Pasados por agua
Dos informes elaborados por expertas y expertos de diferentes instituciones prevén un verano con abundantes precipitaciones en buena parte del país, incluida la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. La buena noticia es que no se pronostican olas de calor tan severas como las sufridas en los últimos años. Incluso las noches serían más frescas que las habituales para esta época. Por otro lado, hay riesgo de sequía y mucho calor en el noroeste, y de inundaciones en el Litoral.
Ya desde antes del invierno prácticamente todos los modelos climáticos coincidían en que estaban dadas las condiciones para que se desplegara una nueva fase del fenómeno del Niño en la región y que se extendería por lo menos hasta fin de año. Así ocurrió, y como suele pasar, bajo los efectos del Niño, en nuestro país los inviernos suelen ser menos fríos y las primaveras más lluviosas. De esta manera fue acertadamente previsto en el informe trimestral de septiembre, octubre y noviembre. “La señal del Niño es bastante fuerte, eso te da un marco de referencia importante. Pero sí, la verificación nos dio muy bien. El acierto del perfil que pronosticamos fue del 84 por ciento”, dice con satisfacción Matilde Rusticucci, investigadora del CONICET y profesora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Y agrega: “Nosotros previmos el aumento de las lluvias desde mediados de año, después de una sequía muy importante. Ahora tenemos un exceso de precipitaciones, llueve cada dos días. Bueno, ¿querían agua? ¡Acá la tienen!”, bromea.
Ahora, se podría decir que las previsiones para la temporada estival incluyen –como tantos chistes– dos noticias, una buena y una mala. La mala, por lo menos para quienes viven en el AMBA, es que habrá abundantes lluvias en buena parte del país durante todo el verano. Pero la buena, es que no se esperan olas de calor tan extremas como las sufridas en los últimos años.
“Este verano va a venir con temperaturas mínimas frías en casi todo el país. O sea, vamos a tener esas noches frescas que estuvimos extrañando los últimos años”.
En concreto, de acuerdo con el pronóstico climático trimestral desarrollado por un amplio grupo de profesionales de diversas instituciones (ver recuadro) se prevé, para los próximos tres meses, una mayor probabilidad de temperaturas medias superiores a las normales para la región Noroeste (con mayor probabilidad) y Norte. En tanto que para la región de Cuyo y hacia el oeste y sur de Patagonia se esperan temperaturas de normales a superiores a las normales. Mientras que en la región del Litoral, este de Buenos Aires y este de Patagonia se pronostican valores normales.
Sobre este escenario, otro pronóstico de índices extremos de temperatura confeccionado por Soledad Collazo, desde el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de Exactas UBA, agrega a estas previsiones una mayor ocurrencia de extremos cálidos para buena parte del oeste, noroeste y norte del país, incluyendo las provincias de Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta, Jujuy, Tucumán, Formosa, Chaco y el norte de Santiago del Estero. Por otro lado, el mismo trabajo prevé una menor ocurrencia de extremos cálidos de la temperatura máxima para todas las provincias del Litoral, centro y este de Buenos Aires y este de Santa Fe.
Un dato llamativo que prevé este mismo informe es que, para casi todo el centro y norte del país, con las únicas excepciones de las provincias de Misiones, Formosa, Chaco y el norte de Corrientes, se pronostica una mayor ocurrencia de extremos fríos de la temperatura mínima de la época.
“Lo que el pronóstico de temperaturas extremas nos está diciendo es que en el este del país no se esperan olas de calor intensas, porque las temperaturas máximas es muy probable que no superen el percentil 90. Es decir que si ocurren olas de calor no van a ser tan intensas ni duraderas como las que tuvimos el año pasado. Eso sí puede ocurrir en el Noroeste, donde van a tener temperaturas muy altas, tanto en valores de temperatura medios como máximos”, afirma Rusticucci. Y agrega: “Otra cosa importante a destacar, es que este verano va a venir con temperaturas mínimas frías en casi todo el país. O sea, vamos a tener esas noches frescas que estuvimos extrañando, porque hace bastante que no teníamos este tipo veranos. Por eso recomiendo dejar a mano algún saquito. Vamos a necesitar algún abriguito para la noche”, recomienda con buen humor.
El pronóstico indica que habrá exceso de lluvias, sobre todo en el este del país, en la zona de la Mesopotamia, incluidas Santa Fe y el norte de Buenos Aires.
En relación con las precipitaciones, luego de la intensa sequía que afectó a nuestro país a lo largo de gran parte de este año, y que recién se empezó a revertir ya entrada la primavera, el informe para este verano pronostica una mayor probabilidad de lluvias superiores a las normales sobre la región del Litoral (con mayor probabilidad), región Norte, Córdoba, oeste de Santa Fe, este de San Luis, este de La Pampa y Buenos Aires. De normal a superior a la normal para la región de Cuyo. Normales para el este de la Patagonia. De normal a inferior a lo normal en las provincias del Noroeste y oeste de la Patagonia. Mientras que se pronostican por debajo de lo normal para el sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
“Para este verano, el pronóstico indica que vamos a tener exceso de lluvias, sobre todo en el este del país, en la zona de la Mesopotamia, incluidas Santa Fe y el norte de Buenos Aires. En esas regiones se esperan valores bastante más altos que el promedio y como los ríos ya se encuentran cargados con mucha agua es alta la probabilidad de que se produzcan inundaciones”, anticipa Rusticucci, y completa: “Por otro lado, los productores agropecuarios van a estar contentos porque habrá buenas lluvias en la región pampeana”.
Por otro lado, en términos globales, aunque todavía el año no ha terminado, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea, la temperatura media mundial del aire en la superficie en octubre fue 1,7 grados Celsius más alta que en el mismo mes durante el período 1850-1900, definido como la era preindustrial. De esta manera, 2023 se convertiría en el año más cálido de la historia. “Esta información está cerca de confirmarse. En general, el valor promedio anual está muy dominado por lo que ocurre en los meses de verano en el hemisferio norte y justamente, en 2023, el trimestre junio, julio y agosto fue el período más cálido desde que existen mediciones”, cuenta la climatóloga y añade con preocupación: “No solo eso, es muy probable que 2023 sea el año más cálido de los últimos 125 mil años en la Tierra”.
En ese sentido, Rusticucci guarda buenas expectativas acerca de las decisiones que puedan tomarse en la COP 28, la cumbre sobre cambio climático organizada por la ONU que se está desarrollando por estos días en Dubai. “Yo siempre tengo esperanzas. Es cierto que de las últimas reuniones no surgieron grandes soluciones, pero el tiempo para tomar decisiones se va acortando. Lo que está claro, es que están todos avisados, nadie puede decir que no sabe lo que se puede venir. Espero que en esta oportunidad se tomen las decisiones necesarias para mejorar la vida en el planeta”.
Todas las instituciones
El pronóstico trimestral es elaborado por profesionales del Servicio Meteorológico Nacional (SMN); del Instituto Nacional del Agua (INA), de la Cátedra de Climatología Agrícola de la Facultad de Agronomía (UBA); del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO UBA); personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); de la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC); del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET); de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH), y de la Comisión Regional del Río Bermejo (COREBE).