Rápido, económico y ultrasensible
Un nuevo método de diagnóstico que combina moléculas de ADN con nanomateriales permite detectar, en menos de 120 minutos, virus en estado infeccioso como SARS-CoV-2 y adenovirus. Un poco de saliva colocada en un dispositivo portátil en pleno diseño alcanza para determinar si una persona está infectada y puede contagiar, a un costo de un dólar.
No sólo detecta el virus SARS-CoV-2 y el adenovirus, sino que, además, permite determinar si está en estado infeccioso o no. Lo hace a un costo accesible, sin necesidad de personal especializado ni equipamiento millonario. La idea es colocarlo en un dispositivo portátil que, entre 30 minutos y dos horas, dé como resultado si la persona está infectada en un estado que puede contagiar o no. Apenas requiere una muestra de saliva. Se trata de un desarrollo de moléculas de ADN combinadas con nanomateriales que ya está patentado, y ahora se estudia hacerlo en escala para su aplicación. Este test une las ventajas de los mejores que están en uso en la actualidad.
“Los test de PCR, usados hoy para detectar covid, son muy sensibles y selectivos, pero tienen el problema de que requieren de un equipamiento costoso, tiempos largos, y gente especializada para realizarlos. En el otro extremo, están los ensayos rápidos, que se compran en farmacias y, si bien durante la pandemia fueron muy útiles para detectar gente con alta carga viral, tienen problemas de sensibilidad. Pero ninguno nos dice si el virus que detecta está en estado infeccioso. Nuestra idea fue encontrar test rápidos, sensibles y económicos, con esta capacidad”, dice Ana Sol Peinetti, quien junto con Fernando Battaglini, dirigen el Laboratorio de Bionanotecnologías en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Se trata de un desarrollo de moléculas de ADN combinadas con nanomateriales que ya está patentado, y que une las ventajas de los mejores test que están en uso en la actualidad.
Este nuevo método de diagnóstico contó con la participación científica de equipos locales e internacionales y fue un trabajo de años de esfuerzos. “Ya probamos que el método funciona en conjunto con equipos científicos de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, del GSI en Darmstadt, Alemania y con la Universidad de La Plata en nuestro país. Ahora, estamos trabajando en cómo producir el dispositivo a escala y extenderlo a otros virus, demostrando que puede utilizarse para detectar diferentes variantes del virus o serotipos”, sintetiza Peinettti sobre la investigación publicada en su momento en Science.
Graduada y doctorada en química en la UBA, tras su paso por la Universidad de La Plata, fue a Estados Unidos por un posdoctorado de tres años, en la Universidad de Illinois, donde “aprendí bioingeniería o ingeniería de moléculas biológicas como esta de ADN, y cómo lograr que fueran altamente específicas para el virus y las variantes que se quieren detectar. Volví en 2020 a la Argentina, en plena pandemia, por el Programa Raíces, y traje los equipos para poder continuar con estas tecnologías en el laboratorio de Exactas”, relata, Peinetti, quien el año pasado fue distinguida con el Premio L’Oréal-UNESCO en la categoría beca, por el proyecto de monitoreo de variantes de SARS-CoV-2, a través de la detección rápida de antígenos.
Portátil y económico
En las dimensiones que trabajan Peinetti y su grupo, un centímetro es un tamaño gigantesco. Es que su universo se mueve en el mundo nano, que equivale a una millonésima parte de un milímetro. Allí, todo lo conocido a simple vista adquiere otras propiedades. Estos nanomateriales son parte del equipamiento de este sensible detector, combinado con moléculas sintetizadas en laboratorio de ADN, el material que contiene las instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos y algunos virus. “Ese ADN se pliega y adquiere una conformación, interactuando con el virus y reconociéndolo muy específicamente. No solo diferencia un virus de otro, sino también nos da información de si está en estado infeccioso o no. Y más aún, estamos buscando demostrar que puede llegar a reconocer sus variantes”, dice Peinetti, investigadora del CONICET en el Instituto de Química, Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE, CONICET-UBA). Y enseguida agrega: “Con solo una muestra de saliva sin ningún tratamiento previo, podemos detectar la presencia del virus en estado infeccioso, o sea si un paciente puede contagiar o no”.
Con solo una muestra de saliva sin ningún tratamiento previo, el dispositivo puede detectar la presencia del virus en estado infeccioso, o sea si un paciente puede contagiar o no.
Otros testeos que hoy se usan requieren para el análisis realizar un tratamiento previo, como romper el virus. Esto puede llevar a falsos positivos o negativos, según indica. “Este desarrollo está a la par de los más precisos detectores actuales, y no necesita romper el virus, con lo cual evita una posible contaminación. Es rápido, tarda entre treinta minutos y dos horas, en obtener el resultado. No requiere un equipo costoso como la PCR, sino que la idea es desarrollar un dispositivo portátil chiquito, como un glucómetro para medir la glucosa. Este es un aparatito barato, luego uno debe comprar tiras reactivas como repuesto para el análisis. Lo pensamos como un test económico de un dólar de costo”, precisa.
Sin necesidad de instalar laboratorios con equipamientos millonarios con personal calificado para manejar las muestras, este sistema logra un test de ultrasensibilidad, veloz y de fácil traslado. “Esta tecnología -indica- puede llegar a ofrecer la capacidad de monitorear la presencia de variantes preocupantes en tiempo real en todo el país”. A este dispositivo no se le escapa el virus de la pandemia, que causa covid, y sus variantes, así como tampoco el adenovirus, que puede provocar enfermedades o malestares como infecciones en las vías respiratorias, conjuntivitis, cistitis hemorrágica y gastroenteritis, entre otras. “Ahora, también estamos en el desarrollo de detección del virus del dengue, en el que además de identificarlo, estamos buscando también diferenciar sus serotipos: 1, 2, 3 y 4. Esto da información relevante, porque si sabemos que nos hemos infectado dos veces con serotipos distintos, eso nos puede desencadenar una enfermedad más severa. Es uno de los grandes proyectos en el que estamos trabajando”, concluye.