Pronóstico para el invierno

Tibio, tibio

Dos informes elaborados por expertos y expertas de diferentes instituciones prevén un invierno con temperaturas medias más altas que las normales y menos días muy fríos para la mayor parte de centro y norte de la Argentina incluida la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. También pronostican lluvias un poco más abundantes que las habituales pero que no serán suficientes para revertir el déficit de precipitaciones que sufre nuestro país.

6 Jul 2023 POR

Luego de vivir un verano infernal, llegó un otoño con temperaturas superiores a las normales tal como había sido previsto por los climatólogos. “La verificación nos dio muy bien. El acierto del perfil que pronosticamos fue del 64 por ciento”, dice con satisfacción Matilde Rusticucci, investigadora del CONICET y profesora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Ahora para los próximos meses, el calorcito parece que sigue resistiendo y, para este invierno que recién comienza, se anticipa una tendencia con mayoría de días más calurosos que los habituales para esta etapa del año.

En concreto, de acuerdo con el pronóstico climático trimestral desarrollado por un amplio grupo de profesionales de diversas instituciones (ver recuadro) se prevé, para los próximos tres meses, una mayor probabilidad de temperaturas medias superiores a las normales para la región NOA, Cuyo, el litoral y el este de la Provincia de Buenos Aires, incluida la Ciudad. En tanto, para Córdoba, el oeste de Buenos Aires, La Pampa y oeste de Santa Fe, se esperan temperaturas de normales a superiores a las normales. Solamente para el sur de la Patagonia (sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego), se baraja la posibilidad de temperaturas más bajas que las normales.

Sobre este escenario, otro pronóstico de índices extremos de temperatura confeccionado por Soledad Collazo, desde el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, refuerza estas previsiones al vaticinar una mayor ocurrencia de extremos cálidos para casi todo el país con excepción del sur de la provincia de Mendoza y sur de la Provincia de Buenos Aires. Por otro lado, el mismo trabajo prevé una menor ocurrencia de extremos fríos de la temperatura mínima en casi todo el país, salvo para Chaco, Formosa, Corrientes, y noroeste de Buenos Aires.

Matilde Rusticucci. Foto: Diana Martinez Llaser

“Seguimos con un pronóstico que prevé temperaturas más altas que las habituales para la mayor parte del país. En particular, hay probabilidades de que se den máximas mucho más cálidas, o sea, extremas. Y también las mínimas van a ser más cálidas en casi todo el país”, anticipa Rusticucci.

En relación con las precipitaciones, luego de un verano extremadamente seco debido a los efectos producidos por la Niña, el pasaje a una fase neutra generó un aumento de las precipitaciones durante el otoño que no logró revertir el déficit de agua. “Los registros indican para marzo y abril precipitaciones debajo de lo normal. En mayo llovió más, pero junio volvió a ser seco. Entonces, seguimos en Buenos Aires con un déficit de precipitaciones importantísimo. A esta altura del año tendrían que haber caído unos 1.200 mm y estamos en apenas 600 mm, la mitad de lo que deberíamos tener”.

El informe para este invierno pronostica una mayor probabilidad de lluvias superiores a las normales sobre el norte del Litoral, este de Buenos Aires (incluida la Ciudad) y oeste de la Patagonia.

Mientras que la probabilidad de que sean normales o superiores a las normales se prevé para el sur del Litoral, oeste de Buenos Aires, La Pampa, sur de Cuyo y este de Patagonia.

Un elemento clave a tener en cuenta para lo que resta del año es que, de acuerdo con la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) el 8 de junio pasado comenzó una fase Niño en el Océano Pacífico. “Sí, el Niño ya se inició -confirma Rusticucci-. Habitualmente, bajo el efecto del Niño, en nuestra región suelen darse inviernos más bien cálidos y primaveras lluviosas. Principalmente en el centro norte de nuestro país”.

Si bien la fase Niño ya empezó, sus efectos no se harían sentir demasiado durante el invierno sino que impactarían fuertemente durante la primavera. “Si tomamos el conjunto de las proyecciones basadas en modelos, encontramos que este año podemos tener un Niño intenso. Eso implica que podemos esperar mucha lluvia durante la primavera, particularmente a partir del mes de octubre o de noviembre”, adelanta Rusticcuci y advierte: “Tenemos que tener en cuenta que las grandes inundaciones del río Paraná generalmente ocurren bajo los efectos de un fenómeno Niño”.

En ese sentido, un reciente informe de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, señaló que el advenimiento del Niño podría provocar lluvias excesivas en nuestro país hacia fin de año. “Aunque la lluvia supondrá un gran alivio para los agricultores de la Argentina y el Cercano Oriente asiático, El Niño también puede desencadenar inundaciones graves que podrían perjudicar a la agricultura y elevar el riesgo de enfermedades”, observa el trabajo.

 

Todas las instituciones

El pronóstico trimestral es elaborado por profesionales del Servicio Meteorológico Nacional (SMN); del Instituto Nacional del Agua (INA); de la Cátedra de Climatología Agrícola de la Facultad de Agronomía (UBA); del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO UBA); personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); de la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC); del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET); de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH), y de la Comisión Regional del Río Bermejo (COREBE).