En el lugar adecuado y en el momento justo
Junto con científicos de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, un equipo de investigación de la Argentina, desarrolló un compuesto que libera una droga contra un tipo de cáncer, en el lugar y momento requerido. Un delivery que funcionó con éxito en los estudios in vitro.
Llegar en el momento y en el lugar oportuno para combatir un mal, es el deseo de todo rescatista que busca sacar del problema a la persona afectada. Alcanzar al foco de la enfermedad, con la medicación exacta y hacerlo sin perturbar al resto del sistema para que no se vea dañado, es el objetivo que un equipo internacional de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, junto con especialistas de Exactas UBA en la Argentina, están llevando adelante, con resultados promisorios en estudios a nivel celular, in vitro, y que pronto será probado en animales.
“Con colegas de Estados Unidos trabajamos en el desarrollo de un compuesto que libera un fármaco que se usa habitualmente contra el cáncer, lo cual permite hacer una quimioterapia localizada en el lugar donde uno ilumina con un láser”, describe sintéticamente el doctor en Química, Roberto Etchenique, profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, a cargo de la investigación que acaba de ser publicada en Journal of the American Chemical Society.
Si bien no descartan que pueda ser un potencial tratamiento para distintas patologías, en este caso centraron la mirada sobre un tipo de cáncer en particular: linfomas de la piel. “Básicamente, nosotros lo que hacemos es desarrollar un compuesto para enjaular una droga que se utiliza para los linfomas cutáneos, y se libera in situ, donde se irradia con luz. Sería una quimioterapia totalmente focalizada”, señala Estefanía Rafic, química graduada en Exactas UBA, primera autora del trabajo junto con Cindy Ma del Institute for Cancer Genetics, de la Universidad de Columbia. (ver recuadro).
El equipo llevó adelante el desarrollo del vehículo que conduce la medicación al sitio preciso. La novedad no está en la droga, sino en el sistema de delivery.
Los dos especialistas del Departamento de Química Inorgánica, Analítica y Química Física, de Exactas UBA y del INQUIMAE (UBA – CONICET), coinciden en que una de las expectativas de este tratamiento dirigido precisamente al blanco del mal, es que minimice los daños o molestias colaterales de la quimioterapia.
En el blanco
Desde el laboratorio en la porteña Ciudad Universitaria, el equipo llevó adelante el desarrollo del vehículo que conduce la medicación al sitio preciso. La novedad no está en la droga, sino en el sistema de delivery, que se lo conoce como compuestos enjaulados.
“La droga empleada ya está en el mercado aprobada por los organismos de control, tanto en Estados Unidos por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), como en la Argentina por la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica)”, indica Etchenique, investigador del CONICET.
Compuestos enjaulados son los que contienen a esta medicación. “Enjaulado, es una licencia poética, que alguien inventó alguna vez, pero en realidad no hay una jaula sino que la droga está unida por un enlace covalente, que sería más bien como un hilito, que uno corta para que vaya a actuar al sitio en cuestión”, detalla Etchenique y, por su parte, Rafic, agrega: “Tiene precisión espacio temporal, y en nuestra investigación demostró que esta forma de administración tiene la misma eficacia que la droga libre, como se da habitualmente”. ¿El mayor beneficio? “Limitar el efecto colateral que genera cualquier agente quimioterapéutico”, coinciden.
En este sentido, Etchenique, grafica: “Uno con un láser o una luz ilumina la zona afectada, y esto activa el compuesto enjaulado para que libere la droga en el sitio elegido para actuar”. El resto, que permanece a oscuras, no recibe medicación porque no se encuentra enfermo, y tampoco tendrá posibles daños colaterales del tratamiento.
Un elemento que utilizaron para el desarrollo de estos compuestos enjaulados es el rutenio. Un metal pesado que el organismo toma y excreta.
Este tipo de terapia se la conoce como quimioterapia foto activada. “Debe haber unos 10 tipos diferentes de jaulas o de bloques que impiden o permiten la acción de las drogas. El nuestro es uno de esos, pero digamos que, en cuanto a su estabilidad y eficiencia, es uno de los mejores, quizás el mejor”, remarca Etchenique.
La ruta del rutenio
Un elemento que utilizaron para el desarrollo de estos compuestos enjaulados es el rutenio. “Un metal pesado, que es químicamente similar al hierro, que el organismo toma y excreta. Como es muy extraño, el cuerpo lo recibe y lo elimina, tal como hemos probado hace más de diez años en experimentos con animales”, historia Etchenique, que viene de la escuela de emplear este compuesto de quien fue su maestro: el Profesor Emérito, José Olabe, conocido como “el vasco”. “Quien inició la química inorgánica avanzada en la facultad”, historia.
Hoy Rafic, becaria doctoral del CONICET, sigue la ruta del rutenio, que “es mi tema de tesis. En este caso, la droga contra el cáncer, se une al rutenio y éste a otros compuestos”, dice.
En este camino, esta investigación in vitro mostró resultados alentadores. “Ahora vamos a las pruebas in vivo, en animales”, anticipa Etchenique, no sin antes aclarar que “esto solo se pudo hacer por la educación pública y el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. Si no fuera por el financiamiento que hubo en los últimos años principalmente desde 2004-2005 no hubiéramos podido llevar esta línea que ya lleva 20 años”.
El equipo
Estefanía Rafic, Cindy Ma, Bobby B. Shih, Hannah Miller, Rafael Yuste, Teresa Palomero, y Roberto Etchenique son quienes llevaron adelante el trabajo titulado “RuBi-Ruxolitinib: A Photoreleasable Antitumor JAK Inhibitor”, publicado en Journal of the American Chemical Society.