Vinchucas infectadas
La resistencia de las vinchucas a los insecticidas es el principal problema para el control de la transmisión de la enfermedad de Chagas. Un grupo de investigación se hizo una pregunta simple que, curiosamente, el mundo de la ciencia nunca se había hecho. La respuesta que hallaron cuestiona la manera en la que se formulan los insecticidas y podría ayudar a comprender los procesos que generan esa resistencia.
De uno u otro modo, casi todos sabemos que la vinchuca es un insecto que transmite el mal de Chagas. Lo que quizás no sea tan conocido es que lo que realmente causa la enfermedad es un parásito: el Trypanosoma cruzi.
Con su picadura, la vinchuca puede transmitirnos ese parásito a los mamíferos. Pero, para que ello ocurra, el insecto tiene que estar infectado con el Trypanosoma cruzi. En otras palabras, no todas las vinchucas transmiten la enfermedad. Solo las infectadas con el parásito.
De todas maneras, al momento de aplicar insecticida para eliminar a las vinchucas, nadie puede adivinar cuál insecto está infectado y cuál no lo está. Se rocía el veneno sin discriminar. Como sucede con el uso recurrente de antibióticos, la aplicación repetida de insecticidas puede generar individuos resistentes. Actualmente, la resistencia de las vinchucas a los insecticidas es el principal problema para el control de la transmisión de la enfermedad de Chagas.
Lógicamente, tampoco se puede diferenciar a simple vista qué vinchucas son resistentes a los insecticidas y cuáles se morirán con el veneno. Se rocía, y ya.
Al momento de aplicar insecticida para eliminar a las vinchucas, nadie puede adivinar cuál insecto está infectado y cuál no lo está.
En este contexto, un grupo de investigación del Laboratorio de Fisiología de Insectos (LFI) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, se hizo una pregunta que, por lo simple, puede parecer obvia. Sin embargo, ningún científico la había formulado hasta ahora: ¿Una vinchuca que está infectada con el parásito, es más o menos susceptible al insecticida que se utiliza para matarla? Dicho de otro modo: ¿El parásito afecta la respuesta de la vinchuca al insecticida?
Respuestas desafiantes
En el LFI, trabajan desde hace tiempo estudiando a las vinchucas. Investigan su comportamiento, su sistema sensorial y su resistencia a los insecticidas, buscando desarrollar estrategias de control novedosas y alternativas al uso de insecticidas.
“Hace algunos años, empecé a interesarme por la interacción entre el parásito y el insecto y comprobé con sorpresa que nadie había estudiado si esa interacción tenía algún efecto en la resistencia a los insecticidas”, afirma Gastón Mougabure-Cueto, investigador del CONICET en el LFI. “De ahí surgió nuestra pregunta”, cuenta.
Para encontrar una respuesta, diseñaron un primer experimento en el que utilizaron dos grupos de vinchucas que eran susceptibles al insecticida más utilizado actualmente para el control del insecto. Un grupo había sido infectado con el parásito y el otro no. Ambos grupos fueron expuestos a dosis crecientes del insecticida. “Encontramos que los insectos parasitados son más susceptibles al insecticida. O sea, se mueren más a determinada dosis”, revela Mougabure-Cueto. “Nuestra hipótesis es que el individuo parasitado tendría menos capacidad para metabolizar el tóxico y, por lo tanto, quedaría más insecticida dentro de su organismo”.
Entusiasmados con el hallazgo, decidieron hacer el mismo experimento con vinchucas resistentes al insecticida. El resultado los sorprendió: “Esperábamos que los insectos infectados fueran menos resistentes al insecticida. Sin embargo, no encontramos diferencias significativas entre ambos grupos”.
El equipo encontró que los insectos parasitados son más susceptibles al insecticida, o sea, se mueren más a determinada dosis.
Según el investigador, este resultado no invalida la hipótesis de que el parásito dificultaría la eliminación del tóxico: “Los mecanismos que generan la resistencia al insecticida en las vinchucas podrían estar compensando el efecto del parásito y, por lo tanto, enmascarándolo”, especula.
En cualquier caso, el conjunto de resultados obtenidos podría ayudar a comprender los mecanismos que generan esa resistencia: “Es el primer trabajo que aborda la interacción entre el Trypanosoma cruzi y los procesos toxicológicos relacionados con la acción de los insecticidas sobre las vinchucas”.
El estudio, que fue publicado en la revista científica Acta Tropica y lleva la firma de Patricia Lobbia, Claudia Rodríguez y Gastón Mougabure-Cueto, ofrece otro aspecto relevante porque pone en cuestión la manera en la que se formulan los insecticidas comerciales.
“Todos los estudios previos de efectividad de los insecticidas que realizan los laboratorios para lograr su aprobación por los organismos de control, en este caso la ANMAT, se efectúan sobre insectos de referencia que están en los insectarios y que no están parasitados”, ilustra Mougabure-Cueto, y advierte: “Nuestros resultados sugieren que también tendríamos que evaluar la efectividad de las formulaciones comerciales en insectos parasitados que están en la naturaleza”.