Vista aerea de una plaza
Biodiversidad

Más que el espacio verde

Un estudio efectuado en parques y plazas de la Ciudad de Buenos Aires muestra que las áreas sin césped son importantes para algunos de nuestros pájaros.

10 Jun 2025 POR

Llegan volando desde la periferia -de las zonas agrícolas y los bosques semi abiertos de la región pampeana o del delta- y se amontonan en el área urbana. La ciudad las atrae con su oferta de alimento en abundancia debida a la actividad humana. En la urbe, los parques y las plazas son los sitios donde se juntan en su diversidad las decenas de especies de aves que habitan la ciudad de Buenos Aires.

En esos espacios que en los mapas están pintados de verde no todo es verde. Hay césped, sí. Pero también hay suelo desnudo, caminos de polvo de ladrillo, superficies de concreto, areneros, y áreas de ejercicios y de juegos.

“Dado que, en las ciudades, los parques urbanos son sitios importantes de biodiversidad, conocer cómo las aves usan y seleccionan los distintos componentes de ese hábitat es fundamental para la conservación de esas aves”, explica Lucas Leveau, investigador del CONICET en el Departamento de Ecología, Genética y Evolución de Exactas UBA. “En este caso me enfoqué en registrar en dónde comen las aves”, señala.

Según los resultados del estudio, casi ocho mil registros efectuados muestran que las especies más observadas fueron el Zorzal Colorado, la Torcaza y el Hornero.

Fue así que durante los meses de verano Leveau visitó, en tres oportunidades, 16 parques y plazas de la Ciudad de Buenos Aires. En esos sitios, cuya superficie iba desde unos cientos de metros cuadrados hasta más de 10 hectáreas, registró el comportamiento alimenticio de 38 especies de pájaros.

Según los resultados del estudio, publicado en la revista científica Animals, casi ocho mil registros efectuados muestran que las especies más observadas fueron el Zorzal Colorado, la Torcaza y el Hornero.

“Uno de los aspectos más relevantes de este trabajo es que mostró que la mayoría de las especies observadas son especies que comen en el suelo, mientras que son relativamente pocas las especies de aves de nuestros parques que se alimentan en los árboles, en los arbustos o en el aire”, consigna Leveau.

Lucas Leveau. Foto Diana Martinez Llaser

Según el investigador, este resultado obedecería a las características de la región que circunda el Área Metropolitana de Buenos Aires, que es de donde vinieron estos pájaros: “Son bosques semi abiertos y arboledas en medio de áreas abiertas en donde la mayoría de las especies de aves eligen anidar en los árboles y alimentarse del suelo. Por lo cual, este resultado era esperado”.

Lo que no era tan esperado fue lo que encontró cuando hizo el análisis del tipo de suelo que seleccionaban las aves para buscar su alimento.

Uso y selección

Si nos sentamos en el banco de una plaza y nos detenemos a observar el comportamiento de los pájaros que andan dando vueltas por el suelo -muy probablemente buscando alimento- veremos que algunos caminan por el césped, otros por la tierra desnuda, otros por el cemento. ¿Están seleccionando el tipo de suelo en el que buscan su comida o, simplemente, hacen uso del suelo que hay disponible?

Leveau distinguió el concepto de “uso” del de “selección” mediante el criterio de que un ave selecciona un tipo de suelo para alimentarse cuando está haciendo un uso mayor del que sería esperable para la disponibilidad que hay de ese tipo de suelo.

Uno de los aspectos más relevantes de este trabajo es que mostró que la mayoría de las especies observadas son especies que comen en el suelo.

Y para determinar en cada caso si había uso o selección, además de observar dónde comían las aves tuvo que medir superficies y aplicar análisis estadísticos.

“Como era esperable, varias especies seleccionaron las áreas con césped para alimentarse. También, hay especies que seleccionaron tanto el césped como el suelo desnudo”, cuenta Leveau. “Curiosamente, algunas especies solo seleccionaron el suelo desnudo. Entre ellas, el Hornero, la Torcaza y el Chingolo”.

Para el investigador, este último resultado podría deberse a dos motivos: “Por un lado, el principal alimento del que se nutren estas especies, que son las semillas y los invertebrados, es más visible en el suelo desnudo. Por otro lado, dado que el dorso de estos animales es de un color muy similar al del suelo desnudo, ese tipo de terreno les estaría brindando un camuflaje que los hace menos visibles desde arriba para predadores como las aves rapaces”.

Tras comentar que hay muy pocos trabajos sobre aves que se alimentan en el suelo en los parques urbanos –“la mayoría de los trabajos están enfocados en las especies que se alimentan en los árboles”, acota-, Leveau subraya: “Este trabajo resalta la importancia de tener una variedad de sustratos en los parques o, al menos, que sustratos con césped y sustratos con suelo desnudo son importantes, porque las diferentes especies los seleccionan”.