Trombosis, todo lo que conviene saber
El 13 de octubre fue establecido como el día mundial de este trastorno que causa, directa o indirectamente, la muerte de una de cada cuatro personas en el planeta. Cuáles son las señales que envía el cuerpo y que implican la necesidad de estar alerta. Los estudios pioneros en la Argentina, que permiten detectar factores vinculados con este mal.
La trombosis es la formación de un coágulo que obstruye una arteria o vena. Lo más conocido es el infarto agudo de miocardio, que es una trombosis en el corazón, también lo es el accidente cerebro vascular que es la consecuencia de una trombosis en una arteria del cerebro.
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No es una infección, no es contagiosa, pero es responsable de una de cada cuatro muertes que se producen en el planeta. Se trata de la trombosis, y este 13 de octubre tendrá lugar por segunda vez en la historia su Día Mundial. “Fue una propuesta de la Sociedad Internacional de Hemostasia y Trombosis presentada ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) por ser el día del natalicio del médico alemán Rudolf Virchow, que dio la primera definición de trombosis y postuló las tres causas principales (tríada de Virchow) de cómo se podía formar in vivo el trombo. Este fue el inicio de los adelantos en esta temática”, señala Lucía Kordich, directora del Laboratorio de Hemostasia y Trombosis de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
“La trombosis es la formación de un coágulo que obstruye una arteria o vena, y es responsable de una de cada cuatro muertes en el mundo. Lo más conocido es el infarto agudo de miocardio, que es una trombosis en el corazón, también lo es el accidente cerebro vascular que es la consecuencia de una trombosis en una arteria del cerebro. En tanto, la trombosis venosa (TEV) se forma en una vena generalmente de una pierna. Ese trombo tiene la posibilidad de desprenderse e ir por el torrente sanguíneo y alojarse en el pulmón, y producir tromboembolismo pulmonar. Eso es muy grave”, subraya Ana María Lauricella, investigadora del mismo laboratorio.
Los signos que deben disparar una sospecha sobre la posibilidad de padecer un coágulo en una pierna, incluyen dolor o sensibilidad (que comienza generalmente en la pantorrilla), hinchazón (que abarca el tobillo y el pie), enrojecimiento y calor. Mientras que si el coágulo migró y se alojó en los pulmones, los síntomas incluyen falta de aire inexplicada, aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca, dolor de pecho (puede empeorar al respirar hondo), y mareos o desmayos, según precisan desde el Grupo Cooperativo Argentino de Hemostasia y Trombosis (CAHT), que aconseja buscar atención médica urgente ante la aparición de cualquiera de estas señales. (http://www.diamundialtrombosis.com.ar/tvp.html)
“Muchas veces la gente siente dolor o ardor en una pierna, observa enrojecimiento o que se va hinchando y se deja estar. Espera a que se le pase, cuando debería consultar al médico. Por eso, esta campaña trata de concientizar sobre estos signos, para que la persona se de cuenta de que no está teniendo un calambre en una pierna y que debe hacerse atender”, recomienda Lauricella, docente de Exactas UBA e integrante de la Comisión Directiva del Grupo CAHT.
La trombosis venosa no discrimina y afecta a personas de todas las edades, aunque es más frecuente en los mayores. Por ejemplo, un individuo de 80 años tiene un riesgo de cinco a seis veces mayor que uno de 40.
Lucía Kordich y Ana María Lauricella.
La frecuencia también se incrementa entre quienes permanecen muchas horas quietos. Por eso conviene tomar recaudos cuando se realice un viaje de larga duración. “En la clase turista del avión las piernas están muy contenidas y tensas durante muchas horas”, describe Lauricella, y enseguida Kordich aconseja: “Se debe tener la precaución de moverse sentado como si se caminara en el mismo lugar. No hace falta que uno se levante, sino que se haga el movimiento de la caminata con las piernas. Esto hace que la musculatura presione y ayude a sus venas y a las válvulas”. En este sentido, Lauricella ejemplifica que en las internaciones prolongadas “pueden usarse una botas neumáticas que van apretando las piernas a distintas alturas y evitan la trombosis porque favorecen a la circulación”.
Entre otros factores de riesgo para desarrollar trombosis venosa, se destaca poseer algún familiar directo que haya tenido una trombosis sin causa aparente, el consumo de tabaco y la obesidad. “El riesgo de trombosis venosa es dos a tres veces mayor en personas obesas comparado con personas de peso normal. Particularmente para la mujer, incrementan también las probabilidades, el uso de medicaciones que contienen hormonas, como los anticonceptivos orales y las terapias de reemplazo, o haber dado a luz recientemente”, indican desde el Grupo CAHT (www.grupocaht.com)
Exactas, pionera
Algunos estudios de diagnóstico permiten evaluar si la persona es portadora de factores que aumentan las probabilidades de padecer en algún momento una trombosis. En el Laboratorio de Hemostasia y Trombosis se llevan adelante algunos estudios, a través de distintos centros médicos que derivan muestras de sangre. Por técnicas de genética molecular se realiza la determinación de diversos polimorfismos asociados a trombosis.
“Nosotros empezamos a realizar estos estudios en Exactas UBA cuando nadie los hacía. Fuimos precursores. Colaboramos durante años con todos los hospitales porteños y aún hoy nos siguen mandando muestras para analizar del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, así como de centros de salud del interior del país”, precisa Kordich, quien fue responsable de la creación de este servicio y también fue socia fundadora del Grupo Cooperativo Argentino de Hemostasia y Trombosis www.grupocaht.com y del Latinoamericano.
El día mundial de la trombosis tiene el claro objetivo de generar conciencia y prevenir sobre este trastorno, con el fin de evitar dramáticos desenlaces. Esto coincide con un objetivo a largo plazo fijado por la OMS hace un par de años: “lograr para el 2025 una reducción del 25 por ciento en la mortalidad prematura provocada por enfermedades no infecciosas como la enfermedad cardiovascular”.
Se sabe poco
Una encuesta online realizada por Ipsos-Reid para la Sociedad Internacional de Hemostasia y Trombosis a mediados de 2014, indagó a personas de 9 países (Alemania, Argentina, Australia, Canadá, Estados Unidos, Holanda, Japón, Reino Unido y Tailandia), 800 adultos por país, sobre sus conocimientos acerca de la trombosis. Como conclusión, se observó que mientras el nivel de familiarización con algunas condiciones médicas como la hipertensión arterial y el infarto de miocardio, rondaban el 90%, cuando se los consultaba sobre trombosis éste bajaba a un 68%, y menos aún si se les preguntaba por embolia pulmonar (54%) o trombosis venosa (44%). Tomando solamente las respuestas de Argentina, el conocimiento sobre la trombosis alcanzó un 70%, la embolia pulmonar un 66% y la trombosis venosa profunda apenas un 33%. Respecto de cuánto sabían acerca de los síntomas de la trombosis venosa profunda, el porcentaje fue del 38%, y del 21% para los síntomas de la embolia pulmonar, informan desde el Grupo CAHT.
