Sociofísica

De átomos y de personas

Se llevó a cabo en Ciudad Universitaria un encuentro internacional sobre ciencias sociales computacionales. Se trata de un área del conocimiento de la que participan desde informáticos y físicos hasta sociólogos y economistas. NEXciencia dialogó con el prestigioso investigador español Maxi San Miguel quien explicó qué aporte pueden hacer los físicos a las ciencias sociales y sorprendió al señalar que átomos y personas, a veces, no son tan diferentes como pensamos.

12 Dic 2016 POR
ola_estadio_N

Según San Miguel, hay fenómenos colectivos, en los cuales, el comportamiento de los hombres es igual al de las partículas. Por ejemplo: la «ola» en un estadio de fútbol es un fenómeno colectivo social que se puede estudiar con leyes de Newton.

http://nexciencia.exactas.uba.ar/audio/MaxiSanMiguel1.mp3
Descargar archivo MP3 de Maxi San Miguel

http://nexciencia.exactas.uba.ar/audio/MaxiSanMiguel2.mp3
Descargar archivo MP3 de Maxi San Miguel

http://nexciencia.exactas.uba.ar/audio/MaxiSanMiguel3.mp3
Descargar archivo MP3 de Maxi San Miguel

El evento tuvo lugar en el Pabellón I de Ciudad Universitaria y fue organizado por  el Centro Latinoamericano de Formación Interdisciplinaria (CELFI) del MINCyT y Sociofísica Argentina, con el apoyo del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y de la Asociación Física Argentina (AFA). El nombre de la convocatoria: SoFiA: Latin American School on Data Analysis and Mathematical Modeling of Social Science. El objetivo de la actividad era poner en conocimiento de estudiantes de posgrado e investigadores jóvenes las principales líneas de investigación actuales a nivel mundial en las llamadas «Ciencias Sociales Computacionales». Se trata de un área relativamente nueva y netamente interdisciplinaria abocada al estudio de la dinámica y la formación de patrones originados por procesos sociales colectivos, que involucran a grupos de personas y sus interacciones sociales.

«Todo esto se originó con la cibernética, luego vino la teoría de sistemas, la sinergética, luego sistemas complejos y ahora hay lo que se llama Global System Science. Todo tiene el mismo espíritu: no ver las cosas desde el lugar reduccionista de los elementos individuales sino del comportamiento global. Ahora, ¿qué hay de nuevo en todo esto últimamente? Dos cosas. Una: la cantidad de datos,  lo que se llama, ‘huella digital’,  todo lo que hacemos con nuestro teléfono móvil, cuando nos comunicamos con Internet, utilizamos tarjeta de crédito, otra tarjeta para ir en el subte, todo eso queda registrado, lo que se llama Big Data. El desafío pasa por ver cómo extraer, de todos esos datos, información, y de esa información, conocimiento. La otra novedad es, al menos en Europa, el uso que se quiere hacer de ello para diseñar políticas, es decir, para que aquellos que tienen que tomar decisiones políticas, tomen decisiones mejor informados».

La detallada explicación es brindada por Maxi San Miguel, uno de los expertos internacionales especialmente invitado para participar del encuentro. San Miguel es catedrático de la Universidad de las Islas Baleares y director del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos y, en 2010, fue distinguido con la medalla de la Real Sociedad Española de la Física. Durante la mayor parte de su trayectoria profesional se dedicó a trabajar en temas más tradicionales de la disciplina, como materia condensada, sin embargo, unos años atrás decidió dejar de lado su zona de confort y darle un giro a su carrera para ingresar en el áspero terreno de las ciencias sociales.

"Margaret Thatcher decía: 'la sociedad no existe, sólo existen los individuos'. Es un grave desconocimiento de lo que es un fenómeno emergente", afirma San Miguel. Foto: Diana Martinez Llaser. Exactas Comunicación.

«Margaret Thatcher decía: ‘la sociedad no existe, sólo existen los individuos’. Es un grave desconocimiento de lo que es un fenómeno emergente», afirma San Miguel. Foto: Diana Martinez Llaser. Exactas Comunicación.

– ¿Qué lo llevó a dedicarse a aplicar herramientas de la física para entender fenómenos sociales?

– Recuerdo unas vacaciones de verano en España, me había llevado un libro del politólogo Robert Axelrod. Lo empecé a leer y llegué a la conclusión de que aquello yo lo sabía hacer mejor (risas). Y bueno, pues creí que valía la pena hacerlo. El propósito de la ciencia es intentar entender lo que uno no entiende y creo que, lo que menos entendemos hoy en día, es el comportamiento social. Lo que pasa es que las ideas no son tan originales y, simultáneamente, hubo otras personas del campo de la física, algunos anteriores a mí, que tuvieron esa idea y, por lo menos en Europa, empezaron a abrirse un camino.

¿Qué herramientas de la física pensó que podían aportar al entendimiento de lo social?

– Todo lo que sabemos de modelos colectivos, de fenómenos cooperativos, de autocooperación, de lo mucho que se ha hecho en mecánica estadística. Es decir, ver a los individuos, que pueden ser átomos, moléculas, lo que sean, y estudiar cómo a partir de sus interacciones emergen cosas que no son reducibles al mero comportamiento individual. A mí me gusta recordar la frase de Margaret Thatcher. Ella decía: «la sociedad no existe, sólo existen los individuos». Es un grave desconocimiento de lo que es un fenómeno emergente. La sociedad tiene instituciones, tiene fenómenos generales, tiene normas, todo eso no reducible a un individuo. Lo importante es el resultado de las interacciones. En eso, los físicos tenemos una cierta experiencia.

– Cualquier ciudadano podría objetar: «pero San Miguel, ¿qué tiene que ver un átomo con una persona?»

– Eso no siempre es cierto. Hay ejemplos de fenómenos colectivos en los cuales el comportamiento de los hombres es igual al de las partículas. Por ejemplo: la ola en un estadio de fútbol es un fenómeno colectivo social. Eso se puede estudiar con leyes de Newton. Otro: Lo que pasó durante la inauguración del Puente del Milenio en Londres: las personas empezaron a caminar al mismo ritmo, el puente empezó a oscilar y se vieron obligados a clausurarlo. Se dio un fenómeno a partir de que la gente se autoorganizó marcando el paso de manera conjunta, eso es un fenómeno social. También lo que pasa en la Meca cada año, con las multitudes que se dirigen allí. Se producen unas ondas de presión y eso se describe por teoría cinética. Por tanto, no es cierto que no hay comportamientos colectivos sociales en los que las personas no se comporten como partículas. Dicho esto, es obvio que hay muchos otros fenómenos en los que, además de ese comportamiento, hay incentivos, estrategias, objetivos, sentimientos y todo eso hay que tenerlo en cuenta y, por lo tanto, hay que modelizar algunas cosas de maneras distintas. Un ejemplo muy sencillo que siempre pongo es que yo puedo decir que soy amigo tuyo pero tú a lo mejor lo ves de otra manera. Entonces, la llamada «tercera ley de Newton de acción y reacción» no funciona. Hay diferencias profundas, por supuesto, algunas de las cuales todavía no sabemos como modelizar. Para mí, la principal es el concepto que en inglés se llama meaning. Los físicos siempre han pensado que lo único importante son los hechos, pues por mucho que yo lo piense eso es una tontería. Los políticos, que en algunas cosas son más inteligentes que los físicos -en pocas-, eso lo saben hace mucho tiempo. Lo que mueve a las sociedades no son los hechos, sino la interpretación de los hechos. El mismo hecho es interpretado por diferentes personas de manera muy distinta. ¿Cómo se incorpora eso en una modelización? Eso es lo que hay que ver. Ahora, lo que pasa es que hay muchos fenómenos de tipo colectivo en los cuales lo que emerge es independiente de muchos detalles. Lo que hay que saber es qué detalles son importantes y cuáles no. Si la manzana de Newton se cae, uno puede decir: «¡Cuidado! Este es un modelo recontra simplificado. Es que la manzana que se está cayendo es de color verde y el suelo donde se cae es de hierba y todo eso no está puesto en tu modelo». Es que es irrelevante. Entonces, hay un problema de elección de variables, de saber qué cosas del nivel microscópico son relevantes y cuáles no, para que aparezca un determinado fenómeno social.

– Pero, ¿se pueden extrapolar conceptos de la física al mundo social?

– Yo no sé que es la física, sé lo que es un físico. Y te digo algo que ha dicho bastante gente como el presidente de la Sociedad Americana de Física: «la física es lo que los físicos hacen». Lo primero que hay que decir es que lo que los físicos aportan a otras ciencias no es que sepan matemáticas, es una actitud de cómo abordar y entender un problema. La actitud de que para poder entender los problemas hay que empezar desde cosas sencillas y construir sobre eso. Los físicos y, particularmente, los físicos estadísticos han aprendido lo que son los fenómenos colectivos. Y han aprendido que los fenómenos colectivos son fenómenos emergentes que no dependen de los elementos individuales. Ejemplo: las bandadas de pájaros que crean esas formas tan particulares, uno no aprende más de eso sabiendo más acerca de cómo es un pájaro. Otro: el cerebro, desde una postura materialista militante, no es más que una colección de neuronas. Pero no, es un fenómeno emergente que aparece de la interacción entre las neuronas. Eso lo hemos aprendido. Los físicos tienen dos aptitudes: analizar datos y hacer modelos. Y esas son las dos cosas que están en juego. La clave en estos temas es la conexión entre lo micro y lo macro. Y en eso, los físicos, y sobre todo los físicos estadísticos, tenemos una tradición.

Los físicos consideran que los sistemas marchan hacia el equilibrio final, la entropía máxima. ¿El sistema social podría seguir el mismo comportamiento?

– Sí, la muerte. Te cuento una discusión con un economista. Yo estaba dando una charla y, al final, me dice: «Pero tu estás mirando un estado transitorio, no estás mirando el equilibrio». Para mí lo único importante es mi transitorio, mi equilibrio me tiene sin cuidado, ya sé que voy a morir (risas). Entonces, la búsqueda de esos equilibrios que plantea la economía… bueno, se trata de un sistema dinámico. Yo entiendo que las relaciones socioeconómicas son relaciones de no equilibrio. En la economía los problemas son dinámicos, es claro, hay cracks, hay booms, hay subas, hay bajas, que no existirían en un estado estacionario. Eso no existe en la historia. Está bien, a los físicos nos dicen que somos los de la vaca esférica pero, conociendo a algunos economistas, no sé quién de los dos es más el de la vaca esférica.

Maxi San Miguel. Foto: Diana Martinez Llaser. Exactas Comunicación.

«Los físicos hemos aprendido que los fenómenos colectivos son fenómenos emergentes que no dependen de los elementos individuales», asegura San Miguel. Foto: Diana Martinez Llaser. Exactas Comunicación.

– ¿Se ha producido, a partir de este tipo de trabajos, un choque cultural con los científicos sociales?

– Yo creo que se están redefiniendo nuevos campos de trabajo interdisciplinar con gentes que vienen de sitios distintos. Dicho esto, que es la versión positiva, siempre hay gente que se cree que tiene la propiedad de un cierto campo, que te dice: “tu aquí no puedes entrar”. Entre los sociólogos, yo he visto resistencia por emplear una serie de métodos cuantitativos que no están en la formación de algunos, por lo tanto, no se sienten cómodos con ello. Pero he encontrado a bastantes sociólogos de mentalidad abierta con ganas de entender y ver cómo incorporar cosas. El mundo de los economistas es más cerrado. Les cuento una anécdota: la primera vez que envié un artículo a una revista de economía me lo rechazaron con una sola frase: el artículo no contiene ningún teorema. Pero eso es una mentalidad, de que la economía, en lo relacionado con el mundo real, tiene que basar su conocimiento en teoremas. Cuando, en realidad, cualquiera que piense sabrá que las matemáticas son tautológicas. En matemática, no hay ninguna verdad que no esté en las hipótesis, por lo tanto es pura tautología, no hay conocimiento nuevo. Bueno, pues esa es la forma de pensar de mucho economista ortodoxo.

– ¿Cómo evalúa el futuro de la sociofísica?

– Yo creo que se ha llegado a crear un nuevo campo. Quizás el nombre que hoy va haciendo fortuna en muchos sitios es el de Computational Social Science, con gente que viene con backgrounds y conocimientos distintos. Y tiene un gran futuro por tres cosas. Uno: hay preguntas científicas fundamentales, que implican un gran desafío intelectual, que hay que abordar y entender dentro de los fenómenos socioeconómicos. Segundo: la existencia de una descomunal cantidad de datos, el Big Data. Y tercero: por ser un tema de relevancia social y que tiene que ver con la toma de decisiones a partir de una mayor información acerca de cuales son las consecuencias de las distintas políticas. Es cierto que hay un poco de resistencia por temor a lo del big brother, al control de la sociedad. A mí entender es al contrario, cuanto más conocimiento público haya de cómo son los mecanismos de los fenómenos sociales colectivos, menos mal uso se podrá hacer de ellos. Esas tres patas hacen de éste un campo de gran futuro.