Las peculiares características del minúsculo cráneo del Tessellatia (“mosaico”, en latín), encontrado en Talampaya por un grupo de investigación argentino, aporta un nuevo punto de vista para reconstruir la historia evolutiva de los antecesores de los primeros mamíferos.
paleontología
La localización de un pequeño fósil de 231 millones de años ha permitido que sepamos más sobre el pasado de los lagartos y las serpientes. El hallazgo del cráneo de este animal implica un descubrimiento relevante para las ciencias naturales en general. Por ese motivo, la revista Nature colocó recientemente a ese trabajo en su tapa. Sus autores conversaron con NEXciencia sobre los detalles de la investigación.
En Santa Cruz, un equipo internacional de científicas y científicos encontró más de cien huevos y ochenta esqueletos de pichones, juveniles y adultos de Mussaurus patagonicus, un antecesor de los grandes dinosaurios herbívoros de cuello largo. El descubrimiento muestra detalles inéditos de cómo era su comportamiento social. Se trata de la más temprana evidencia que puede develar la clave de su éxito evolutivo.
A partir de la aplicación de novedosas herramientas estadísticas al análisis de huellas fósiles, un equipo de investigadoras e investigadores argentinos logró identificar una diversidad de especies de flamencos donde antes se creía que había a una sola. El trabajo, desarrollado en Vichina, La Rioja, agrega una metodología innovadora a la investigación de la evolución de los ecosistemas.
Un estudio “detectivesco” sobre huellas fósiles permitió identificar al dueño de las “manitos de Vinchina”, en La Rioja. Se trata de un roedor gigante que hace 15 millones de años habitaba a la vera de los ríos de una región hoy semidesértica.
En el tomógrafo del Museo de Historia Natural de Nueva York, científicos de Estados Unidos y la Argentina estudiaron por primera vez restos fósiles de cocodrilos primitivos. Observaron en el cráneo del reptil particularidades, similares a las que tienen los ejemplares actuales y que serían la causa que hace que estos animales tengan la mordida más fuerte del planeta.