionales maduros (upstream), para la optimización de procesos petroquímicos y generación de nuevos subproductos (downstream), y para el desarrollo de distintas energías renovables.

– Desde algunos sectores señalan que, dado que Estados Unidos y China ya empezaron a explotar petróleo no convencional no tiene sentido avanzar en desarrollos tecnológicos propios sino que deberíamos comprar y aplicar su tecnología ¿Cuál es su opinión?

– El tema es que no todos los yacimientos son iguales. En Estados Unidos, que es el país que tuvo la primera producción de shale oil y tight oil, esos yacimientos tienen un espesor de capa de entre 25 y 30 metros y nosotros tenemos entre 250 y 300 metros. No se pueden trasladar los conocimientos geofísicos o geomecánicos de los reservorios de Estados Unidos a la Argentina y, encima, los medios de perforación que existen en la actualidad no sirven para perforar este tipo de pozos que tienen presiones gigantescas. Faltan conocimientos, es necesario estudiar acabadamente el comportamiento geofísico y geomecánico de este tipo de yacimientos. Por eso, conocer nuestros reservorios nos va a posicionar en primera línea para explotar, el día de mañana, yacimientos en otros lugares del mundo. Una de las metas de Y-TEC es lograr que, así como Brasil es considerado uno de los líderes mundiales en yacimientos offshore, en aguas profundas, nosotros tenemos que convertirnos en líderes mundiales en el conocimiento, desarrollo y producción de hidrocarburos no convencionales.

– En los debates sobre hidrocarburos siempre aparece como un valor la soberanía energética y, en el caso de Y-TEC, aparece la asociación entre soberanía tecnológica y soberanía energética ¿Qué importancia le asigna usted a este tema?

– Es clave. En un país la gente tarda años en visualizar en qué afecta su vida cotidiana la tecnología. El país estuvo años sin inversión en ciencia y técnica. Así quedamos. Desde hace ocho o nueve años se retomó esa inversión, hay becarios para hacer doctorados, se creó el Ministerio de Ciencia. Eso hace que el sistema crezca. Pero los saltos, en esta etapa, son cuánticos: durante un tiempo estás como en una meseta hasta que pegás el salto y ahí el ciudadano común ve ese beneficio. Estamos en la etapa de maduración, a punto de ver ese salto cuántico porque hace 8 años que estamos invirtiendo y, generalmente, ese salto se da luego de diez años de acumulación. ¿Y cómo se produce? ¿Con empresas gigantescas del exterior? No, con las pymes. Y ese beneficio final lo recibe el ciudadano común.

– ¿Cómo se plantea la relación con CONICET?

– La idea es que Y-TEC funcione como una unidad de vinculación más. Los investigadores de CONICET pueden migrar de un lugar a otro, de la CNEA a la UBA, de Córdoba a La Plata. La idea es que ellos vean como un lugar atractivo a Y-TEC. ¿Por qué sería Y-TEC un lugar atractivo para un investigador? Porque cuenta con los instrumentos, el equipamiento y un ambiente adecuado para trabajar. También podrían ir a congresos o a cursos. Ya hay más de quince investigadores que están migrando hacia aquí. Y, a medida que el sistema se agrande, van a venir más.

– En Exactas, muchos de los alumnos no visualizan como salida laboral la posibilidad de insertarse en el sector productivo, ¿qué posibilidades laborales ve para quienes siguen estas carreras?

– Muchas, y te voy a decir por qué. La creación de Y-TEC viene de la mano con un predio de cinco hectáreas que hemos adquirido a la Universidad de La Plata. En ese predio se va a construir un edificio de 11 mil metros cuadrados. Esa va a ser la sede de Y-TEC. Allí van a trabajar 250 investigadores. El conjunto de líneas de investigación que estamos desarrollando incluye matemáticos, físicos, químicos, ingenieros de todas las ramas, geólogos, biólogos, biotecnólogos, bioquímicos. Vamos a trabajar con todas las universidades y los chicos van a empezar a mirar y a darse cuenta de que hay mucho trabajo para hacer. No sólo dentro de Y-TEC, sino también dentro de las universidades y de las pymes que van a empezar a buscar doctores para hacer sus desarrollos. Porque lo que queremos es una venta de productos nacionales de alta calidad. Esa es la meta. La fabricación de estos productos va a ser local a través de estas pymes  a las que les vamos a dar la tecnología. Porque esas pymes no pueden pagar todo el know how tecnológico requerido y, tanto el equipamiento como de personal, van a formar parte de la pyme. La pyme va a tener como ventaja un producto de calidad que va a vender a YPF, al resto de las compañías y al exterior. ¿Y qué obtiene Y-TEC? Un royalty de la venta de ese producto. Esa es la unión entre ciencia, tecnología e industria. Si esto avanza, y yo espero que se multiplique, pymes chicas podrán tener en su interior doctores que provengan de la Universidad.

Gustavo Bianchi, director general de Y-TEC. Foto: Diana Martinez Llaser

Gustavo Bianchi, director general de Y-TEC. Foto: Diana Martinez Llaser

– Las energías alternativas, ¿son visualizadas desde YTEC como ramas interesantes para encarar desarrollos tecnológicos?

– Sí, por supuesto. Ya hicimos un convenio con CONICET y la provincia de Chubut para desarrollar energía mareomotriz. Con una diferencia de mareas de doce o catorce metros, nuestra  capacidad de producir energía es fenomenal. La idea es hacer una planta piloto con una turbina reversible que pueda generar entre 300 kw y 500 kw, durante un año completo para poder medir factor de capacidad y eficiencia.  ¿Cuál es el principal desafío que tenemos? No afectar a la fauna marina. Por eso vamos a trabajar con biólogos marinos y oceanógrafos. Las ciencias se entrecruzan. No es que yo tengo que tener tipos que solo sepan de energía. No. Esta es la clave del proceso.

– ¿Y en cuanto a energía solar?

– Actualmente tenemos un subsidio de la Agencia para desarrollar energía solar. Estamos trabajando con la Universidad de Luján, y con el INTA para hacer mediciones de intensidad solar en el país. También queremos desarrollar paneles solares. En lo que hace al hidrógeno, estamos trabajando con la Universidad de La Plata, con el INIFTA, y con Miguel Laborde de la UBA, la idea es hacer pilas de combustible. Y, por otro lado, está el litio. Queremos reunir todo el conocimiento básico que hay sobre este tema en Argentina y hacer lo que llamamos un escaling up. La idea que tenemos con Fernando Tauber, el presidente de la UNLP es poder hacer, para el año que viene, un vehículo eléctrico impulsado con baterías de litio y ver si, en el futuro, el transporte público en La Plata se puede impulsar con este tipo de baterías.

– ¿Se podrán ver en el corto plazo algunos resultados del trabajo de Y-TEC?

– Sí, tenemos proyectos cortos que también involucran tecnología y es probable que para el año que viene ya tengamos resultados concretos. Repsol, en los doce años que estuvo al frente de la compañía, fue un desastre. Lo único que hizo fue sacar y sacar petróleo y nunca dio siquiera mantenimiento a los campos de petróleo. Por lo tanto, los campos están literalmente destruidos. Hay pozos que tienen problemas de corrosión y que, si hubiera que mejorarlos con tecnologías tradicionales, sería muy caro. Estamos buscando soluciones para eso. Y, si estos desarrollos que estamos llevando adelante con tecnologías que salieron de aquí, dan buenos resultados, el año que viene vamos a tener un impacto pronunciado en relación con la producción.

– En términos más globales, ¿en cuánto tiempo supone que esta iniciativa va a estar funcionando a pleno?

– Yo creo que en 2015 se alcanzará el máximo esplendor del proyecto. En ese momento, podrán verse los frutos del trabajo que estamos haciendo más los equipamientos que estamos comprando. La idea es que la mayoría de los consorcios, que las compañías de petróleo hacen generalmente con universidades canadienses o estadounidenses, se empiecen a hacer con nosotros.  Y que, a través de esos consorcios, nosotros podamos dar soluciones técnicas, no sólo a las compañías argentinas, sino también al resto de Latinoamérica. Hacia allí es adonde estamos apuntando.

– Proyectándonos en el tiempo, ¿con qué objetivos cumplidos se daría por satisfecho luego de cuatro o cinco años de trabajo en Y-TEC?

– Primero, habiendo desarrollado el conocimiento del yacimiento no convencional. Segundo, si logramos que muchos más jóvenes sigan carreras de las llamadas ciencias duras. Y tercero, que este maravilloso proyecto de Y-TEC se complete con su edificio propio y toda la gente trabajando en él. Eso es clave porque podemos ser referentes a nivel mundial o, por lo menos, latinoamericano ¿Por qué digo eso? Porque Petrobrás fundó CENPES (Centro de Investigación y Desarrollo de Petrobrás), que hoy en día es un centro de investigación de lujo, tomando la idea de los laboratorios de YPF que funcionaban en Florencia Varela. Pero nuestras políticas fueron malas y se cometió el gigantesco error de cerrar ese centro. Ahora, hace ocho años que empezamos de nuevo con la CNEA, con INVAP, con YPF. Argentina tiene la materia gris para desarrollar tecnología en todas las líneas para el bien de la sociedad. Si seguimos por este camino vamos a crecer y, estoy seguro, podremos ser, de nuevo, líderes en Latinoamérica en el área de ciencia y tecnología.