Alerta amarilla

Explosiones en el Peteroa

El volcán situado, en el sur de la provincia de Mendoza y en el límite con Chile, está produciendo una serie de explosiones, que están siendo monitoreadas atentamente por científicos del país trasandino y de la Argentina.

19 Dic 2018 POR
La dispersión de la cenizas no supera un radio de 50 o 60 kilómetros respecto del volcán, y no está afectando, por el momento, localidades cercanas, ni rutas aéreas.

La dispersión de la cenizas no supera un radio de 50 o 60 kilómetros respecto del volcán, y no está afectando, por el momento, localidades cercanas, ni rutas aéreas.

“El volcán Peteroa está ahora con una serie de explosiones que llamaron la atención y están apareciendo en los medios. Ya venía emitiendo gases desde el cráter principal, hace año y medio o dos, cuando empezó a incrementar el flujo de emisión gaseosa y la actividad sísmica. Desde ese momento se encuentre en alerta amarilla. Tuvo algunas explosiones esporádicas durante este año, y otras, el año pasado. Esta última, ocurrida el viernes 14, fue una explosión un poco más importante que las anteriores”, indica Mariano Agusto, a cargo del grupo de Estudio y Seguimiento de Volcanes Activos en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

Este gigante de unos 4 mil metros de altura ubicado en el sur de la provincia de Mendoza, a la altura de la ciudad de Malargüe, forma parte del complejo volcánico Planchón-Peteroa cuyas últimas erupciones de importancia tuvieron lugar en 2011 y 1991. La actividad registrada recientemente es definida por el experto como “una erupción más bien tranquila. A partir de lo observado con las cámaras de seguimiento se ha indicado una columna de emisión, relativamente baja, de unos 800 metros aproximadamente. Hace unos meses atrás, había estado emitiendo hasta formar columnas de 1.300 metros de altura. Tanto la altura de la columna como la pluma de dispersión de cenizas dependen fuertemente también de la intensidad de los vientos”.

La actividad no sólo fue de emisión y lluvia de cenizas. “El volcán viene con una determinada actividad sísmica durante el último año y medio. Sin embargo, no dio ninguna señal significativa en el momento previo a este último evento (del viernes 14 por la mañana). Luego, tuvo algo de actividad sísmica relacionada mayormente con la dinámica y movimiento de fluidos en el interior del edificio volcánico, pero nada muy significativo comparado con lo que se podría estar esperando para un evento de mayor magnitud”, remarca Agusto desde el Departamento de Geología de Exactas UBA, y enseguida agrega: “Por el momento, los organismos oficiales que se encargan del monitoreo tampoco han identificado deformación del edificio volcánico”.

Campaña a la vista

“Tanto el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) de Chile, a través del Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS), como el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) dependiente del Servicio Geológico Minero Nacional (SEGEMAR) lo están monitoreando y continúan observando su actividad sísmica”, detalla el experto, mientras señala que actualmente estudian adelantar las campañas científicas de este verano a la cima del Peteroa para “tratar de tener información fresca lo antes posible”.

Hasta el presente, el panorama muestra que “la dispersión de la cenizas no supera un radio de 50 o 60 kilómetros respecto al edificio volcánico, y no está afectando localidades cercanas, ni rutas aéreas por el momento”, puntualiza.

Con respecto, al nivel de actividad del volcán, catalogado por los expertos, Agusto concluye que el Peteroa “está en alerta amarilla desde hace un año y medio y continua así. Se verá si las características del evento eruptivo se incrementan lo suficiente como para considerar su pase a un alerta naranja o, eventualmente, roja”.