La fauna más antigua de Sudamérica
Los restos fósiles de anfibios y peces hallados en el nordeste de Brasil dan cuenta del camino recorrido por la fauna del hemisferio sur. Son animales que vivieron hace 270 millones de años, cuando los continentes aún estaban unidos en una gran masa continental.
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En el nordeste brasileño se encontraron restos fósiles de anfibios que habitaban antiguos lagos hace unos 270 millones de años. Hasta ahora no se tenía mucha información sobre la fauna de ese período correspondiente a Sudamérica y a los demás continentes del hemisferio sur (Gondwana), sólo se contaba con datos de los animales que poblaban el hemisferio norte, lo que actualmente es Europa y Estados Unidos.
Lo cierto es que en aquel lejano período, que se conoce como Pérmico inferior, todos los continentes se encontraban unidos conformando uno solo: Pangea. Unos 70 millones de años más tarde, Pangea se dividiría en Laurasia (Asia, Europa y América del Norte) y Gondwana (América del Sur, África, Australia, India y Antártida). La gran pregunta para los paleontólogos era cómo se había desarrollado la fauna de Gondwana, y cómo y en qué momento había ingresado desde el norte, es decir, de Laurasia.
Los restos fósiles hallados al norte de Brasil permiten responder algunas de esas preguntas. Se trata de animales tetrápodos (vertebrados de cuatro patas), principalmente anfibios y también algunos peces. “Esta nueva fauna ayuda a llenar un vacío geográfico y temporal muy importante en la historia de la vida de los continentes del sur, lo que en aquella lejana época era Gondwana”, explica Claudia Marsicano, investigadora del CONICET y profesora en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. En efecto, los restos hallados dan información sobre cómo y cuándo habría tenido lugar la diversificación y dispersión de los tetrápodos en las regiones subtropicales del hemisferio sur.
Los tetrápodos hallados eran anfibios temnospóndilos, ancestros de los sapos, las ranas y las salamandras. Al igual que éstos, ponían huevos sin cáscara. Su tamaño variaba desde unos pocos centímetros hasta tres metros de largo. Tenían cráneos aplanados y de forma triangular, con los ojos situados en la parte superior de la cabeza, detrás de las fosas nasales.
El norte y el sur
“Casi todo nuestro conocimiento sobre los animales terrestres del Pérmico temprano proviene de localidades y afloramientos de América del Norte y el oeste de Europa, que estaban ubicados cerca del ecuador”, afirma Marsicano, que junto con Juan Cisneros (Universidad Federal de Piauí, Brasil), son los primeros autores del trabajo publicado en Nature Communications. El equipo incluye a una especialista en peces del Museo de Historia Natural de Londres (Martha Richter), así como especialistas alemanes en reptiles primitivos y un geólogo de Sudáfrica.
La abundancia de información del hemisferio norte se relaciona, por un lado, con la riqueza de afloramientos, pero, sobre todo, con la más extensa historia que tiene la paleontología en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, los nuevos hallazgos hacen cambiar las hipótesis previas basadas en lo que se conocía.
Los restos fósiles, esqueletos completos y cráneos, fueron hallados al norte de Brasil, en el estado de Piauí, un área selvática. “Los lugares donde trabajamos son canteras de piedra de donde se extrae material para la fabricación de adoquines”, comenta Marsicano. Muchas de las piedras que son descartadas por presentar imperfecciones son justamente las que contienen fósiles, según comenta la investigadora.
El hecho es que en 1944 un equipo de geólogos brasileños había trabajado en el lugar y encontrado algunos restos de anfibios temnospóndilos. “Lo importante del área no es sólo la edad sino también que se encuentra ubicada geográficamente en el medio de Gondwana, en latitudes tropicales para ese momento, y de las que no teníamos datos”, señala la investigadora.
Los registros fósiles con que se contaba acerca de esa fauna eran mucho más modernos y se carecía de nexos entre esas especies y aquellas más antiguas halladas en Laurasia. Con el fin de poder zanjar esa brecha, el paleontólogo brasileño Juan Cisneros decidió armar un proyecto para explorar la zona e invitó a Claudia Marsicano como especialista en tetrápodos primitivos, y también convocó a una especialista en peces.
“Este trabajo muestra que esa fauna del Pérmico inferior combina los rasgos de fósiles hallados en Laurasia con características de tetrápodos de Gondwana pertenecientes a etapas más modernas”, explica Marsicano, y prosigue: “Lo más interesante es que siempre se postuló que esto había pasado mucho más tarde, y esto muestra que todo ocurrió mucho más temprano”.
Y destaca: “La hipótesis que proponemos es que los tetrápodos entraron en Gondwana en una etapa más temprana de lo que se creía, y rápidamente comenzaron a diversificarse y dispersarse en los continentes del sur”.
Hasta el momento no se contaba con datos que sustentaran esa hipótesis. “Sólo disponíamos de huellas. De hecho en la Argentina tenemos uno de los registros más antiguos de huellas de tetrápodos, que son del Pérmico inferior. Pero nunca habíamos tenido huesos que permitieran sostener esa hipótesis”.
En resumen, los esqueletos hallados en el norte de Brasil ayudan a contar la historia del ingreso a los continentes del sur de las faunas de tetrápodos que provenían de lo que actualmente corresponde a América del Norte y Europa. “Con esto estamos contando la historia temprana de la colonización de Gondwana”, concluye Marsicano.
Timonya anneae, anfibio primitivo from EXACTAS UBA on Vimeo.