Encuentro

Todos unidos triunfaremos

Con la presencia del Ministro Barañao y con una concurrencia que superó ampliamente las expectativas de los organizadores, se realizó en Buenos Aires un simposio internacional de Bioinformática. La reunión, que juntó a científicos con empresarios, dejó en claro el fuerte apoyo oficial al sector.

8 Nov 2011 POR

Hubo que agregar sillas para acomodar al público que, el martes 25 de octubre, colmó el auditorio del Grupo Insud. Se realizaba el “Simposio Internacional:La Bioinformáticapara el desarrollo de Empresas de Base Tecnológica” y abría el encuentro Lino Barañao, responsable del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva dela Nación(Mincyt).

La presencia de autoridades dela Agencia Nacionalde Promoción Científica y Técnica, del Conicet y de la plana mayor del Mincyt hacía suponer que el evento, organizado porla Fundación Sadoskyy el propio Ministerio, atesoraba una singular importancia para los responsables de la política científica nacional.

“Para nosotros esta vinculación es parte esencial de las políticas de Estado en materia de ciencia y tecnología”, declaró Barañao durante su breve exposición. Se refería a la interacción entre el sistema científico y el sistema productivo, que se estaba “viviendo” en la sala.

Representantes de diversas empresas, investigadores –algunos de ellos integrantes de la joven Asociación Argentina de Bioinformática y Biología Computacional-, funcionarios y estudiantes allí presentes asistieron luego a la conferencia “Herramientas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva para el desarrollo dela Bioinformáticaen Argentina”, que estuvo a cargo de Ruth Ladenheim, Secretaria de Planeamiento y Políticas del Mincyt.

Después de resaltar el “horizonte muy auspicioso para incorporar innovación en las actividades productivas”, Ladenheim describió las principales líneas políticas que se están desarrollando desde su cartera en ese sentido, advirtiendo que “todavía somos un país que exporta tecnologías medias o bajas”.

En otro momento de su exposición, la secretaria recordó que en los países desarrollados la inversión privada en ciencia y tecnología supera a la estatal, a la inversa de lo que ocurre enla Argentina, y señaló, “el sector privado tiene todavía el desafío de acompañar el crecimiento en inversión en investigación y desarrollo”. Sin embargo, reconoció que “como Estado tenemos la obligación de generar incentivos”.

Precisamente, al referirse a los instrumentos de financiamiento, Ladenheim indicó la necesidad de “orientarlos”. De hecho, la intención de llevar a cabo políticas focalizadas fue redundante a lo largo de la charla. En este punto, fue explícita la mención del Fondo de Promoción dela Industriadel Software (FONSOFT) y del fondo sectorial FONARSEC como herramientas disponibles para el desarrollo de proyectos de bioinformática.

Información y conocimiento

La heterogeneidad del público no solo estaba dada por la diversidad de actores sociales sino, también, por el carácter multidisciplinario de la bioinformática. Esta presencia variopinta obligó al último conferencista, el químico Adrián Turjanski, del Laboratorio de Bioinformática Estructural dela Facultad, a arrancar con una definición que –aclaró- extrajo dela Wikipedia: “La bioinformática es la aplicación de tecnologías de computación a la gestión y análisis de datos biológicos”. Después explicó que se trata de una disciplina que busca transformar en conocimiento la inmensa cantidad de información biológica que producen a diario los investigadores de las distintas áreas del saber.

Según Turjanski, uno de los desafíos actuales es “encontrar un lenguaje común que permita una articulación entre las diferentes áreas”. También, para el investigador de Exactas hay otro reto, que es formar recursos humanos en bioinformática: “Necesitamos más gente”, anuncia, y luego brinda una lista de los lugares donde se dictan cursos y carreras de la especialidad.

Tras dar varios ejemplos sobre las potenciales aplicaciones de la bioinformática en la salud, el agro y la biotecnología, Turjanski cerró su exposición invocando una frase que –dijo- escuchó del ministro de Ciencia del Brasil: “Todo está en marcha, ahora necesitamos que los empresarios hagan investigación”.

Durante la pausa del café, Turjanski conversó un instante con el Cable.

¿Cuáles son los objetivos del Simposio?

– Por un lado, juntar en un mismo espacio a empresarios, políticos y científicos junto con la gente joven, los estudiantes, para que a partir de esta sinergia surjan nuevas ideas a través de las cuales la bioinformática pueda transferir a la industria lo que se hace en las universidades. El otro objetivo es que quienes ya tienen experiencia y que han hecho desarrollos exitosos nos cuenten qué es lo que hicieron y cómo lograron resultados satisfactorios. En definitiva, que quede claro que se puede dar el paso que pide el Ministerio, que es que lo que se hace en las universidades llegue a la sociedad. Hay voluntad del gobierno y hay científicos, queremos cada vez más empresarios.

Turjanski se despide porque va a dar comienzo el primero de los paneles en los que, a lo largo de todo el día, los ponentes invitados -de Argentina y del exterior- contarán sus experiencias y plantearán los desafíos actuales de esta ciencia nueva llamada bioinformática.