Evolución

Colas al viento

Distintas especies de aves poseen colas muy largas y vistosas. El investigador Diego Tuero encabeza un equipo de trabajo en el que intentan discernir las razones por las cuales esos pájaros desarrollaron esta característica, qué beneficios obtienen de ella y, también, si esas colas les traen aparejado algún tipo de perjuicio.

9 Nov 2018 POR
  • Tijereta
  • Trabajo de campo.
  • Diego Tuero, Martín Fasanelli y Carolina Bruzzese.

Pavos reales, faisanes, tijeretas, aves del paraíso. Diferentes localizaciones, diferentes tamaños y aspectos pero un mismo factor común: aves con colas vistosas que generan un espectáculo de color cuando las despliegan para volar o, especialmente, para seducir a sus parejas.

En el Departamento de Ecología Genética y Evolución, en el marco del Laboratorio de Ecología y Comportamiento Animal (LeyCA), Diego Tomás Tuero lleva adelante una línea de investigación sobre selección sexual y evolución de caracteres sexuales secundarios en aves.

“Mi tema de investigación es la evolución morfológica de las colas de aves. Estudio por qué algunas especies de aves tienen colas extremadamente largas y qué beneficios obtienen de esas colas”, explica Tuero. Para sus estudios, el equipo de investigadores usa como modelo a la Tijereta (Tyrannus savana). Esta es una especie de ave de unos 10 cm de largo, que posee colas que pueden llegar a tener una extensión de casi 30 cm. Además, es un ave migradora, que cada año viaja hasta Colombia y Venezuela recorriendo más de 4.000 km para llegar a su sitio de invernada. “Las preguntas que nos surgen son: ¿Por qué tienen la cola tan larga? ¿El vuelo es afectado por este tipo de cola?”, se cuestiona el investigador.

En el ámbito de la ciencia es sabido que la mayoría de los casos en los que se observan animales con caracteres exagerados, éstos se deben a la selección sexual que actúa como la fuerza evolutiva responsable de su desarrollo. Con las colas extremadamente largas en aves ocurre lo mismo y la principal hipótesis es que las hembras prefieren aparearse con machos con colas largas. Sin embargo, cuando las y los investigadores observan el impacto de estas colas particulares en el vuelo de las aves, lo que creen que van a encontrar es que estas colas lo afectan negativamente.

“Por eso, con nuestro trabajo de investigación esperamos encontrar que las colas exageradamente largas sean el resultado de un proceso evolutivo mediante selección sexual y una marcada preferencia de las hembras por machos que posean colas largas. Esta preferencia se vería reflejada en una rápida obtención de pareja en estos machos o en que tengan un mayor número de cópulas”, explica Tuero.

“Esta preferencia, a su vez, resultaría en rasgos exagerados que no son los óptimos para su función. En este caso particular, las colas extremadamente largas son menos eficientes aerodinámicamente, lo que perjudica el vuelo y, sobre todo, el viaje migratorio. Aun así, algunas colas largas pueden ser ventajosas en otros aspectos del vuelo como es la capacidad de giro, denominada maniobrabilidad.”, agrega.

Tuero sostiene que, para el animal, el costo que implica el entorpecimiento del vuelo, limita de alguna forma la elongación de la cola. “Si esto ocurre, quiere decir que otro mecanismo evolutivo está actuando: la selección natural. Esta última tiende a moldear los rasgos de los organismos en un ambiente dado de manera tal que sea lo más eficiente posible para su función”, afirma. “En resumen, espero encontrar que estas colas pudieron haber evolucionado mediante un mecanismo tanto de selección sexual como de selección natural”, dice.

El equipo de investigación realiza su trabajo principalmente a campo pero, una parte de sus tareas,  también se realiza en laboratorio. “En el campo tomamos medidas morfológicas de los adultos y las relacionamos con su éxito reproductivo. Vemos si individuos con colas más largas poseen más hijos, son mejores padres o tienen una mayor capacidad de forrajeo, cuánto tardan en obtener pareja o la fecha de arribo al sitio reproductivo. También tomamos muestras de sangre de los adultos y de sus crías para estudiar las relaciones de parentesco. Esto es importante porque, en aves, son comunes las cópulas por fuera de la pareja; entonces es esperable, bajo un escenario de selección sexual, que los machos con colas más largas sean los preferidos y tengan una mayor cantidad de hijos extra pareja”, explica el especialista. Para eso extraen ADN y, mediante unos marcadores genéticos llamados microsatélites, pueden asignar la paternidad de los pichones de un nido determinado y, de esta forma, cuantificar cuántos hijos tiene cada individuo.

Otro trabajo a campo que el grupo está comenzando a realizar es medir las fuerzas aerodinámicas que generan la cola y su relación con la maniobrabilidad. “Esto se logra mediante túneles de obstáculos por donde el ave vuela. A mayor maniobrabilidad, menos tiempo tarda en salir del túnel de obstáculos. Para estos experimentos se puede manipular el largo de la cola y estudiar el efecto que tiene sobre este tipo de vuelo. Para eso es necesario capturar a los adultos con redes de niebla (para poder marcarlos con anillos para su identificación y realizarles las mediciones) y buscar sus nidos”, comenta Tuero.

Como ya se ha visto, dos fuerzas evolutivas –la selección sexual y la selección natural– moldean al unísono ciertos rasgos en animales. Ahora, el objetivo es comprender mejor y con más detalle cómo lo hacen.

 

Evolución de caracteres sexuales secundarios en aves

(Departamento de Ecología Genética y Evolución)
Laboratorio 40, 4ºto. piso, Pabellón 2. Tel.: 5285-8627.
http://server.ege.fcen.uba.ar/leyca/index.php/en/
Director: Juan Carlos Reboreda.
Director de la línea: Diego Tomás Tuero.
Tesistas de grado: Martín Fasanelli, Carolina Bruzzese.