Si no lo sabías...

¿Por qué los satélites no se caen?

Responde el doctor Marcelo Otero, investigador del CONICET en el Departamento de Física de Exactas UBA

4 Feb 2015 POR

Satélite

Si arrojamos una piedra horizontalmente, ésta caerá rápidamente al suelo frente a nosotros a pocos metros, debido a la atracción gravitatoria existente entre la piedra y la tierra. Observaremos que su movimiento se curva al caer describiendo una parábola hasta, finalmente, tocar el suelo.

Si lanzamos la piedra con mayor velocidad, veremos que la curva que describe será más amplia y la piedra llegará más lejos.

Pero, ¿qué sucedería si uno pudiera lanzar la piedra con una velocidad tal que la curva que describe la piedra al caer coincidiera con la curvatura de la Tierra y, además, se pudiera eliminar la resistencia del aire que tiende a frenar a la piedra?

La respuesta es que la piedra seguiría cayendo continuamente pero describiendo una trayectoria curva con la misma curvatura de la Tierra, manteniéndose la piedra siempre a la misma altitud y transformándose en un satélite de ella. Para evitar la fricción con la atmósfera, los satélites se lanzan a altitudes de 150 km o más, para estar arriba de la atmósfera y evitar la resistencia del aire.

Por lo tanto, un satélite terrestre es simplemente un cuerpo que cae alrededor de la Tierra en vez de caer hacia ella. Esto es posible siempre y cuando alcance una velocidad tal que su distancia de caída sea coincidente con la curvatura terrestre.

Por lo expuesto, ahora podríamos repreguntar: ¿Quién dijo que los satélites no caen?