Madre Tierra

En el Grupo de Geofísica Aplicada y Ambiental (GAIA) los investigadores dirigidos por Ana Osella utilizan distintos métodos de prospección que les permiten caracterizar la sub-superficie en forma precisa y no invasiva; por eso se aplican en hidrogeología, minería, arqueología, geomorfología y estudios de impacto ambiental.

13 Jul 2012 POR

Ana Osella y su grupo de investigación. Foto: Diana Martinez Llaser

En la mitología griega, Gaia es la diosa de la Tierra, la Madre Tierra, pero también es la forma en la que ha decidido nombrarse el grupo de investigación que se dedica a estudiarla. El Grupo de Geofísica Aplicada y Ambiental (GAIA) que dirige Ana Osella tiene su interés puesto en investigar a esta tierra que es, a la vez, madre y objeto de estudio.

La Geofísica Aplicada y Ambiental permite el desarrollo y aplicación de métodos que sirven para caracterizar las propiedades físicas del subsuelo. De esta manera se pueden analizar procesos geológicos, explorar recursos naturales, caracterizar acuíferos y hallar aplicaciones ambientales.

“Los métodos geofísicos son muy utilizados en exploración de recursos naturales. En los últimos años, además, se ha dado especial énfasis en su aplicación para resolver problemas ambientales y culturales, porque presentan un enorme potencial en cuanto a su capacidad para caracterizar en forma precisa y a la vez no invasiva la sub-superficie. Tienen un amplio campo de aplicación en hidrogeología, arqueología, geomorfología y áreas relacionadas con estudios de impacto ambiental”, explica Osella.

En muchas ocasiones, las propiedades del suelo hacen que la detección del nivel freático resulte imprecisa o inefectiva; por ejemplo, en suelos arcillosos. En el caso de derrames de líquidos contaminantes, la dificultad en la detección aumenta, por ejemplo, cuando el espesor de la pluma es pequeño. “Por eso es especialmente necesario el desarrollo de nuevas metodologías para adquisición y análisis de datos que permitan mejorar los resultados obtenidos”, sostiene Osella. “La caracterización tridimensional de contaminantes en el subsuelo y de su impacto sobre el agua subterránea mediante métodos geofísicos puede proveer información que reduzca las posibilidades de remediaciones incompletas. También, en el caso de acuíferos someros, un mapeo rápido y eficiente del nivel freático facilitaría, por ejemplo, la realización de agricultura de precisión, incluyendo siembra inteligente, la cual optimiza el rendimiento de las cosechas y permite un manejo sustentable de los recursos”, agrega.

El equipo realiza un amplio rango de tareas, que incluyen desarrollos teóricos, simulaciones por computadora, experiencias controladas en el laboratorio y prospección de suelos en campo. “En cuanto a las tareas teóricas, nos centramos en el desarrollo de metodologías que permitan resolver problemas concretos. Por ejemplo, la detección de estratos u objetos enterrados que presenten propiedades físicas con muy bajos contrastes respecto de su entorno, la evaluación de la influencia de factores tales como la topografía, los objetos o construcciones cercanas, las emisiones de radio y televisión, etcétera. En general, estos estudios incluyen la generación y propagación de ondas elásticas y electromagnéticas, o la difusión de este tipo de campos en distintos tipos de medios. También desarrollamos códigos de procesamiento y visualización de datos”, explica la investigadora. La simulación en computadora permite a los investigadores estudiar métodos geofísicos para una amplia variedad de configuraciones metodológicas y de suelos. En el laboratorio, también utilizan muestras de suelo para hacer estudios a escala y realizar ensayos de los métodos que utilizarán en las tareas de campo, que incluyen distintos tipos de entorno: rural, urbano e interior de construcciones. Allí realizan las mediciones planeadas en el laboratorio, utilizando los equipos adecuados para cada tarea. “Mapeamos contrastes en las propiedades físicas de los sustratos o cuerpos enterrados y, como los materiales tienen distintas respuestas frente a los distintos tipos de excitación, para mejorar la resolución y disminuir la ambigüedad de las soluciones, solemos aplicar conjuntamente varios métodos de prospección o emplear variantes metodológicas de manera que los resultados se complementen entre sí”, explica Osella. Los investigadores analizan la respuesta que genera el medio frente a distintos tipos de fuentes de excitación elástica, electromagnética o eléctrica y luego desarrollan modelos para generar imágenes 3D del subsuelo. Para ello emplean, entre otros, métodos geoeléctricos, polarización inducida, georradares y, en menor escala, métodos sísmicos como reflexión y refracción.

El equipo que dirige Osella forma parte del Sistema de Oferta Científica de la Facultad ofreciendo servicios en temas relacionados a la aplicación de métodos de prospección, por ejemplo, para detección de estructuras enterradas, para estudios de impacto ambiental o caracterización  y monitoreo de contaminantes por derrames. “Trabajamos bastante es en arqueo-geofísica, generalmente con organizaciones que se ocupan de la preservación del patrimonio cultural. De hecho, uno de los últimos trabajos lo hicimos en la Manzana de las Luces. Fue importante estar trabajando en un lugar tan afín, precisamente sobre el patio donde funcionaba la antigua sede de nuestra Facultad”, cierra Osella.

 

Grupo de Geofísica Aplicada y Ambiental
(Departamento de Física)
 
 

Pabellón I, P.B. Tel.: 4576-3390, interno 833.

Dirección: Dra. Ana Osella

Integrantes: Matías de la Vega, Patricia Martinelli, Néstor Bonomo, Ernesto López, Victoria Bongiovanni, Vivian Grunhut

Tesista de doctorado: Fabiana Robledo