Más valioso que el petróleo
Un grupo de estudiantes de Geología de Exactas UBA obtuvo el primer lugar en América Latina en el concurso Imperial Barrel Award 2018 organizado por una de las sociedades de geólogos más importantes del mundo. Es la primera vez que un equipo universitario argentino logra triunfar en esta competencia. Ahora, el grupo deberá viajar a Estados Unidos donde se realizará la gran final.
Dicen que el final de la ceremonia les hizo acordar a la entrega de los Oscar: “…and the winner is: University of Buenos Aires”. “Cuando escuchamos eso no lo podíamos creer. Hubo llantos, gritos, abrazos. Uno de los organizadores se acercó y nos dijo: ‘no es común que reaccionen así’ (risas). ‘Y bueno, somos argentinos, ¿viste?’, le dijimos”. Así, con una alegría enorme, lo cuentan los integrantes del equipo de estudiantes de Geología que consiguieron el primer lugar en América Latina y el Caribe en el concurso Imperial Barrel Award 2018.
Ese fue el final feliz de un proceso que comenzó unos meses atrás. A principios de diciembre, un representante de la American Association of Petroleum Geologists (AAPG) visitó algunas clases en el Departamento de Geología de Exactas para difundir que estaba abierta la inscripción para la edición 2018 de la competencia que ellos organizan. Una de las estudiantes que estaba presente, Sofía Manusakis, se enganchó enseguida con la propuesta. “Quedaba muy poco tiempo para armar el equipo porque la inscripción cerraba el 15 de diciembre”, relata. Sofía se puso a contactar compañeros, la propuesta era tentadora pero implicaba no tomarse vacaciones y pasarse el verano trabajando contrarreloj. Primero se unió Ailín Gerber, después se sumó Sofía Jorge y, finalmente, David Aseijas completó el grupo.
El concurso es organizado desde 2007 por la AAPG, una de las sociedades de geólogos más importantes del mundo, que cuenta con unos 35 mil miembros. Del certamen pueden participar estudiantes y graduados recientes de, prácticamente, todos los países del mundo. Su objetivo es brindarle a los participantes la oportunidad de desarrollar una experiencia profesional como si ya formaran parte de la industria. Para ello, se le entrega a cada equipo un conjunto de datos (geológicos, geofísicos, de suelo, infraestructura de producción y otros elementos relevantes) así como el software que hoy día se utiliza en las empresas, para que los equipos lleven a cabo la evaluación de una cuenca y realicen recomendaciones para su explotación. Los resultados deben enviarse en un informe por escrito y, además, deben ser presentados en una exposición oral de 25 minutos. Las presentaciones de los estudiantes son juzgadas por expertos de la industria.
El camino para el equipo empezó con dificultades. Dado que se inscribieron sobre el final del plazo establecido recibieron el software que si iba a utilizar con muy poco tiempo para conocerlo y manejarlo con fluidez. A principios de enero recibieron el set de datos y tenían dos meses para completar el trabajo. “La idea es que estés inscripto mucho antes y que gestiones los programas en octubre como para que ya estés bien entrenado para el momento en que te mandan la información. Nosotros tuvimos que adaptarnos muy rápido y eso nos hizo perder mucho tiempo. Sólo la carga de datos nos llevó entre dos y tres semanas”, se lamenta Sofía M.
Para llevar adelante la tarea, el grupo contó con la colaboración de un tutor del Departamento, el profesor Luis Stinco y otros dos tutores que trabajan en YPF: Pablo Giampaoli y Juan Loveccio. “Realmente los exprimimos. Llevábamos un PPT con las dudas para no olvidarnos de nada. Sabíamos que solos no lo íbamos a poder hacer. Y fue matarlos a preguntas. El trabajo que hicimos fue también de ellos por el enorme apoyo que nosotros recibimos”, dice agradecida Ailín.
La competencia está organizada por etapas como una suerte de mundial de fútbol. Primero se divide al mundo en diferentes zonas. Los ganadores de cada región viajan luego a la final que tiene lugar en Estados Unidos. En América Latina se inscribieron 24 universidades de distintos países. Perú, Colombia, Venezuela y Brasil -países con una amplia experiencia en la explotación petrolera-, son los que contaban con un mayor número de representantes. Los inscriptos fueron divididos en cuatro zonas de seis equipos. Los cuatro ganadores son los que viajarían a Colombia para disputar la final regional.
Luego de un verano de poca diversión y mucho trabajo, el equipo llegó a principios de marzo con el trabajo casi listo para la entrega el martes 6, aunque, como siempre, los últimos días se convirtieron en una carrera contra el tiempo. “Las últimas dos semanas prácticamente vivíamos juntos. Nos instalamos en la casa de Sofía J. Dormíamos dos o tres horas. Para colmo, la noche anterior a la entrega nos dimos cuenta de que teníamos un error y nos pasamos la noche sin dormir para corregir todo, hacer los nuevos cálculos y llegar para la entrega. ¡Una locura!”, se ríe Ailín.
Pero eso no era todo. Un par de días después, el viernes 9, tenían que hacer la exposición virtual, en idioma inglés. “Éramos los anteúltimos. Rendimos a las 18.30. Y después salimos a festejar porque pensábamos que hasta ahí habíamos llegado. Listo, a volver a la vida normal. Pero no. Esa noche estábamos todos juntos cuando nos enteramos de que habíamos ganado. Fue muy emocionante. Hasta mi hermana lloró”, dice Sofía J. todavía con incredulidad.
A partir de ese momento, tenían alrededor de un mes hasta la realización de la ronda presencial que tendría lugar en Colombia. Si bien el trabajo presentado no se podía modificar aprovecharon el tiempo para mejorar la exposición oral. “Después de la primera presentación y en base a las preguntas que nos hicieron, nos dimos cuenta de que teníamos algunos errores, nos faltaron algunas cosas”, cuenta Ailín.
A principios de abril viajaron hacia Bogotá y el viernes 6 llegó el momento de la gran final. Los finalistas eran cuatro. El equipo de Exactas competía contra universidades de Brasil, Colombia y Venezuela. Fueron los terceros en exponer. La presentación, según cuentan, tuvo su mejor versión pero algunas de las preguntas los hicieron trastabillar. “La verdad es que nos quedamos muy mal. Salimos de ahí y dijimos: ‘Ya está, listo, perdimos’”, recuerda Sofía M.
A pesar de la desesperanza, llegó la ceremonia final, los premios y la gran alegría: alcanzar por primera vez, para un representativo argentino, el primer lugar para la zona de América Latina y el Caribe. “Fue muy lindo todo lo que compartimos con el resto de los equipos. Nos abrazaron, nos felicitaron y nos decían: ‘Tienen que ganar la final porque representan a América Latina’”, relata Sofía J. y remata con humor: “Ahora tenemos, entre todos, un grupo de WhatsApp”.
Más allá del resultado final, todos los integrantes del equipo aseguran que lo que más desean es que su actuación sirva para que esta competencia tenga una mayor difusión y para que todos los estudiantes interesados puedan inscribirse con más tiempo y aprovechar todos los beneficios que les brinda esta competencia. “Ojalá que el año que viene se anote mucha más gente porque, tanto a nivel educativo como humano, se trata de una experiencia impresionante”, asegura Ailín.
Lo cierto es que en muy pocos días el equipo estará viajando hacia los Estados Unidos para disputar la gran final mundial que tendrá lugar el 19 de mayo en Salt Lake City. Allí se enfrentarán con once equipos, varios de ellos estadounidenses, y otros provenientes de muy distintos lugares del planeta.
“Sabemos que vamos a estar compitiendo con equipos cuyos integrantes ya están haciendo una maestría o trabajan en la industria -explica Sofía M-. Nosotros todavía no nos graduamos así que, desde lo teórico y lo técnico sabemos que nos superan por lejos. La tenemos muy difícil pero vamos a dar lo mejor. Vamos a hacer honor al esfuerzo que hicimos, que fue muchísimo”.