Nanotecnología y salud

Hasta el fondo del ojo

Un equipo de investigación logró avances significativos en el desarrollo de nuevos procedimientos contra enfermedades oculares. Se trata de nanogeles que, cargados con determinados compuestos, podrían ser útiles para tratamientos dirigidos a la retina mediante gotas oftálmicas.

19 Ago 2025 POR

De una u otra manera, es probable que alguna vez hayas oído hablar del ácido fólico. Por ejemplo, si alguna vez gestaste un bebé y tuviste la posibilidad de acceder a un servicio de salud para cuidar tu embarazo, deberían haberte indicado que tomes ácido fólico. Porque este compuesto, también conocido como vitamina B9, previene ciertas malformaciones que podrían darse durante el desarrollo del feto. Igualmente, se toman suplementos de ácido fólico para tratar ciertos tipos de anemia.

Por tratarse de una vitamina esencial para la producción de glóbulos rojos y para la síntesis del ADN, consumir alimentos con ácido fólico es importante y por eso en nuestro país hay una ley que obliga a que las harinas estén enriquecidas con este compuesto.

En lo que se refiere particularmente al sistema visual, la deficiencia de ácido fólico puede causar distintas enfermedades que afectan la retina y que, por lo tanto, llevan a la pérdida gradual de la visión.

En lo que se refiere particularmente al sistema visual, la deficiencia de ácido fólico puede causar distintas enfermedades que afectan la retina.

En el Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (IQUIBICEN), hay un grupo de investigación que trabaja desde hace varios años en el diseño y desarrollo de un “vehículo” que pueda encapsular sustancias y transportarlas hasta la retina, es decir, hasta el fondo del ojo.

Oscar Pérez. Fotografía: Luiza Cavalcante.

La idea es que pueda administrarse de manera local, como gotas oftálmicas. Porque, de esa manera, su disponibilidad en la retina sería mayor que si se administrara de manera oral. Pero, para eso, dicho vehículo debe poder atravesar la córnea, principal capa protectora del ojo.

En ese camino, construyeron nanopartículas (nanogeles los llaman) que tienen tamaños del orden de los nanómetros (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro) y que son capaces de encapsular sustancias.

De hecho, en el año 2020 NEXciencia daba a conocer los primeros pasos de esta línea de investigación en la que el grupo de científicas y científicos del Laboratorio Interdisciplinario de Dinámica Celular y Nanoherramientas del IQUIBICEN había logrado encapsular resveratrol, un antioxidante que podría ser útil para el tratamiento de una enfermedad degenerativa del ojo.

El grupo comprobó que el encapsulamiento con nanogeles protege al ácido fólico y, en ensayos con células de retina, observaron que mantiene su actividad biológica.

“Comprobamos que nuestros nanogeles no son tóxicos para las células del epitelio pigmentario de la retina y que no provocan reacción inflamatoria” informaba en aquel momento Oscar Pérez, investigador del CONICET y director del Laboratorio.

Era un tiempo en el que el grupo ya postulaba que estos nanogeles podrían ser una plataforma adecuada para administrar sustancias en gotas oftálmicas. Ahora, dos nuevos trabajos científicos dan cuenta de un avance significativo en ese sentido. Esta vez, el compuesto encapsulado fue el ácido fólico.

Más cerca del objetivo

Uno de los trabajos, publicado en el International Journal of Biological Macromolecules, describe el diseño de los nanogeles y muestra que no solo encapsulan eficientemente al ácido fólico sino que, además, lo protegen.

“Lo que más daña al ácido fólico es la luz, es muy fotosensible. Nosotros comprobamos que el encapsulamiento con nuestros nanogeles lo protege. De hecho, en ensayos con células de retina observamos que el ácido fólico mantiene su actividad biológica”, cuenta Oscar Pérez. “También, vimos que nuestros nanogeles ingresan a la célula de manera eficiente y tienen un tamaño adecuado para su aplicación ocular”.

La cuestión es que esos nanogeles viajen hasta la parte posterior del ojo, ese es el desafío. Para eso, primero había que ver si atravesaban la córnea.

El otro trabajo, publicado en la revista científica Pharmaceutics, agrega un experimento crucial para determinar si los nanogeles podrán ser útiles para tratamientos dirigidos a la retina mediante gotas oftálmicas.

“La cuestión es que esos nanogeles viajen hasta la parte posterior del ojo, ese es el desafío. Para eso, primero tenés que ver si atraviesan la córnea”, señala Pérez, y revela: “Trabajando con un modelo de córnea extirpada vimos que el nanogel con el fólico efectivamente atraviesan la córnea”.

En el mismo trabajo, los autores escriben que “Los estudios de liberación in vitro revelaron que los nanogeles con ácido fólico proporcionan un perfil de liberación más lento y sostenido en comparación con la vitamina libre, lo que podría dar lugar a efectos terapéuticos prolongados, reduciendo la necesidad de administraciones frecuentes”.

Y concluyen: “En conjunto, estos hallazgos subrayan el potencial del nanogel cargado con ácido fólico como un sistema de liberación controlada que mejoraría la eficacia terapéutica, optimizaría la administración ocular de fármacos y respaldaría el desarrollo de tratamientos innovadores para las enfermedades oftálmicas”.

Finalmente, un asunto que valdría la pena remarcar es que el material principal con el que se fabrican los nanogeles es el quitosano, un compuesto que forma parte del esqueleto de los crustáceos y que es provisto por el INTI de Mar del Plata a partir del tratamiento de los residuos generados por el procesamiento del langostino. Esto lo hace un recurso muy barato y sostenible.

El equipo

Sebastián Bruno, Sofia Martinez, Camila Costa Gobbato, Daniela Quinteros, Cecilia Samaniego López, Alejandra Rubinstein, Sergio Nemirovsky, Marcela Moretton, Diego Chiappetta, Agustina Alaimo, y Oscar Pérez.