La tijera en el CONICET
Directores de institutos e investigadores se reunieron en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA para compartir información sobre las diversas decisiones vienen castigando al sistema de ciencia y tecnología en Argentina. Entre ellas, se destaca el recorte de un 20 por ciento en los gastos de funcionamiento de los institutos y las restricciones y falta de actualización de los subsidios.
Participaron de la reunión numerosos investigadores del CONICET.
«Mantener lo bueno y cambiar lo malo» era uno de las frases que marcaron la llegada de Cambiemos al gobierno nacional. Aparentemente, lo que se había hecho en el ámbito de la ciencia y la tecnología en los últimos diez años formaba parte de lo que había que sostener y profundizar. Esto se puso de manifiesto al decidir la continuidad de Lino Barañao al frente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Sin embargo, dos años después, las políticas en el área parecen haber tomado un rumbo decididamente distinto.
Frente a este escenario y a las malas noticias con que comenzó este año, un grupo de investigadores del CONICET, entre los que se encuentran varios directores de distintos institutos, se reunieron en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (Exactas UBA) para denunciar la situación, detallar los aspectos más preocupantes y analizar la mejor manera para avanzar con los reclamos.
«En líneas generales, nos preocupa toda la situación de la ciencia y la tecnología en la Argentina. Consideramos que ha habido un importante retroceso en los últimos dos años y, en particular, vamos a hacer eje en la disminución de ingresos en la carrera de investigador científico del CONICET y en la disminución de becas doctorales y posdoctorales», explica el matemático Guillermo Durán, investigador del CONICET y director del Instituto de Cálculo.
Por su parte, el biólogo molecular Alberto Kornblihtt, director del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE UBA-CONICET), se refirió al profundo recorte para gastos de funcionamiento que están sufriendo los institutos del CONICET. «Este año ya recibimos la primera cuota y vino con una reducción nominal del 20 por ciento en relación con la primera cuota del año pasado. Es decir que no sólo no tuvo en cuenta la inflación del 2017 sino que directamente recibimos un 20 por ciento menos de dinero», señala con preocupación. Y agrega: «Es impactante. A mí me hizo acordar muchísimo al gobierno de De la Rúa cuando nos bajaron un 13 por ciento los salarios a todos los estatales. Porque uno está psicológicamente preparado para tener aumentos que no se corresponden con la realidad pero, cuando hay un reducción, es como una cachetada».
(De izq. a der.) Valeria Levi, Alberto Kornblihtt, Irina Izaquirre y Guillermo Durán.
Por otro lado, Kornblihtt -quien fue distinguido con el premio «Investigador de la Nación Argentina» en 2011-, también expreso su preocupación por la anulación de la asignación de fondos destinados a equipamiento aprobados en el marco de los «Proyectos de Unidades Ejecutoras». «Ese subsidio es una iniciativa de la nueva administración; no obstante, pese a que se aprobaron el año pasado, no hemos recibido ninguna cuota y ahora hemos recibido la mala noticia de que el equipamiento que estaba previsto en este subsisdio debe ser solicitado en otro subsidio de la Agencia lo que implica hacer de dos subsidios, solamente uno. Eso es un reconocimiento de la falta de fondos», se lamenta.
Otro tema que mereció el reclamo de los investigadores es la falta de designación de Roberto Salvarezza en el directorio del CONICET. Salvarezza fue elegido en julio de 2016, en comicios en los que votaron científicos de todo el país, como el representante de los investigadores para el área de Ciencias Exactas y Naturales. Sin embargo, hasta hoy, el Poder Ejecutivo nunca oficializó su nombramiento. «La falta de designación de Salvarezza en el directorio del CONICET nos parece una aberración institucional que hay que reparar en el cortísimo plazo», se queja Durán.
En otro orden de cosas, otro tema que causa alarma entre los investigadores es la causa penal en la que se encuentra procesado Ricardo Villalba, ex Director del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA CONICET) en una causa relacionada con el Inventario Nacional de Glaciares y con los derrames producidos por la empresa minera Barrick Gold en la provincia de San Juan. «El trabajo que dirigió Villalba cumple con todos los estándares internacionales, fue auditado y fue aprobado en su momento. Pero como se produjo un hecho de contaminación, en realidad él está siendo injustamente culpado cuando, en realidad, la responsable es la empresa minera», opina la bióloga Irina Izaguirre, investigadora del CONICET y directora del Departamento de Ecología, Genética y Evolución (Exactas UBA). Y remata, indignada: «Se trata de un caso que no tiene antecedentes. Lo que a nosotros nos preocupa es que él está afrontando la causa prácticamente en soledad. Actualmente, se encuentra procesado, con sus bienes embargados y con prohibición de salir del país, lo cual es un disparate. CONICET hizo una defensa tibia, pero no está respondiendo ni legal, ni económicamente».
Los investigadores decidieron mantenerse en constante comunicación y se espera que en las próximas semanas definan las acciones que tomarán para intentar revertir la situación.
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