El Niño y su impacto en este invierno
Como comentamos anteriormente, El Niño se hizo presente y los pronósticos anticipan que continuará evolucionando durante todo el invierno y primavera. Con este escenario por delante, es ineludible la pregunta sobre su impacto en el clima observado y futuro. Tanto el mes de mayo como el de junio presentaron lluvias similares al registro promedio típico de… Ver artículo
Como comentamos anteriormente, El Niño se hizo presente y los pronósticos anticipan que continuará evolucionando durante todo el invierno y primavera. Con este escenario por delante, es ineludible la pregunta sobre su impacto en el clima observado y futuro.
Pronósticos de la evolución del índice Niño 3.4 realizado con diferentes modelos. Valores positivos superiores a 0.5 son indicadores de El Niño. Fuente: IRI/CPC
Tanto el mes de mayo como el de junio presentaron lluvias similares al registro promedio típico de cada mes mientras que la temperatura fue en promedio mayor a lo normal en ambos meses, pese a las bajas temperaturas observadas a mediados de junio. Ambas características son altamente probables bajo un escenario El Niño en esta época del año, pero no deben ser atribuidas totalmente a él.
Como hemos explicado, los cambios en la nubosidad y lluvia en regiones tropicales del Pacífico e Índico, como los asociados a El Niño, producen cambios en la circulación atmosférica. En particular, estos cambios promovieron temperaturas más cálidas que lo normal asociadas con el establecimiento de sistemas de alta presión. Sin embargo, si analizamos las teleconexiones entre estas anomalías de presión y las regiones tropicales, podemos apreciar que no sólo El Niño, en desarrollo en el Pacífico central tropical, ha favorecido las condiciones observadas.
Condiciones de alta presión (violeta) y de baja presión (amarillo) observadas durante el último mes. Fuente: NOAA/ESRL
Esto se debe, entre otras cosas, a que El Niño es responsable sólo de un porcentaje bajo de las condiciones que se observan en promedio en un mes, mientras que otros fenómenos de diferentes escalas son los que contribuyen a explicar el resto. Cuando se menciona a El Niño y su impacto, se debe pensar en patrones de lluvia y temperatura observados durante años con fenómeno El Niño pero que no necesariamente son consecuencia puramente de este fenómeno.
Si aplicamos este razonamiento para los próximos meses, podemos especular que, dado que El Niño continuará durante el resto del invierno, hay chances de que la lluvia sea mayor a lo normalmente observado sobre el este del país mientras que la temperatura sea más alta en el centro y norte, tal como lo anticipa el Servicio Meteorológico Nacional. Sin embargo, sólo deben actuar como guías sobre lo que puede pasar y nunca ser interpretadas como certezas.
