

La restauración de la biodiversidad muchas veces implica llevar especies animales de una zona a otra. Sin embargo, esos movimientos también podrían trasladar patógenos que afectarían a todo el sistema, incluidos los humanos. Por eso, los análisis de riesgo de enfermedad son esenciales antes de llevarlos a cabo. Un equipo interdisciplinario elaboró un trabajo de estas características por primera vez en el país, evaluando el riesgo de translocar una especie de ciervo desde un parque nacional a otro.