La crisis del sistema científico

Peor que en 2002

Con el inicio del segundo año del gobierno libertario el plan de ahogo contra el sistema nacional de ciencia se profundiza. A la brusca caída del 30% sufrida en 2024, se le agrega un nuevo desplome del 22% en el primer trimestre de 2025. Así, la inversión en el área para todo este año sería, respecto del PBI, la más baja de toda la serie histórica, perforando el mínimo del año 2002. El ajuste impacta en todos los organismos y en las universidades nacionales. Los salarios de investigadores, investigadoras y docentes siguen en caída libre.

24 Abr 2025 POR

Los dientes de la motosierra del gobierno de Javier Milei siguen muy afilados y siguen adelante con los recortes sobre el cuerpo del sistema nacional de ciencia y tecnología que ya viene muy golpeado por el ajuste que sufrió a lo largo de todo el año pasado. Ya transcurrido el primer trimestre del 2025 la poda de recursos avanza sin interrupciones. De esta manera entre enero y marzo de este año el presupuesto para el área disminuyó un 22,1% real contra el mismo período del año pasado. Esto se suma a la caída del 30,3% para todo el 2024 y proyectada para todo el 2025 redondearía un retroceso acumulado del 46,5% real en dos años. Esto significa que el presupuesto para el sector habrá disminuido más de 54 puntos en relación con pico máximo en 2015.

Los datos surgen de un análisis recientemente publicado por el grupo EPC, que elabora informes periódicos acerca de la situación del sistema científico nacional. El trabajo brinda otro dato impactante: como porcentaje del PBI, la función CyT cayó del 0,302% del 2023, al 0,214% en 2024 y se dirige a un mínimo histórico en 2025, ubicándose en el 0,157% del PBI, una cifra que perfora el piso alcanzado en 2002 (de 0,177%) -durante una de las crisis más graves que atravesó nuestro país a lo largo de su historia- con lo que se ubica un mínimo absoluto de toda la serie histórica.

Esta reducción expone un deterioro del 48% en su incidencia respecto del PBI respecto del 2023, lo que representa un descenso muy superior al ejecutado por el macrismo entre 2025 y 2019, cuando pasó del 0,352 al 0,228, lo que supuso una caída del 35,2% en relación con el PBI.

El trabajo también observa la ejecución real acumulada en el primer trimestre del año para cada uno de los organismo que componen el sistema de CyT. El informe concluye que se percibe con claridad el ajuste transversal para todas las agencias y calcula que el recorte en promedio es del 22,1% real en relación con los primeros tres meses de 2024.

En lo que respecta a los casos individuales, los recortes más profundos afectaron a la Agencia I+D+i con una caída del 78,5% y al Banco Nacional de Datos Genéticos, cuyos recursos se derrumbaron en un 42,2% en el trimestre.

Entre los organismos más emblemáticos del sector, la CNEA registró un ajuste del 22% en lo que va del 2025, lo que sumado al descenso del 26,1% de 2024, totaliza un deterioro del 42,3 puntos reales en el bienio.

El presupuesto del CONICET cayó un 17.8% durante 2024 y continúa contrayéndose en torno al 21,6% en 2025, para completar un desplome que ronda el 36% real.

El CONICET y el INTA, durante 2024 cayeron 17,8% y 20,6% respectivamente, y continúan contrayéndose en torno al 21,6% y 20,0% durante 2025, para completar caídas de ejecución que rondan el 36% real.

El INTI declinó un 10,8% durante 2024, lo que no parece tanto contra una media sectorial del 30,3%, pero es uno de los que más cae en 2025 (23,1% en el primer trimestre), alcanzando un deterioro total del 31,5%.

Tras el desplome del 14,1% en 2024, la CONAE ve descender su crédito ejecutado en un 18,8% en el primer trimestre del año, para alcanzar un deterioro de 30,2 puntos. Mientras que el SMN, que depende  del Ministerio de Defensa, tuvo una contracción cercana el 30,5% durante el año pasado y vuelve a caer un 14,2% en el presente, lo que implica una disminución del 40,4% en dos años.

Más adelante, el trabajo fija su atención en la evolución de la inversión estatal en las universidades nacionales (UUNN) Particularmente sobre el Programa 26-Desarrollo de la Educación Superior, que enmarca el conjunto de las transferencias vinculadas al gasto educativo y la inversión de la administración pública nacional en las universidades. Comprende los salarios docentes y no docentes, los gastos de funcionamiento, los fondos para hospitales, desarrollo regional y desarrollo de la CyT en UUNN, entre otras actividades.

Sobre este punto, el informe señala que el financiamiento universitario luego de perder 25,0% en 2024, desciende otros 28,7 puntos reales en lo que va del 2025, para totalizar un derrumbre de 46,5 puntos reales respecto de 2023. Al analizar un período de tiempo más largo y tomando  como base el año 2015, el desplome del financiamiento de UUNN alcanza los 51 puntos reales en diez años.

Asimismo, al desagregar el presupuesto en algunos de sus componentes principales, se verifica que la masa salarial de los trabajadores docentes y no docentes retrocede en torno de los 29% real respecto de 2024. También cae la inversión en funcionamiento universitario (-30,2%), institutos tecnológicos (-38,6%) y desarrollo de la CyT en UUNN (-79,1%).

Cepo a los salarios

Durante los eufóricos anuncios impostados por el gobierno para dar a conocer el nuevo megaendeudamiento con el FMI, tanto el ministro de Economía como el presidente anticiparon una nueva vuelta de tuerca al ajuste para llevar el superávit fiscal anual del 1,3 al 1,6 del PBI. La noticia no parece una buena nueva para todos los trabajadores y trabajadoras del sector público ya que, a diferencia de lo que ocurre con el dólar, respecto de los salarios el cepo no sólo se mantiene sino que incluso se refuerza.

Los salarios reales de docentes en universidades nacionales se reducen un 27,8% contra noviembre del 23 y se desploman un 38,0% desde el pico alcanzado en 2011.

En ese sentido, otro trabajo realizado por el grupo EPC que pone el foco en la evolución de los salarios del sector científico y las universidades nacionales, sostiene que solo tomando el mes de marzo de este año, con la aceleración inflacionaria que llevó al Indice de Precios al Consumidor al 3,7%, los ingresos de investigadores, investigadoras y personal de apoyo del CONICET (que recibieron un aumento del 1,3%) se deterioraron un 2,3%, en tanto las remuneraciones de docentes en UUNN cayeron un 3,6% real solo en ese mes.

En particular, en los 16 meses que lleva la gestión libertaria, los salarios CIC-CPA y las becas de CONICET llevan perdidos 33,8 puntos, en tanto que caen un 32,9% en términos reales desde diciembre de 2015. Otro dato que vale la pena subrayar, es que bajo la actual administración, el poder adquisitivo de los sueldos bajó todos y cada uno de los meses, con la excepción de mayo de 2024.

A su vez, los salarios reales de docentes, investigadores e investigadoras en universidades nacionales se reducen un 27,8% contra noviembre del 23 y se desploman un 38,0% desde el pico alcanzado en 2011. Actualmente, se encuentran por debajo del nivel del 2002.

Otra manera de observar la misma situación pasa por considerar la variación del Índice de Precios al Consumidor que se produjo desde la asunción de la actual administración que alcanzó un 196,6%. En ese mismo período, los sueldos de los docentes, investigadores e investigadoras en universidades se incrementaron un 114,2%. En tanto, sufren un mayor retraso los ingresos del personal del CONICET y becarios, que subieron en total un 96,5%. De esta manera, los diversos agrupamientos pierden entre un 82,4 y 100 puntos respecto de noviembre del 23.

Más adelante, el informe recurre a otra forma de medir la evolución del poder adquisitivo de los salarios al comparar la remuneración de los empleados del sector con la evolución de la Canasta Básica Total del INDEC (calculada para un hogar tipo de cuatro personas, dos adultos y dos menores), que define el umbral de pobreza. Desde este punto de vista, las remuneraciones de los integrantes de CONICET y de las universidades se encuentran actualmente un 20% y 10% respectivamente por encima de esa línea; sin embargo, en noviembre del 23 la superaban en un 72% y un 45%. Esto significa que en ese período perdieron entre un 20,5% y un 36,5% en su poder de compra.

Por último, el trabajo se detiene a observar la evolución salarial en relación con el presupuesto para el área. De ese análisis, surge que, de lo ejecutado al 31 marzo de este año, salarios y becas representan el 87,0% del total de la Función CyT contra el 81,8% del año pasado. Es probable que esa ampliación del inciso salarial se compense con la subejecución de otros ítems de gasto, como la inversión en bienes de uso e insumos. De todas maneras, la masa salarial prevista para el año en curso en el ámbito de la Función CyT presenta una caída real del 28,8%.