El testimonio ciudadano muchas veces es la única forma de verificar una amenaza meteorológica y conocer su impacto. Por eso, un equipo internacional de expertos junto a entusiastas de la meteorología desarrollaron un mapa con datos para América del Sur que se alimenta de los reportes de la gente. Su objetivo es comprender los fenómenos meteorológicos extremos y construir sistemas sólidos de alerta temprana.
Paola Salio
El 15 de noviembre de 2002 comenzaba un experimento inédito para la región. Con globos sondas, pluviómetros y hasta un avión cazahuracanes se pudo medir la corriente de chorro en capas bajas de Sudamérica, responsable de eventos meteorológicos extremos en el norte y centro del país. Cuatro reconocidas investigadoras que participaron de aquella iniciativa explican por qué sus resultados modificaron el paradigma de los pronósticos meteorológicos en el Cono Sur.
Investigadoras e investigadores argentinos se reunieron para dar forma a un proyecto interdisciplinario e interinstitucional para realizar un monitoreo exhaustivo del eclipse solar cuya totalidad podrá verse en un franja del territorio de la Patagonia. Las mediciones, sin precedentes en nuestro país, abarcan desde distintos aspectos del fenómeno astronómico hasta el impacto en la atmósfera terrestre.
Ya persiguieron durante semanas a algunas de las tormentas eléctricas más intensas del planeta, que tienen lugar en nuestro país. Ahora, estos científicos y científicas de Estados Unidos, Brasil y la Argentina se reunieron en Ciudad Universitaria para evaluar la información obtenida y los pasos a seguir del Proyecto RELAMPAGO-CACTI, que busca mejorar la predicción de estos violentos fenómenos.
Se presentó oficialmente un ambicioso proyecto científico: RELAMPAGO. Córdoba y Mendoza recibirán investigadores de Estados Unidos, Brasil y la Argentina quienes, durante varios meses, estudiarán las tormentas más poderosas del mundo. El objetivo: mejorar los pronósticos meteorológicos para prevenir daños.
Una nueva herramienta para dispositivos Android y iPhone permite reportar los fenómenos meteorológicos que estén viviendo los usuarios. La información abastece una base de datos que hace posible optimizar las predicciones y lograr alertas más precisas de condiciones peligrosas. El propósito es crear una comunidad de observadores voluntarios. Ya suman más de 4.500 usuarios.