Pronóstico climático trimestral

Una primavera amable

Dos trabajos elaborados por diferentes instituciones pronostican una primavera con temperaturas levemente más altas que las habituales, sin extremos cálidos ni fríos para buena parte del país, incluyendo la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires. Por otro lado, para Buenos Aires y el Litoral se prevén precipitaciones normales para la época. Mientras tanto, Europa va saliendo de otro verano agobiante que volvió a batir récords.

4 Sep 2025 POR

Ya pasó otro invierno meteorológico que no será recordado en nuestra región como demasiado frío -a pesar del ingreso de vientos polares en un par de ocasiones-, pero sí como bastante húmedo y con algunas lluvias intensas que terminaron por inundar algunas zonas de la Pampa Húmeda y el Litoral. Todo bastante parecido a lo que se había pronósticado. “Sí, los pronósticos nos dieron bastante bien, a pesar de que no estamos en una etapa bajo la influencia del Niño, ni de la Niña. Y vos sabés que en esas ocasiones las previsiones son más difíciles de hacer porque al no haber un factor tan dominante los cálculos se vuelven menos confiables. Pero estuvo bastante bien”, afirma con cierta satisfacción Matilde Rusticucci, investigadora del CONICET y profesora emérita del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

En relación con el futuro próximo, el pronóstico climático trimestral desarrollado por un amplio grupo de profesionales de diversas instituciones (ver recuadro) prevé para los meses de septiembre, octubre y noviembre una mayor probabilidad de temperaturas medias superiores a las normales sobre el centro y norte de Patagonia, La Pampa y oeste de Buenos Aires. En tanto que, para la región de Cuyo, Córdoba, sur del Litoral, este de Buenos Aires y sur de Patagonia se esperan registros entre normales o superiores a los habituales para esta época del año. Por otro lado, se vaticinan temperaturas promedio normales para el norte del país, incluyendo a las provincias del NOA, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, norte de Santa Fe, Corrientes y Misiones.

Sobre este escenario, otro pronóstico de índices extremos de temperatura confeccionado por Soledad Collazo, desde el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de Exactas UBA, señala que habrá una mayor ocurrencia de extremos fríos de la temperatura mínima principalmente en el NOA y Formosa. Mientras que tenderá a haber una menor ocurrencia de extremos fríos de la temperatura mínima en el resto de la región de estudio, es decir, para toda la franja central del país, desde Cuyo, pasando por Córdoba y La Pampa, hasta el Litoral y las costas bonaerenses. Por otro lado, este informe también prevé, una menor ocurrencia de extremos cálidos de temperatura máxima para todo el centro y norte del país.

“Como viene sucediendo casi siempre volvemos a esperar temperaturas un poco superiores a las normales para la primavera. Cuando decimos normales, estamos tomando como referencia al promedio de temperaturas de los últimos 30 años. Esto por supuesto está relacionado con el calentamiento que viene sufriendo el clima a nivel global”, comenta Rusticucci y agrega: “Y salvo para algunas regiones del norte, tampoco se esperan para los próximos meses ni mínimas muy bajas, ni máximas muy altas”.

Matilde Rusticucci. Fotografía: Diana Martinez Llaser.

En relación con las precipitaciones, el informe pronostica lluvias, entre normales y superiores a lo normal para la región del NOA y Cuyo. Normales para la región del Litoral, Provincia de Buenos Aires y La Pampa. En tanto que para toda la región patagónica se esperan precipitaciones entre normales y por debajo de lo normal. Por último, para la región centro norte que abarca la región de Córdoba, Santiago del Estero, este de Santa Fe, Chaco y Formosa y oeste de Salta, el trabajo señala que, en esta oportunidad, no hay una categoría que tenga mayor probabilidad de ocurrencia, es decir, no hay un pronóstico certero para la zona, y recomienda considerar la información estadística del trimestre.

Es importante tener en cuenta que la primavera es una época del año naturalmente más lluviosa que el invierno y que estamos ingresando a esa estación con amplias regiones de la zona núcleo que ya están inundadas cómo consecuencia de las precipitaciones caídas en las últimas semanas. “Es que llovió de manera bastante intensa en zonas donde ya había llovido unos 10 o 15 días atrás. Es lógico que se hayan inundado porque no existen las obras necesarias para contrarrestar estas contingencias”, explica Rusticucci y sigue: “Todavía puede caer más agua esta semana y la que viene. Habrá que estar atentos a lo que ocurra allí”.

Un dato a tener en cuenta es que las alternativas climáticas de este año se vienen desarrollando sin la presencia del fenómeno de El Niño, que tanta influencia ejerce sobre el tiempo en nuestra región. Aparentemente, el escenario seguiría de la misma manera. “Probabilidades de que surja un Niño no hay. Hay alguna posibilidad de que aparezca una Niña suave. Pero lo más probable es que la situación siga como hasta ahora en una fase neutral”, señala Rusticucci.

Por otro lado, lejos de estas tierras, en el hemisferio norte, Europa acaba de atravesar un verano infernal con récords de temperatura, extensas olas de calor y vastas regiones azotadas por incendios. España, por ejemplo, vivió el verano más tórrido jamás registrado, con una temperatura media de 26,7 °C, superando la marca de 2022 que había llegado a 26,6 °C. Pero para dar una real dimensión de lo vivido este año, es clave subrayar que la temperatura registrada se ubica 2,1°C por encima del promedio de referencia actual que va de 1991 hasta 2020.

Pero España no es el único caso, el Reino Unido acaba de anunciar que el de 2025 fue el verano más caluroso en la historia del país desde que comenzaron los registros en 1884. Con una temperatura media de 16,1 grados entre el 1º de junio y el 31 de agosto, este verano británico superó el anterior récord de 15,76 grados, documentado en 2018. El Servicio Meteorológico de ese país señaló que “un verano tan cálido como el de 2025, o incluso más, es ahora 70 veces más probable que en un clima sin emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el ser humano”.

“Sí, Europa sigue batiendo récords y con cientos de muertes causadas por las temperaturas extremas”, comenta Rusticucci y explica: “El cambio climático obviamente implica el aumento de la temperatura en el planeta, pero no solo aumenta la temperatura, también se modifican los patrones de circulación de aire a nivel global. En particular, en el Mediterráneo hay menos viento debido al corrimiento del anticiclón del Atlántico Norte. Al haber menos viento se enfría menos el agua y se calienta más la superficie del mar. Entonces, el Mediterráneo se constituye en una fuente de calor importante. Se trata de un fenómeno realmente significativo. Esta es una de las causas por las que España está sufriendo estas temperaturas tan altas”.

Asimismo, la climatóloga precisa que estas marcas no constituyen hechos aislados sino que se inscriben en el marco de un proceso de largo plazo que sigue una dirección claramente determinada. “Más allá de que un año en particular pueda superar al pasado por unas décimas de grados de diferencia, cuando promediás la temperatura en plazos más largos te das cuenta de que los últimos diez años son más calientes que los diez anteriores, y que a su vez éstos fueron más calientes que los diez anteriores y así sucesivamente. Siempre los últimos 10 años son los más cálidos del registro. Sí, la situación es terrible”, se lamenta Rusticucci.

 

Todas las instituciones

El pronóstico trimestral es elaborado por profesionales del Servicio Meteorológico Nacional (SMN); del Instituto Nacional del Agua (INA), de la Cátedra de Climatología Agrícola de la Facultad de Agronomía (UBA); del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO UBA); personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); de la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC); del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET); de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH), y de la Comisión Regional del Río Bermejo (COREBE).