Investigadores argentinos descubrieron una serie de compuestos que podría ser el inicio de un desarrollo farmacológico efectivo en el tratamiento de la tuberculosis. Mediante técnicas de bioinformática, combinadas con experimentos, identificaron con precisión una proteína clave de la enfermedad y detectaron las características de los compuestos necesarias para inhibirla.
Adrián Turjanski
A partir de un subsidio del Ministerio de Ciencia, un consorcio público privado lanzó una campaña para realizar un centenar de análisis genéticos sin cargo para colaborar en el diagnóstico de personas que posiblemente sufran de alguna de las llamadas "enfermedades poco frecuentes". La iniciativa apunta a visibilizar este tipo de patologías y a difundir entre la comunidad médica los beneficios que ofrecen estas nuevas tecnologías.
Impulsada desde el MINCyT, se constituyó, hace más de un año, la Plataforma Bioinformática Argentina. Se trata de una iniciativa que apunta a la conformación de unidades con tecnología de frontera y personal altamente especializado perteneciente a distintas instituciones, con el objetivo de brindar servicios indispensables para grupos de investigación y empresas de base tecnológica.
Científicos de Exactas UBA crearon TuberQ, una base de datos online, de acceso libre y gratuito, para mejorar la selección de los blancos en el desarrollo de drogas contra la tuberculosis. La enfermedad ataca, cada año, a nueve millones de personas en todo el planeta, según la Organización Mundial de la Salud.
En el Laboratorio de Bioinformática Estructural que dirige Adrián Turjanski en el INQUIMAE, los investigadores observan, mediante simulaciones realizadas en computadoras, cómo reacciona determinada macromolécula frente a diversos fármacos y pueden llegar así a determinar si cierta droga es capaz de inhibir una enzima o si un par de proteínas pueden interactuar entre sí.
Con la presencia del Ministro Barañao y con una concurrencia que superó ampliamente las expectativas de los organizadores, se realizó en Buenos Aires un simposio internacional de Bioinformática. La reunión, que juntó a científicos con empresarios, dejó en claro el fuerte apoyo oficial al sector.