Los jóvenes abuelos de los dinosaurios
Por primera vez en el mundo, fueron datados con precisión los restos fósiles de los antecesores de los dinosaurios, hallados en la provincia de La Rioja. La novedad es que estos fósiles son más jóvenes de lo que se pensaba y muestran que la evolución de los dinosaurios se produjo en forma muy rápida.
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Caminaban en dos patas y se desplazaban de manera muy grácil; iban camino a convertirse en dinosaurios. Sus restos fueron hallados en lo que se conoce como Formación Chañares, cerca de la actual Talampaya, en la provincia de La Rioja, próximo al límite con la vecina San Juan. Hasta hace poco no se tenía certeza sobre la antigüedad de esos fósiles. Pero ahora, a partir de una datación muy precisa, se sabe que vivieron hace unos 235 millones de años.
Claro, la fecha no nos dice nada. Pero lo interesante es que es inferior, en 10 millones de años, a la que se estimaba para estos antecesores de los dinosaurios. Es decir, estos fósiles son más jóvenes de lo que se pensaba.
“Estos datos modifican todo lo que se creía conocer acerca del origen y la evolución de los precursores de dinosaurios, pues nos indican que aparecieron y se diversificaron muy rápidamente”, afirma Claudia Marsicano, investigadora en el Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Los resultados se publicaron en Proceedings of the National Academy of Sciences y, lo firman, además de Marsicano, Adriana Mancuso, investigadora del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA-CONICET), de Mendoza, junto con Randall Irmis, de la Universidad de Utah; Roland Mundil, del Centro de Geocronología de Berkeley, Estados Unidos, y Farid Chemale, de la Universidad de Brasilia.
“Este es el primer trabajo en el mundo que aporta la fecha precisa del origen de los dinosaurios”, subraya Marsicano.
Por otro lado, siempre se había pensado que los dinosaurios pudieron diferenciarse en distintos grupos, tanto herbívoros como carnívoros, y alcanzar grandes tamaños, sólo cuando la fauna que los acompañaba empezó a extinguirse. “Sin embargo, estos datos nos dicen que no hubo diferencias importantes en las faunas con precursores de dinosaurios y aquellas que registran su primera diversificación”, destaca la paleontóloga.
La fauna que coexistía con los dinosaurios no se extinguió en aquel momento, como se creía. Con estos nuevos resultados no sólo cambia la edad de los precursores de los dinosaurios, sino también el supuesto de que éstos habían tomado una ventaja al extinguirse otros animales.
Una ayudita de los volcanes
Si bien los fósiles habían sido hallados hace varios años, y la fauna se conocía desde la década de 1970, la posibilidad de ponerles una fecha precisa había sido una asignatura pendiente. La datación absoluta resultaba muy costosa, y los otros métodos conocidos daban mucho error. Finalmente, fue posible conocer la edad de estos antecesores de los dinosaurios gracias al desarrollo de la técnica y un convenio con el laboratorio de Berkeley que se especializa en datación mediante unos minerales cristalinos denominados circones, que provienen de rocas volcánicas.
La clave para la datación fue la presencia de cenizas volcánicas intercaladas en las capas geológicas. Esas cenizas provienen de la erupción que se produjo al mismo tiempo en que se depositaron los sedimentos.
Cuando esos cristales se formaron, durante el Triásico, incorporaron uranio. Con el tiempo, el uranio decae en plomo a una tasa exacta conocida. La fecha se obtiene al medir la proporción entre el uranio y el plomo en cada cristal de circón. El estudio se realiza con un espectrómetro de masa, un instrumento que separa los elementos e isótopos por masa y concentración. De este modo, los investigadores lograron determinar la edad precisa de los cristales formados.
Además de proporcionar cristales de circones para datar fósiles, las cenizas volcánicas permitieron conservar los esqueletos casi completos y articulados, porque la gran montaña de sedimentos enterró los restos con rapidez y ayudó a preservarlos íntegros.
“La formación Chañares es uno de los pocos lugares del planeta, si no el único, donde los fósiles de ancestros de dinosaurios aparecen articulados”, explica Marsicano. El área constituye un cementerio de características únicas.
El yacimiento se ubica, geológicamente, por debajo de Ischigualasto, una reserva paleontológica de reconocida importancia, pues allí se han encontrado los dinosaurios más antiguos.
Lo relevante de estos yacimientos es que en la misma columna de estratos se encuentran fósiles de diferentes momentos en la historia de los dinosaurios, y así es posible reconstruir su evolución. “Eso es único, porque en otros lugares de Gondwana se tienen las diversas faunas en distintas regiones, pero aquí está todo en la misma cuenca: los precursores, los primeros dinosaurios y, en los estratos por encima, los grandes dinosaurios, ya diversificados y diferenciados en grandes grupos”, confirma la investigadora.
Abuelos muy ágiles
Los fósiles en cuestión pertenecen a los arcosaurios, un grupo de reptiles que incluye actualmente a las aves. Los abuelos de los dinosaurios eran todos carnívoros, al igual que las aves. Su tamaño era pequeño, de una longitud de entre 20 y 25 centímetros. Eran bípedos y muy gráciles. A diferencia de los reptiles que, al tener sus miembros a los costados del cuerpo, caminan arrastrando la panza, estos animales tenían las patas ubicadas debajo del cuerpo, lo que les permitía una locomoción muy rápida y ágil. Además, al tener miembros anteriores más cortos, los podían liberar de la locomoción en tierra, y así pararse en sus dos patas. De este modo, millones de años más tarde los miembros anteriores pudieron evolucionar en alas.
Lo interesante, según la investigadora, es que la fauna en cuestión apareció y fue exitosa de entrada, es decir, tuvo buena descendencia y se diversificó en forma rápida. Fue una evolución muy explosiva. Es posible que tuvieran caracteres que les permitieron adaptarse con rapidez al medio, y así reproducirse y dejar más descendencia.
El área en que vivían estas especies era mucho más verde que en la actualidad, con una flora abundante gracias a los vientos húmedos que venían del mar, que no estaba muy lejos. Es que la cordillera de los Andes aún no se había elevado. Había numerosos ríos, planicies de inundación y pequeños lagos.
“Esta fauna de Chañares se conoce desde los años 70, pero nunca habíamos logrado una datación precisa, y esta es la primera. La sorpresa es que resultó mucho más joven, prácticamente la mitad de lo que se estimaba tradicionalmente, por lo cual concluimos que los dinosaurios evolucionaron en un lapso relativamente breve.”
“Ahora sabemos cuándo ocurrió el origen de los dinosaurios; sabemos también que su evolución se realizó en la mitad del tiempo que se pensaba y, además, que no hubo cambios ecológicos importantes que acompañaran esta temprana diversificación. Ahora debemos investigar qué fue lo que condujo a este grupo de animales a ser tan exitosos y dominar nuestro planeta en los siguientes millones de años”, concluye Marsicano.