En vías de extinción
Con datos recolectados a octubre de 2025, un conjunto de informes señalan que el proceso de asfixia sobre el sector científico tecnológico nacional ejecutado por la administración libertaria no se detiene. A 22 meses de su asunción, el presupuesto del área se desmoronó en un 44%, los salarios retrocedieron un 37% y el sistema perdió más de 5 mil empleos. En el ámbito universitario la degradación es similar y el gobierno sigue negándose a cumplir con la ley de financiamiento que está en vigencia.
Más de dos años atrás, durante la campaña hacia los comicios presidenciales de 2023, el entonces candidato, Javier Milei, recorría los programas de televisión y en uno de ellos, frente a un pizarrón que mostraba el organigrama del Estado nacional, el libertario arrancaba de allí el papel que decía: “CONICET”, mientras gritaba: “¡Afuera!”, haciendo las delicias del conductor. Con ese gesto ampuloso, el libertario daba cuenta de los organismos que según su ideología el Estado no debía sostener con recursos públicos. En ese momento, muchas personas consideraban que sólo se trataba de un “acting” televisivo pero que si llegaba a ocupar la Presidencia de la Nación “no lo iba a hacer”.
Hoy en día, a poco de cumplir dos años la administración libertaria, aquello que parecía una fantasía se ha convertido en la más cruda realidad. El plan sistemático de destrucción del sector científico tecnológico nacional se viene cumpliendo con una persistencia y meticulosidad digna de mejores causas. Y los datos así lo confirman.
Un conjunto de informes elaborados por el Grupo EPC (Economía, Política y Ciencia), publicados recientemente, con información actualizada al mes de octubre de este año, dan cuenta del profundo deterioro que afecta al sistema de CyT tanto a nivel presupuestario, salarial y de recursos humanos.
De acuerdo con el trabajo, los recursos de la Función CyT se deterioraron un 19,7% en 2025, considerando el crédito vigente (CV) y la pauta de ejecución durante los diez primeros meses del año, lo que se añade a una caída del 30,2% en 2024. De esta manera, en los últimos dos años se acumula un retroceso del 44% real y el desplome se agudiza hasta un 52,5% en relación con el año 2015.
La gravedad de la situación cobra su real dimensión al observar la evolución de la relación de la Función CyT con el PBI. Allí se indica que en 2025 ese guarismo desciende hasta un 0,164%, lo que implica un mínimo absoluto en la serie histórica, aún por debajo del 0,177% del 2002. Si tenemos en cuenta que en 2023, se había alcanzado el 0,30% del producto, la caída en el último bienio alcanza el -45,3% en su incidencia sobre el PBI. Este descenso representa un ajuste mucho mayor al realizado por el macrismo entre 2015 y 2019 cuando el derrumbe fue del -35,3%.
Posteriormente el documento analiza la situación de los organismos que integran el sistema nacional de CyT (OCTs) para afirmar que continúa consolidándose el panorama de ajuste transversal en el sector, afectando a casi todos los organismos, cuyo financiamiento decae notablemente cuando se mide su ejecución en 2025 con el nivel que tenían en 2023. De hecho, la ejecución acumulada a octubre 2025 presenta siete OCTs con caídas reales superiores al 20% respecto de igual período de 2024.
La única excepción relevante a esta declinación sistémica es la CONAE, organismo que tras caer un 13,4% en 2024, recupera en términos reales su crédito ejecutado en un 40,8% en el acumulado a octubre 2025, totalizando un incremento real del 21,9% en el bienio.
En cambio, en el caso del CONICET y el INTA, los dos organismos más grandes del sistema, ambos se desplomaron durante 2024 un 17,7% y 20,0% respectivamente, y continúan declinando en torno al 17,3% y 20,6% respectivamente durante 2025, para totalizar caídas de ejecución que rondan el 32% real en el primer caso y el 36% en el segundo.
En el caso del CONICET y el INTA, los dos organismos más grandes del sistema, totalizan una caída en sus recursos, en el bienio, del 32% real en el primer caso y el 36% en el segundo.
La CNEA, el tercer organismo en volumen del sistema, sufrió un ajuste severo del 26,8% en 2024 y continúa cayendo otros 22,9% en 2025, totalizando un deterioro de 43,6 puntos reales en dos años.
Por su parte, el INTI declinó un 10,8% durante 2024, y es uno de los que más cae en 2025, un 43,3% hasta el mes de octubre, lo que completa un derrumbe del 49,4% en el bienio.
A las puertas de la pobreza
Durante octubre de este año -mes en que se llevaron a cabo las elecciones nacionales y una parte importante de la ciudadanía ratificó su confianza en el gobierno nacional-, los salarios del sector continuaron retrocediendo al resignar un 1,2% de su poder adquisitivo respecto del mes anterior. Este recorte es producto de un incremento nominal del 1,1% de los ingresos contra un Índice de Precios al Consumidor calculado por el INDEC que se incrementó un 2,3%.
En el acumulado de 23 meses de la nueva gestión los salarios CIC-CPA (investigadores y personal de apoyo) y las becas de CONICET llevan perdidos 37,1 puntos, mientras que las remuneraciones de docentes investigadores en universidades nacionales se retraen un 30,6% en términos reales. Si la comparación se hace respecto de diciembre de 2015, los salarios universitarios llevan perdido un 37,7% en 9 años y 19 meses, mientras que los sueldos CIC-CPA se han retraído un 36,3% en el mismo lapso.
En concreto, desde la asunción del gobierno libertario, el Índice de Precios al Consumidor medido por el INDEC tuvo una variación de 241,0%. En tanto que los salarios de los docentes e investigadores de universidades lo hicieron un 136,8% y los de los distintos agrupamientos del CONICET (CIC, CPA y Becas) se incrementaron 114,5%. Esto quiere decir que ambos agrupamientos vienen corriendo de atrás a la inflación y pierden 104,2 puntos en el primer caso y 126,5 puntos en el segundo.
Los investigadores del EPC también presentaron otra manera de analizar el deterioro del poder adquisitivo de los ingresos que consiste en comparar los salarios con el valor de la canasta básica total del INDEC para un hogar tipo 2 (compuesto por 4 personas, dos adultos y dos menores). Desde este punto de vista, los sueldos del CONICET han pasado de representar 1,72 del valor total de esa canasta en noviembre del 2023, a 1,18 en octubre del 2025. En el caso de los salarios de universidades nacionales esa equivalencia paso de 1,45 a 1,10 en el mismo período. Cabe señalar que los trabajadores de la administración pública nacional ya se encuentran debajo de la línea de la pobreza, dado que sus salarios ya se encuentran por debajo del valor de esa canasta (0,92 en octubre 2025).
Los salarios de las universidades han pasado de representar 1,45 del valor total de la canasta básica del INDEC en noviembre del 2023, a 1,10 en octubre del 2025.
Investigadores e investigadoras: ¡Afuera!
En relación con la evolución del empleo público en el sistema de CyT, el informe muestra una importante retracción durante los 22 meses del gobierno de Milei. La cantidad total de trabajadores y trabajadoras del sistema, incluyendo los tres agrupamientos más numerosos (empleados en organismos de la administración pública, personal de empresas y sociedades del sector público nacional y docentes con dedicación exclusiva en universidades nacionales), pasó de 75.057 en diciembre del 2023 a 69.914 en septiembre del 2025, es decir una destrucción neta de 5.143 empleos, lo que implica una caída del -6,9%.
De esa pérdida total de puestos laborales, 4.481 lugares se han destruido en el ámbito de los organismos de CyT. Casi el 43% de esa disminución le corresponde al CONICET, que totaliza una caída total de 1.912 empleos (1016 entre investigadores, personal de apoyo y administrativos SINEP y 896 en becas de posgrado). En todo el resto de estos organismos el trabajo continúa en declive, destacándose la destrucción de empleo en el INTI (-781), el INTA (-654), la Secretaría de ICT (-242), CNEA (-211), SMN (-164) y ANLIS (-157).
Por otro lado, en el ámbito de las empresas y sociedades del sector público nacional también se observa una significativa y continua declinación en el empleo registrado entre diciembre 2023 y septiembre 2025. En este caso, el ranking de la pérdida de empleo lo encabeza la operadora de las centrales nucleares NASA (-221) que sufrió una acelerada reducción de personal en los últimos meses. La sigue muy de cerca FADEA (-220) que vive un continu descenso, al igual que la empresa satelital ARSAT (-124). Luego viene la empresa de servicios y desarrollos tecnológicos para la actividad espacial VENG (-80) y Dioxitek (-58), compañía que produce insumos esenciales para el sector nuclear.
Para sostener este ajuste salvaje sobre los recursos humanos -el activo más valioso y más difícil de reemplazar con que cuenta el sistema de CyT-, distintos funcionarios del gobierno argumentan que el sector se encuentra sobredimensionado. Sin embargo, cualquier comparación internacional muestra que en Argentina la densidad de investigadores en relación con el total de la población es sumamente baja comparada con lo que ocurre en los países desarrollados. Así, el trabajo recurre a datos de la OCDE para señalar que mientras en Argentina esa variable da 3 científicos cada mil habitantes de PEA (población económicamente activa), el promedio de la OCDE es de 9,7. En el caso de Corea del Sur, esa cifra llega a 17,3; Suecia 16,5; Singapur 11,8; Francia 11,7; Irlanda (país que el presidente Milei pone como ejemplo a seguir) 10,8. Este profundo recorte en el sector público se torna aún más grave en nuestro país por la prácticamente inexistente inversión privada en actividades de I+D.
Frente a este escenario desolador, la Cámara de Diputados aprobó antes de las elecciones del 26 de octubre un proyecto de ley de emergencia en ciencia y tecnología con el objetivo de recuperar el financiamiento, actualizar salarios de personal científico y proteger empresas estatales consideradas estratégicas para el desarrollo del país, como ARSAT y Nucleoeléctrica Argentina.
La iniciativa se encuentra ahora en el Senado, aunque luego del resultado de los comicios y con la nueva composición de la Cámara Alta a partir del 10 de diciembre, los pronósticos para su posible aprobación no son optimistas.




