Eclipse Argentina 2020

Iluminar el eclipse

Investigadoras e investigadores argentinos se reunieron para dar forma a un proyecto interdisciplinario e interinstitucional para realizar un monitoreo exhaustivo del eclipse solar cuya totalidad podrá verse en un franja del territorio de la Patagonia. Las mediciones, sin precedentes en nuestro país, abarcan desde distintos aspectos del fenómeno astronómico hasta el impacto en la atmósfera terrestre.

13 Dic 2020 POR

El próximo lunes 14 de diciembre la Argentina se convertirá en un escenario privilegiado para disfrutar de uno de los fenómenos naturales más maravillosos y, a la vez, más inquietantes de que se pueda ser testigo: un eclipse total de Sol. Ese día, la sombra lunar cruzará el territorio argentino de oeste a este, creando una franja de totalidad de unos 90 km de ancho, sobre las provincias de Neuquén y Río Negro. La totalidad ocurrirá pasada la una de la tarde, con el Sol muy alto en el horizonte -lo que agregará espectacularidad al evento-, y durará unos dos minutos En el resto del país el eclipse se verá en forma parcial, y la región cubierta del Sol será mayor cuanto más cerca se encuentre de la franja de totalidad.

Este evento astrónomico, no sólo despierta la curiosidad y la fascinación de la mayoría de las personas sino que, además, constituye una ventana de oportunidad única que investigadores e investigadoras no quieren dejar pasar. Es que si bien puede convenirse que los eclipses son acontecimientos relativamente frecuentes, el fenómeno astronómico que está por ocurrir reúne una serie de características específicas que la ciencia argentina no dudó en aprovechar.

“Este es el primer eclipse total, en casi cien años, que se da en verano en Argentina. El último ocurrió en 1927”, señala la astrofísica Laura Morales, investigadora del CONICET en el Instituto de Física del Plasma de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Y se explaya: “Este eclipse va a pasar por una región que es bastante seca, entonces vos podés tener la expectativa de no tener nubes durante su desarrollo y eso no pasa tan seguido. Y a eso le agregamos que va a ocurrir al mediodía, con lo cual nos va a permitir tener un montón de observaciones distintas que Argentina hace mucho tiempo que no realiza por sí misma”.

“Esta es una oportunidad única para nosotros, porque al darse en nuestro país nos brinda la oportunidad de poder desplazar nuestros equipos hasta la franja de totalidad. Nosotros no contamos con los recursos para llevar, en 2023, nuestros dispositivos hasta Australia para volver a medir. Para nosotros es ahora o nunca”, asegura Guillermo Bosch, de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de la Plata.

Atentos a esta situación sin precedentes cercanos, científicas y científicos de diferentes especialidades (física, astrónomía, geofísica, meteorólogía) y de distintas instituciones (CITEDEF, Servicio Meteorológico Nacional, UNLP, Exactas UBA), comenzaron a reunirse, allá por el mes de marzo, para dar forma a un proyecto que apunta a realizar un monitoreo exhaustivo para completar un estudio único de nuestra atmósfera. El objetivo es realizar la mejor caracterización que la ciencia argentina haya hecho sobre un eclipse total en nuestro país.

El monarca y su corona

Foto: Pablo Barrios. Archivo 2019.

El eclipse es el único momento durante el cual puede observarse la corona solar, que es la franja más externa de la atmósfera del Sol. De hecho, así se descubrió su existencia.

«Esta región del Sol emite fundamentalmente rayos X que son invisibles para el ojo humano. Y lo poco que emite de luz visible es muy tenue, y tampoco se puede ver debido a la intensidad de la luz solar. Ahora bien, cuando algo tapa el Sol, todo lo que está a su alrededor, que es tenue, se puede empezar a distinguir”, detalla Morales.

Es cierto que desde hace décadas la corona solar se puede estudiar de diferentes maneras, por ejemplo, utilizando un coronógrafo, que es un dispositivo que se acopla a un telescopio y permite bloquear la luz que emite un objeto central facilitando la observación de lo que hay a su alrededor.

“De todas maneras -explica Morales-, los eclipses nos posibilitan ver detalles de la corona y trabajar en longitudes de onda que los coronógrafos no permiten. Buscamos aprender microdetalles de la corona que hoy no conocemos. Eso realmente nos interesa”.

El paraguas del planeta

El grupo de científicas y científicos de La Plata se va a abocar al estudio de la respuesta que se produzca en la ionósfera y el campo magnético terrestre ante las variaciones rápidas del flujo ionizante solar que se producen durante el eclipse solar. “Lo que tiene de espectacular este eclipse para hacer el estudio es que ocurrirá muy cerca del mediodía y, en el caso de la ionósfera, es cuando alcanza prácticamente el máximo de electrones libres y el efecto que tiene el eclipse sobre la atmósfera es muchísimo más marcado”, se entusiasma Bosch.

La ionósfera es la capa de la atmósfera terrestre que se extiende, aproximadamente, entre los 80 y los 500 km de altitud. Tiene una gran importancia ya que protege a los seres humanos de las radiaciones peligrosas que llegan desde el espacio y, además, resulta clave para el desarrollo de las comunicaciones.

Para llevar a cabo las mediciones, el equipo trabajará utilizando la red de receptores especiales GNSS y llevará hasta la franja de totalidad dos magnetómetros de diferentes tipos, lo que permitirá hacer una medición de características únicas. “ Hasta donde nosotros sabemos va a ser la primera vez que se coloque un magnetómetro en el camino de la sombra del eclipse. Esto, por ejemplo, no se hizo durante el eclipse de Estados Unidos en 2017, y es muy importante porque el efecto que mide es muy intenso cerca de la sombra y va perdiendo intensidad a medida que te alejás. De esta manera vamos a poder captar el efecto máximo del eclipse”, resalta Bosch.

De acuerdo con la planificación realizada, este grupo deberá llegar hasta el lugar elegido unos días antes y retirarse unos días después para realizar las mediciones. De esta manera, los registros obtenidos permitirán comparar el comportamiento de la atmósfera durante el eclipse con lo ocurrido en los días previos y posteriores al evento.

A sol y sombra

Las científicas recuerdan que en las primeras reuniones preparatorias de la iniciativa se dieron cuenta de que no había en la Argentina mediciones del cambio de temperatura que ocurre durante un eclipse. Les pareció algo inaceptable que, al buscar ese tipo de datos, aparece información, por ejemplo, sobre un eclipse en Nigeria pero nada de nuestro país.

Paola Salio, investigadora del Centro del Mar y la Atmósfera (CIMA, UBA-CONICET) y profesora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de Exactas UBA, describe la tarea: “Lo que genera el pasaje de la Luna por delante del Sol es una sombra que se proyecta sobre la superficie terrestre y que genera una diferencia de temperatura entre la superficie irradiada y la no irradiada. Esa diferencia puede ser muy grande y puede llegar a generar circulaciones locales del viento en ese lugar. Eso es, entre otras cosas, lo que queremos medir para después compararlo con lo ocurrido en otros lugares del mundo y ver cómo ha sido la influencia del eclipse en nuestra región en particular”.

Para ello se valdrán de mediciones “in situ” con estaciones meteorológicas y también a partir de un dron que registrará la temperatura y la humedad desde la superficie hasta los 300 metros de altura. “Eso nos va a brindar un buen perfil horizontal y vertical de la temperatura en el momento del eclipse”, subraya Salio.

Además del trabajo en el lugar, los investigadores e investigadoras contarán con el apoyo del satélite GOES 16 de la National Oceanic and Atmospheric Administration de Estados Unidos que fue gestionado por el Servicio Meteorológico Nacional. “Se solicitó un escaneo rápido del satélite que nos va a brindar muchas imágenes, desde el espacio, de la zona del eclipse centrada en Valcheta”, aclara.

A los trabajos ya reseñados se le sumarán investigadores y personal técnico del SMN que, además de temperatura y presión, analizarán las variaciones que ocurrirán en la columna total de ozono durante el eclipse; finalmente, personal del CITEDEF evaluará los componentes eléctricos de la atmósfera.

Un científico que se incorporó en la última etapa del proyecto es Christian Schmiegelow, investigador del Instituto de Física de Buenos Aires (UBA – CONICET). Schmiegelow junto a otros colegas viajará hasta la zona de totalidad para lanzar un globo (el Eclipsor II) a la estratósfera con el que realizarán diferentes mediciones y tomarán fotos del fenómeno a 20 km de altura.

El lugar de los hechos

Foto: Planetario de la Ciudad de Buenos Aires Galileo Galilei. Gentileza Mariano Ribas. Archivo 2019.

Todos los científicos, técnicos y estudiantes que forman parte del proyecto y que viajarán a la franja de totalidad para realizar sus trabajos se encontrarán el lunes 14 de diciembre en la localidad rionegrina de Valcheta. Se trata de uno de los municipios más antiguos de la provincia, ubicado a poco más de 100 km al oeste de Las Grutas.

Ahora bien, ¿por qué eligieron Valcheta? “Buscábamos un lugar alejado de las montañas y que estuviera en plena meseta patagónica -relata Laura Morales-. Gente del Servicio Meteorológico averiguó que, de acuerdo con los registros históricos, Valcheta era la localidad que tenía menores probabilidades de tener nubosidad para esas fechas de diciembre y eso es crítico para nosotros. Además, Valcheta tiene escuela y varios gimnasios donde nos podemos acomodar. Todas estas características lo convirtieron en el lugar indicado”.

“Desde el principio contamos con el apoyo de la municipalidad de Valcheta. Aun cuando, debido a la pandemia, no sabíamos si íbamos a poder viajar, las autoridades comunales siguieron preparando el predio adonde nos vamos a instalar. Les estamos muy agradecidos”, completa Bosch.

Eclipse y después

Todo está dispuesto, hasta el pronóstico meteorológico, para que este lunes se convierta en una jornada extraordinaria, durante la cual, científicas y científicos argentinos logren llevar a cabo una caracterización extensa de un eclipse total como nunca antes se hizo en el país. Con muchas mediciones que se realizarán por primera vez en el territorio nacional y alguna que será única a nivel global.

¿Qué se hará con toda la información recolectada? “Nuestra expectativa de máxima es lograr posicionar la ciencia que hagamos el día del eclipse en las mejores revistas internacionales. Ese es nuestro objetivo, tener publicaciones de relevancia y que nuestras mediciones queden como un parámetro importante para quienes busquen una caracterización de un eclipse total al mediodía”, cierra Morales con fundado optimismo.