Otra virtud del cannabis
Un grupo de investigación demostró que el cannabidiol, uno de los principios activos de la planta de marihuana, inhibe la replicación de diferentes tipos de virus. También mostraron de qué manera actuaría esta sustancia para provocar esa inhibición.
Se la usa, entre otras cosas, para aliviar el dolor crónico, para ayudar a controlar las náuseas y los vómitos provocados por la quimioterapia y, también, para estimular el apetito de quienes, debido a ciertas enfermedades, no comen suficiente y pierden peso. Hablamos de Cannabis sativa, popularmente conocida como marihuana, una planta que se utiliza con fines recreativos y medicinales desde hace milenios.
Su uso como opción terapéutica se aprovecha, principalmente, de su composición en cannabinoides, de los cuales el tetrahidrocannabidiol (THC) y el cannabidiol (CBD) son los más abundantes.
El CBD –que a diferencia del THC no tiene efectos psicoactivos– es un compuesto que se utiliza como opción terapéutica para tratar la epilepsia refractaria. Además, se sabe que actúa como antioxidante y antiinflamatorio. También, hay estudios que muestran que el CBD podría tener actividad antitumoral.
El cannabidiol es un compuesto que se utiliza para tratar la epilepsia refractaria. Además, se sabe que actúa como antioxidante y antiinflamatorio.
Ahora, un trabajo científico efectuado por un grupo de investigación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (Exactas UBA) demostró que el CBD inhibe la replicación de un montón de virus. También, expuso un probable mecanismo por el cual se produciría ese efecto antiviral.
“No estaba en mis planes estudiar al cannabidiol como molécula antiviral”, confiesa Cybele García, investigadora del CONICET y directora del Laboratorio de Estrategias Antivirales (LEA) de Exactas UBA. “Este trabajo es el resultado de la iniciativa de una estudiante de doctorado”, subraya.
Paradoja viral
Agostina Marquez se graduó de bioquímica en la Universidad de Mar del Plata y tenía planeado realizar su doctorado en Exactas UBA. Iba a trabajar en el LEA y su tema de investigación apuntaba al desarrollo de nuevas estrategias antivirales para el tratamiento de las infecciones causadas por el virus Zika. Pero el comienzo de la pandemia de coronavirus impidió el viaje.
Paradójicamente, el aislamiento obligatorio por un virus posibilitó el desarrollo de una estrategia antiviral inesperada: “Durante el 2020, Agostina se quedó en Mar del Plata haciendo simulaciones bioinformáticas con diferentes compuestos naturales para tratar de predecir si algunas de esas moléculas podían ser candidatas para bloquear al virus Zika. De ahí salió una lista de compuestos naturales, entre los cuales estaba el cannabidiol”, recuerda García, y sigue: “También por propia iniciativa, Agostina contactó al grupo de Cristina Ramírez, de la Universidad de Mar del Plata, que purifica cannabidiol. Así es como conseguimos la molécula purificada”.
El equipo observó que el cannabidiol también inhibe la replicación de los virus de Zika, dengue, fiebre amarilla y también del herpes, poliovirus y adenovirus.
Con el levantamiento de las restricciones, en el LEA empezaron a probar si el cannabidiol tenía algún efecto antiviral contra el Zika: “Comprobamos que, efectivamente, el cannabidiol inhibe la replicación del virus Zika en diferentes tipos de células en cultivo”, afirma García.
Ese resultado positivo los llevó a ampliar el estudio a otros virus muy parecidos, de la misma familia que el Zika, como el dengue y el virus de la fiebre amarilla: “Constatamos que el cannabidiol también resulta efectivo contra esos dos virus. Y entonces probamos con el Chikungunya, y ocurrió lo mismo”.
Fue así que decidieron probar con virus de estructuras muy distintas: “Vimos que el cannabidiol también inhibe la replicación del herpes, del poliovirus y del adenovirus”, revela García.
Surgía ahora una nueva pregunta: ¿Cómo hace el cannabidiol para ejecutar su acción antiviral?
Defensas compactas
Varios estudios muestran que el cannabidiol estimula la respuesta inmune de las células a través de la producción de interferón. “Hicimos algunos experimentos para confirmar que la acción antiviral del cannabidiol se debe a que estimula la producción de interferón. Pero vimos que también actúa como antiviral en sistemas celulares donde no se produce interferón”, explica García.
En definitiva, el cannabidiol no actúa sobre los virus, sino que actúa sobre las células.
La explicación del mecanismo antiviral del cannabidiol no estaba en el interferón. “Tenía que ser algo restrictivo por igual para todos estos virus”, acota.
Entonces, revisaron la bibliografía, leyeron un montón de papers y encontraron un artículo científico que nada tenía que ver con los virus, pero que les daba una pista: “Es un estudio biofísico que postula que el cannabidiol se intercala en las membranas celulares desplazando al colesterol y, de esa manera, reduce la fluidez de las membranas celulares, haciéndolas más compactas, más rígidas”.
Ahora sí había una posible explicación para la acción antiviral de amplio espectro del cannabidiol. Porque para entrar en una célula e infectarla el virus tiene que atravesar la membrana celular. Y también después, una vez que se replicó y las nuevas partículas virales quieren salir de la célula, tienen que volver a atravesar la membrana. “Si los virus se encuentran con membranas que son más compactas les va a costar replicarse, porque no pueden ingresar ni salir de la célula de manera eficiente”, señala García.
Para tratar de confirmar esta hipótesis, efectuaron algunos estudios con técnicas de microscopía: “Pudimos ver que, efectivamente, las membranas tratadas con el cannabidiol tienen alterada su permeabilidad para los virus”.
En definitiva, el cannabidiol no actúa sobre los virus, sino que actúa sobre las células. “Si bien todavía tenemos que realizar más estudios para confirmarlo, nosotros postulamos que este sería el mecanismo principal operante en la actividad antiviral del cannabidiol”, sostiene García. “Nuestro trabajo es el primero que demuestra, in vitro, la efectividad del cannabidiol como antiviral de amplio espectro”, puntualiza, y termina: “El hecho de que el Cannabis ya haya atravesado ensayos clínicos y que, en varios países, esté autorizado su uso terapéutico, puede facilitar el camino para que el cannabidiol se use como antiviral”.
El equipo
El trabajo, que acaba de publicarse en la revista científica Cannabis and Cannabinoid Research, lleva la firma de Agostina Marquez, Josefina Vicente, Eliana Castro, Daiana Vota, María Soledad Rodríguez-Varela, Priscila Ailín Lanza Castronuovo, Giselle Magali Fuentes, Alejandro Parise, Leonardo Romorini, Diego Alvarez, Carlos Bueno, Cristina Ramirez, Agustina Alaimo y Cybele García.