Proteína todoterreno
Un estudio demostró que una proteína bacteriana inhibe la infección por el virus Junín, responsable de la fiebre hemorrágica argentina. También podría ser efectiva contra los virus del VIH, hepatitis C, Dengue, Ébola y SARS. La proteína está presente en la superficie de una bacteria utilizada como probiótico en las leches cultivadas.
Descargar archivo MP3 de Sandra Ruzal
Una investigación publicada en la prestigiosa revista científica Biochemical and Biophysical Research Communications prueba que la proteína que envuelve a la bacteria Lactobacillus acidophilus, microorganismo usado para la preparación de leches cultivadas, evita la infección por el virus Junín, agente responsable de la fiebre hemorrágica argentina. Se trata de la S-layer (del inglés Surface-layer, que significa capa superficial), una proteína que forma una especie de malla cristalina que recubre a la bacteria en su parte más externa.
“Este es el primer reporte que muestra que la S-layer es la responsable directa de un efecto antiviral. Hasta ahora, se pensaba que era la bacteria entera la que podía llegar a inhibir la entrada del virus a las células”, afirma la doctora Sandra Ruzal, investigadora del CONICET en el Departamento de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la UBA, autora del trabajo junto a María Guadalupe Martínez, Mariano Prado Acosta y Nélida Candurra.
Los investigadores de la FCEyN obtuvieron la proteína pura a partir de una cepa de Lactobacillus acidophilus utilizada para la fabricación de probióticos, es decir, alimentos con microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, ejercen una acción benéfica sobre la salud.
Se suele promocionar a estos alimentos afirmando que “aumentan las defensas del organismo”. Pero, hasta ahora, no está aclarado cuál podría ser el mecanismo que provocaría ese efecto saludable. En el trabajo publicado por los científicos argentinos parece asomar una respuesta. Se sabe que, para poder infectar, el virus Junín necesita que las células del organismo a invadir tengan en su superficie unos receptores específicos denominados “DC-SIGN”. También se sabe que, en el intestino, el Lactobacillus acidophilus interactúa con esos receptores a través de la S-layer.
Con esta información, los investigadores utilizaron un cultivo de células que expresan DC-SIGN en su superficie para evaluar si la proteína S-layer pura tenía algún efecto sobre el virus Junín. “Comprobamos que la S-layer inhibe la infección viral si se la agrega al cultivo celular antes de añadir al virus, pero que no ocurre lo mismo si se agrega el virus primero. Esto significa que la inhibición se produciría en una etapa temprana del ciclo viral”, explica Ruzal. “Nuestros resultados indican que el efecto inhibitorio no sería por una acción directa de la proteína sobre el virus sino que la S-layer interferiría en la unión del virus al receptor de la célula”, completa.
Se ha demostrado que la presencia del receptor DC-SIGN en la superficie celular también hace susceptible al organismo a la infección por otros virus: VIH, hepatitis C, Dengue, Ébola, SARS y Citomegalovirus. “Los resultados que obtuvimos sugieren que la S-layer podría también inhibir a estos virus”, apunta Ruzal. No obstante, inmediatamente aclara: “Se trata de ensayos en células. Todavía queda un largo camino de investigación para pensar en aplicar estos resultados en seres humanos”.
Trabajos anteriores efectuados por otros investigadores del Área de Microbiología de la FCEyN demostraron que la S-layer también es útil para eliminar metales del ambiente, para matar larvas de mosquitos y como antibiótico contra algunas bacterias patógenas. Todo indica que se trata de una proteína que potencialmente puede resultar en múltiples aplicaciones. “Es relativamente fácil de purificar y de conservar. Estamos tratando de producirla en mayor escala”, anuncia.