Óptica anticriminal
Un equipo de investigación desarrolló un método que permite revelar huellas dactilares que no son observables a simple vista. Se trata de una técnica que, además de ser económica, tiene la ventaja de que no contamina ni destruye el objeto que puede servir como prueba judicial. El método también es útil para revelar adulteraciones en documentos.
Las series policiales suelen mostrarnos desde la ficción el trabajo que realiza la policía científica en el lugar en el que se produjo un homicidio. Es habitual que aparezcan individuos enfundados en uniformes blancos que recorren la escena del crimen buscando rastros que pudiera haber dejado el asesino. Se los ve revisando el cadáver, filmando y sacando fotografías o colocando señaladores amarillos numerados en el piso para marcar los sitios donde se encontró la evidencia. Si el delito ocurrió en una vivienda, es probable que haya investigadores dedicados a pincelar vasos, picaportes y otros objetos con un polvito que revela huellas dactilares, si las hubiere.
“Se llaman polvos reveladores. Es un método típicamente destructivo de revelado, porque vos estás de algún modo no solo contaminando la muestra con el polvo, sino que corrés el riesgo de que el método no funcione y ya le hiciste daño al objeto. Y cada elemento de evidencia es valiosísimo en sí mismo, no es reemplazable”, consigna Emanuel Chironi, licenciado en criminalística y doctor en Física. “Nuestro método no solo no es destructivo sino que, además, es muy económico. Y funciona mejor que otros métodos no destructivos cuando se aplica sobre superficies lisas muy pulidas, tipo espejo, como, por ejemplo, tarjetas de identificación, vidrio o fotografías”.
Los polvos reveladores son un método destructivo porque no solo se está contaminando la muestra con el polvo, sino que también se corre el riesgo de dañar el objeto.
Chironi se refiere a un método desarrollado en el Laboratorio de Óptica y Fotónica (LOF) del Departamento de Física de Exactas UBA que permite revelar huellas dactilares latentes, es decir, que no son visibles a simple vista. Se trata de un ensayo piloto exitoso que fue publicado en la revista científica Science & Justice.
Luz reveladora
Una de las maneras de hacer visible algo que no es visible es generar un contraste entre el objeto que se quiere revelar y el fondo. Por ejemplo, un objeto rojo sobre un fondo del mismo color puede pasar inadvertido. Pero si lo colocamos sobre un fondo blanco su presencia se hará evidente.
Con las huellas dactilares latentes puede lograrse lo mismo bajo determinadas condiciones: “Si iluminás adecuadamente con luz polarizada, no solamente vas a poder hacer que se vea esa huella que con luz natural no verías, sino que además la vas a poder desacoplar del fondo”, explica Chironi. “Y esto es muy importante porque, muchas veces, debajo de la huella dactilar vas a tener un fondo multicoloreado o un diseño, como por ejemplo un texto o una imagen en una fotografía, y esa superposición te complica el trabajo posterior de identificación”, comenta.
El método de revelado de huellas dactilares latentes ensayado en el LOF se vale de las alteraciones que se producen en la luz polarizada cuando interacciona con la materia.
El método de revelado de huellas dactilares latentes ensayado en el LOF se vale de las alteraciones que se producen en la luz polarizada cuando interacciona con la materia: “Nosotros medimos las modificaciones que provoca el material en el estado de polarización del haz de luz con el que interactúa y eso finalmente nos permite generar una imagen que contrasta con el fondo”.
Chironi cuenta que ya hubo intentos anteriores de otros grupos de investigación para utilizar las propiedades de polarización de la luz en el revelado de huellas dactilares latentes: “El problema es que trabajaban de una manera que obligaba a que el ángulo de observación fuera muy inclinado, entonces la huella digital te quedaba muy inclinada. Nosotros logramos que nuestro método dé buenos resultados con ángulos muy cercanos a los 90 grados, entonces la foto es prácticamente perpendicular a la superficie y tenés muy poca distorsión de la imagen”.
Proceso de optimización
Hace pocas semanas, la revista científica Journal of Forensic Sciences publicó un nuevo trabajo efectuado en el LOF en el que aplican la luz polarizada para revelar adulteraciones en documentos. “Nuestro método pone en evidencia borraduras, obliteraciones y el uso de tintas diferentes que no pueden ser distinguidas por el ojo humano”, destaca Chironi.
Tras recordar que se trata de una técnica muy económica y no destructiva, el investigador agrega una nueva ventaja; en este caso, logística: “Nuestro método es particularmente portable”, subraya.
Este método también pone en evidencia borraduras, obliteraciones y el uso de tintas diferentes en un documento que no pueden ser distinguidas por el ojo humano.
La portabilidad cobra importancia si se consideran las condiciones en las cuales se trabaja: “En la Argentina hay aparatología que permite hacer todo lo que nosotros hacemos con nuestro método con niveles de calidad iguales o, incluso, superiores. Pero el costo de ese dispositivo es muy muy alto. Lo tienen la Corte Suprema, la Policía Federal, la Policía de la Ciudad y Gendarmería. Tener que mandar a analizar un documento a Buenos Aires en un país federal que está lleno de laboratorios no está bueno”.
– ¿Cómo sigue el proyecto?
-Terminamos con muy buenos resultados la etapa piloto y ahora comenzamos el proceso de optimización. Porque todavía hay parámetros optimizables. Por ejemplo, en la línea de las huellas dactilares nos gustaría trabajar con una mayor cantidad de voluntarios.
– ¿Voluntarios?
-Si. Porque las huellas están hechas de secreciones corporales y esas secreciones corporales tienen una cierta variabilidad: varían según la edad, según los hábitos alimenticios, según el género, según el ambiente. Entonces, para que un método funcione, para que tenga cierta relevancia, no te alcanza con un solo donante, con una sola persona que aporte muestras de sus huellas digitales, necesitas varias personas. Entonces, una de las cosas que distingue a las pruebas piloto de otro tipo de pruebas es la cantidad de voluntarios. Por ejemplo, en una prueba piloto con cinco o seis voluntarios estás bien; pero para un estudio de optimización podés necesitar de diez a veinte voluntarios.
Los trabajos publicados en Science & Justice y en el Journal of Forensic Sciences los firma Emanuel Chironi junto con Claudio Iemmi, investigador del CONICET y director del Laboratorio de Óptica y Fotónica.