El verano que se viene
En las últimas semanas, los porteños hemos experimentado temperaturas agradables con mañanas frescas y tardes primaverales. Con la llegada del fin de año y las vacaciones surge el interrogante acerca de cómo estará este verano, tanto en la cuidad como en el lugar que elijamos para veranear. Según expresa el Servicio Meteorológico Nacional en su… Ver artículo
En las últimas semanas, los porteños hemos experimentado temperaturas agradables con mañanas frescas y tardes primaverales. Con la llegada del fin de año y las vacaciones surge el interrogante acerca de cómo estará este verano, tanto en la cuidad como en el lugar que elijamos para veranear.
Según expresa el Servicio Meteorológico Nacional en su “Boletín de tendencias climáticas”, se espera que en el trimestre Noviembre-Diciembre-Enero la temperatura promedio sea superior a la típicamente observada en toda la franja central del país, que abarca desde el norte de la Patagonia, hasta Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe, sur de Catamarca y de Corrientes. En el resto del país, en cambio, se espera que la temperatura promedio se ubique dentro de los parámetros normales.
Por otro lado, en el próximo trimestre se esperan los niveles de precipitación promedio comúnmente observados en todo el país, con excepción de la región cuyana, Córdoba y San Luis, donde se esperan precipitaciones inferiores a las registradas normalmente. Entretanto, en Misiones, el norte de Corrientes, y el este de Chaco y de Formosa se espera que la precipitación sea superior a las observadas generalmente.
Para elaborar estas tendencias, se analizan las condiciones observadas en el océano y en la atmósfera durante los últimos meses y, también, las estimaciones elaboradas por diversos centros globales de pronóstico climático. Además, se tiene en cuenta cómo se han comportado históricamente estos pronósticos en esta época del año, para evaluar el grado de confiabilidad que pueden tener las nuevas previsiones. Debido a esto, los pronósticos en nuestro país son cualitativos y presentan muchas limitaciones, que se deben principalmente a que las condiciones actuales de los océanos tropicales (ver Ni Niño ni Niña durante este invierno y primavera) no posibilitan anticipar con claridad el comportamiento de la atmósfera en los próximos meses.
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de analizar estos pronósticos es que sólo indican el desempeño promedio esperado en los próximos 3 meses, lo cual no implica necesariamente que, en escalas espaciales y temporales más cortas, se observen valores de precipitación y temperatura que los contradigan.