COVID-19 y temperaturas

Aviso temprano

Acentuando el trabajo conjunto con el Ministerio de Salud de la Nación, el Servicio Meteorológico Nacional comenzó a elaborar informes especiales que anticipan escenarios climáticos que pueden incrementar el riesgo de circulación del coronavirus y la aparición de brotes.

10 Jul 2020 POR
En general, los virus respiratorios suelen ser más estables cuando las temperaturas son bajas, aunque del coronavirus, responsable de la actual pandemia, todavía se sabe poco acerca de cómo lo afectan los factores climáticos.

En general, los virus respiratorios suelen ser más estables cuando las temperaturas son bajas, aunque del coronavirus, responsable de la actual pandemia, todavía se sabe poco acerca de cómo lo afectan los factores climáticos.

Hace frío. Mucho frío. Desde hace ya varios días. Numerosas investigaciones prueban que las olas de frío, como la que venimos transitando, aumentan la mortalidad. Sobre todo en adultos mayores y en personas con ciertas patologías crónicas, particularmente respiratorias y cardiovasculares.

Asimismo, varios estudios -entre ellos un trabajo publicado recientemente en la Argentina– demuestran que el incremento de la mortalidad por las olas de frío suele manifestarse una a dos semanas después de la ocurrencia del evento climático. En cualquier caso, la consecuencia inmediata de este fenómeno es que conlleva un impacto significativo en el sistema sanitario.

En el contexto actual de pandemia, en el que las camas hospitalarias se convirtieron en un bien escaso, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el Ministerio de Salud de la Nación decidieron acentuar su trabajo conjunto.

En ese camino, el SMN intensificó la vigilancia de la atmósfera apuntando a predecir las olas de frío con la mayor anticipación y precisión posibles: “Tenemos un grupo de pronosticadores que está mirando con más detalle lo que se denominan irrupciones de aire frío”, informa Celeste Saulo, directora del SMN e investigadora del CONICET. “Cuando advertimos que se aproxima ese fenómeno, lo comunicamos a las Defensas Civiles y al área ambiental del Ministerio de Salud para ponerlos sobre aviso”.

Alerta coronavirus

Entre que un virus abandona un huésped y logra introducirse en otro, existe un período de tiempo en el que la partícula viral es susceptible a las variables meteorológicas del medio ambiente, particularmente la temperatura, la humedad circundante y la radiación solar incidente.

En general, los virus respiratorios suelen ser más estables cuando las temperaturas son bajas. Por ejemplo, el que provoca la gripe exhibe un comportamiento estacional y aumenta su transmisión a menores temperaturas y bajos contenidos de humedad ambiente.

Del coronavirus, responsable de la actual pandemia, todavía se sabe poco acerca de cómo lo afectan los factores climáticos. Un estudio preliminar efectuado en el hemisferio norte indica que cuando la temperatura media diaria (el promedio de temperaturas del día) está entre los 5ºC y los 11ºC se darían condiciones más propicias para la circulación del coronavirus y la aparición de brotes en las semanas siguientes.

“Decidimos monitorear con más atención ese rango de temperaturas medias y establecer en qué lugares del país es probable que persistan durante varios días”, señala Saulo.

Los resultados de este trabajo de monitoreo se materializan en un informe especial que se publica los martes y los viernes en el sitio de noticias del SMN. Dicho informe, cuenta con un dossier más detallado que incluye mapas del país en los que se señalan los lugares con probabilidad de que la temperatura media semanal sea mayor a 5°C y menor a 11°C. Y, también, gráficos que muestran el pronóstico de cómo evolucionarán las temperaturas en algunas ciudades afectadas por COVID-19.

“Para nosotros es información vital, porque nos ayuda a planificar y tomar decisiones que pueden evitar la saturación del sistema de salud”, subraya Marina Orman, coordinadora de Salud Ambiental del Ministerio de Salud de la Nación. “Si bien los factores que más influyen en la transmisión viral son de características socioculturales, tener información especializada que aporta a tomar medidas preventivas lo antes posible es sumamente importante para potenciar nuestras acciones”, considera.

En el mismo sentido, Saulo opina: “En este contexto, el que manda es el saber epidemiológico. Lo que nosotros hacemos es estar a disposición para colaborar en la contingencia. En este caso, tratar de identificar con la mayor anterioridad posible las situaciones que ya sabemos que demandan más recursos al sistema de salud”.