

Los terribles cascarudos que hemos visto en la serie El Eternauta fueron diseñados siguiendo conceptos científicos sobre fisiología de insectos. El biólogo Gabriel Manrique fue quien asesoró a la producción. En esta nota, el investigador cuenta su relación con el cine y cómo un científico que estudia vinchucas puede aportar sus conocimientos a la industria cultural.