La mitad más uno
A pesar de la desazón que causó el empate con Perú y la angustia que provoca el nivel de juego del equipo, los hinchas no tienen que desesperarse porque las matemáticas todavía favorecen a la selección nacional. Un trabajo realizado por un investigador de Exactas UBA calcula que el conjunto nacional aún conserva un 51% de posibilidades de llegar de manera directa al mundial a las que hay que sumar un 17% de probabilidades de ir al repechaje.
«¡Que no panda el cúnico!» Era la frase que lanzaba el Chapulín Colorado -clásico personaje del cómico mexicano Chespirito- cada vez que una situación parecía no tener salida e, inmediatamente, el súper héroe la terminaba resolviendo favorablemente.
Una situación similar, por lo difícil, es la que están atravesando Jorge Sampaoli y sus dirigidos en su misión de clasificar a la selección argentina de fútbol para el mundial que se jugará en Rusia en 2018. Una mezcla de bajos rendimientos, malos resultados y fortuna esquiva han llevado a que, luego del empate con Perú en la Bombonera, el equipo deba jugarse el todo por el todo mañana contra Ecuador en las alturas de Quito, un escenario históricamente difícil para nuestro representativo, tal como quedó consagrado con la famosa frase que acuñó Daniel Passarella cuando, luego de una derrota declaró que allí «la pelota no dobla».
Sin embargo, no es momento para bajar los brazos ni para dar todo por perdido. Un modelo estadístico elaborado por un matemático de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA estima que, a pesar de sus magros resultados, la selección todavía cuenta con un 51,11% de probabilidades de clasificar a Rusia 2018, a lo que se suma un 17,25% de posibilidades de ir al repechaje, que se jugaría ante Nueva Zelanda, un equipo que, en el análisis previo, aparece como muy inferior al argentino. De todas formas, existen, amenazadoras, un 31,64% de chances de quedar afuera de la copa.
El trabajo fue realizado por doctor en matemática Guillermo Durán, director del Instituto de Cálculo (Exactas UBA-Conicet) donde también se desempeña como profesor, con la colaboración de dos de sus alumnos Federico Bertero y Facundo Gutiérrez.
Para crear el modelo, los matemáticos tomaron los últimos 100 partidos de cada selección sudamericana. Con esos datos, calcularon una fuerza de ataque (goles a favor) y una fuerza de defensa (goles en contra) de cada equipo. Todo eso corregido por el factor de la localía. A su vez, le otorgaron un peso mayor a los encuentros más recientes que a los más antiguos. Toda esta información permite estimar una cierta probabilidad de que se dé un determinado resultado para cada partido. Finalmente, simularon un millón de veces los encuentros que forman parte de la última fecha de eliminatorias con esas probabilidades.
De ese cúmulo de datos y cálculos surgió una tabla en la cual, dejando de lado a Brasil (ya clasificado) y a Venezuela, Bolivia y Ecuador (ya eliminados), quedan reflejadas las chances que tiene cada uno de los equipos de llegar al mundial de Rusia.
A partir de este cuadro Durán realiza algunas reflexiones. “Es cierto que hoy estamos peor que antes de jugar contra Perú. De hecho las probabilidades de clasificar bajaron del 84 al 68 por ciento, pero no estamos tan mal como parece sentirlo una buena parte de los hinchas que piensan que estamos prácticamente afuera. Los números dicen otra cosa”, asegura. “Ahora bien, para clasificar, algún gol tenemos que hacer alguna vez”, se queja dejando escapar su pasión futbolera.
Pero los cálculos realizados por Durán no terminan allí. En relación con el compromiso clave que el conjunto nacional deberá enfrentar el próximo martes en Quito, las estimaciones son, de nuevo, prometedoras. Según el modelo la selección tiene (redondeando) un 55% de probabilidades de triunfar, un 24% de empatar y un 20% de perder. El cálculo aparece como demasiado halagüeño si tenemos en cuenta que Argentina, jugando por eliminatorias, sólo venció a Ecuador una sola vez, en 2001, de la mano de Marcelo Bielsa. “A mí también me sorprendió -admite Durán-. Y ojo que el modelo, de alguna manera, tiene en cuenta la dificultad de la altura al considerar el factor de la localía”, aclara, y explica: “Yo creo que ahí pesa mucho el hecho de que, en el último año, Ecuador tuvo muy malos resultados”.
El modelo también estimó las chances que tiene Argentina de llegar a Rusia 2018 según el resultado que obtenga el martes contra Ecuador.
De este cuadro es interesante destacar un par de alternativas llamativas. Por un lado que, aún empatando, hay casi un 10% de probabilidades de clasificar de manera directa al mundial. Por otro, si perdemos por un gol todavía contamos con poco más del 10% de chances de jugar el repechaje. Por supuesto que se trata de dos escenarios que ningún argentino quiere imaginar.
Finalmente, y para demostrar que el trabajo cubrió todas las instancias de las eliminatorias, Durán y sus alumnos también estimaron qué posibilidades tiene Argentina de llegar al mundial en el caso de que le toque pasar por el repechaje. En esa instancia, debería jugar contra el representativo de Nueva Zelanda, un país reconocido en todo el mundo por su multicampeón equipo de rugby, los famosos “All Blacks”, pero que nunca presentó equipos competitivos en el mundo del fútbol. En este caso, Argentina resulta ampliamente favorita y cuenta con un 98% de probabilidades de ir a Rusia frente a sólo un 2% del equipo de Oceanía.
“Lo que yo digo siempre es que esto es un juego que te da una cierta estimación de qué es lo que podría ser esperable que pase, nada más”, baja las expectativas Durán, y se pregunta: “¿Cuál es la probabilidad de que salga el cero en la ruleta? Es de 1 en 37, pero un día sale. También sale dos veces seguidas. La probabilidad es bajísima, pero ocurre y cuando ocurre no es que se equivocó el cálculo de probabilidades”, enseña con una aclaración que no contribuye en nada a la tranquilidad de los argentinos.
Lo cierto es que el martes a la noche, cuando la pelota empiece rodar por el verde césped de Quito, no habrá número, ni chance, ni cálculo que pueda contener la angustia y la pasión que despierta este deporte, quizás el más imprevisible de todos, porque tal como lo definió el gran periodista Dante Panzeri, “el fútbol es la dinámica de lo impensado”.