Plataforma hacia el futuro
Impulsada desde el MINCyT, se constituyó, hace más de un año, la Plataforma Bioinformática Argentina. Se trata de una iniciativa que apunta a la conformación de unidades con tecnología de frontera y personal altamente especializado perteneciente a distintas instituciones, con el objetivo de brindar servicios indispensables para grupos de investigación y empresas de base tecnológica.
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Desde del año 2011, con fondos provenientes de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT) comenzó a promover la formación de plataformas tecnológicas en áreas consideradas estratégicas para el desarrollo del país.
Estos instrumentos impulsan la asociación de diferentes instituciones científicas para que constituyan unidades, con tecnología de frontera y personal altamente especializado, destinadas a brindar servicios de apoyo a la investigación, al desarrollo tecnológico y a la innovación, para grupos de investigación, organismos y empresas públicas y privadas.
En este marco, y a partir de la obtención de un subsidio de ocho millones de pesos, se formó la Plataforma Bioinformática Argentina. “Desde el MINCyT consideran que la bioinformática es una ciencia transversal a muchas otras y que, en particular, viene a dar soporte al desarrollo de muchas aplicaciones de las ciencias biológicas. En muchas de las áreas en las cuales Argentina es tradicionalmente fuerte, como agro, salud y biotecnología, la bioinformática aparece como una ciencia indispensable para el desarrollo de proyectos”, explica Adrián Turjanski, director ejecutivo de la Plataforma.
Las instituciones que se asociaron y que conforman la Plataforma son: el Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (INDEAR); la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), a través del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH); la Universidad Católica de Córdoba; CONICET, y la Universidad de Buenos Aires, por medio de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.
La reunión de este conjunto de instituciones permitió conformar un equipo multidisciplinario de investigadores y equipamiento que posibilita la aplicación de soluciones de última generación en distintos campos de la bioinformática. Entre otros: secuenciación ADN de alto rendimiento; métodos estadísticos/computacionales de análisis de grandes volúmenes de datos; desarrollo de bases de datos biológicas y de aplicaciones web para visualización y consulta; análisis de estructura y función de biomoléculas; diseño racional de drogas y proteínas, y computación de alto rendimiento.
La mayor parte de los fondos obtenidos fueron utilizados para adquirir nuevos y más potentes equipos de cómputos que todavía no llegaron. Sin embargo, en estos 18 primeros meses de trabajo, la Plataforma viene brindando servicios, sobre todo a grupos de investigación e instituciones relacionadas con la salud, y ha alcanzado algunos resultados importantes que lograron, incluso, fuerte repercusión mediática. Así, por ejemplo, esta Plataforma logró, junto con la de Genómica, secuenciar y decodificar, por primera vez en el país, el genoma completo de tres pacientes -tres hermanos que sufren la misma patología neurológica-, lo cual constituye una nueva herramienta para el diagnóstico de enfermedades de raíz genética y un camino hacia posibles tratamientos.
La Plataforma también creó un software para el Hospital Garrahan para el estudio del VIH en niños. El Sisgen-VIH, permite analizar secuencias y mutaciones del ADN del virus junto a los datos genéticos y clínicos del paciente, como la carga viral, el tipo de tratamiento aplicado y los resultados de laboratorio.
“Nos vino a ver una persona con el genoma entero recién secuenciado de un parásito que afecta a los cultivos para saber cómo se lo podía atacar. Entonces, armamos toda la base de datos, realizamos el análisis y le señalamos cuál era el conjunto de proteínas que aparecía como el blanco más prometedor para un ataque efectivo”, señala Turjanski, y completa, “el tipo de aplicaciones es muy amplio”.
Con estos logros como antecedentes, la Plataforma ha comenzado una etapa en la que se considera prioritario el desarrollo de una estrategia que permita incrementar la demanda de sus servicios. Con ese fin, vienen desarrollando una estrategia de marketing que incluye una página web (www.biargentina.com.ar), folletos y, tal vez, la contratación de un gerente para llevar adelante esta tarea. “Nosotros podríamos brindarle muchos servicios a los investigadores de la Facultad. Trabajos para las cuales muchas veces recurren a la ayuda de laboratorios de otras instituciones locales o del exterior”, asegura Turjanski.
Dado que el objetivo en el largo plazo es que la Plataforma se sustente a partir de la venta de sus servicios, resulta indispensable crear una demanda en el ámbito productivo. Para eso se han organizado simposios que contaron con la presencia de 120 empresarios. “Ahora propusimos hacer el genoma de la yerba mate. Se armó un consorcio y vamos a ver si lo podemos llevar adelante. Para eso, tenés que ir al Instituto Nacional de la Yerba Mate, contactar a los yerbateros y explicarles cómo los puede ayudar esta nueva tecnología. Es un desafío muy interesante”, sostiene Turjanski.
– ¿Es correcto afirmar que el éxito de este tipo de plataformas está íntimamente relacionado con el avance en el desarrollo del país?
– Sí, es así. Si el país va para adelante en el desarrollo de empresas de base tecnológica y de investigación de punta, la plataforma será un éxito. Estamos atados a ese destino.