De buena arcilla
Suelen ser consideradas perjudiciales porque, muchas veces, son las responsables de enturbiar las aguas y su ingestión directa puede ser peligrosa para la salud. Sin embargo, científicos de Exactas UBA identificaron ciertos grupos de arcillas con efectos antibacterianos, que podrían ser usados en la producción de medicamentos, entre otras aplicaciones.
Ciertos grupos de arcillas están desperdigados por distintos rincones de la Argentina. A simple vista no llaman demasiado la atención, a veces enturbian el agua y se ganan por este motivo mala fama, pero expertos del Programa de Investigación y Servicio de Geología Médica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (Exactas UBA) encontraron en ellas la capacidad de combatir bacterias, que podrían tener diferentes usos, por ejemplo, en el proceso de fabricación de remedios.
“El agua, cuando está turbia, normalmente tiene material arcilloso en flotación. Este elemento está visto como muy perjudicial si se lo ingiere por vía directa. Esa sustancia, que también está en las rocas, tiende, aunque parezca mentira, a producir un efecto bactericida”, destaca Diana Mutti, del Programa de Investigación y Servicio en Geología Médica Exactas UBA.
Ella, desde hace varios años, recorre el país en busca de este grupo de arcillas que contienen magnesio, hierro, potasio, calcio y sodio; además de aluminio y sílice. “Ese grupito de arcillas -que en la Argentina las encontré en zonas de depósitos minerales conocidos como sistema pórfiro-epitermal, yacen junto con un sulfuro de hierro, llamado pirita, mineral que genera aguas ácidas. Éstas producen esas arcillas que son beneficiosas para la inhibición de las bacterias”, detalla Mutti, directora de la Carrera de Especialización en Geología Minera.
En la cordillera de Catamarca, de San Juan, en el macizo patagónico de Chubut son algunos de los sitios donde han sido hallados estos elementos con estas características. “En el fondo, la extracción de esos materiales, que generalmente se veían como nocivos en áreas de montaña, genera una fuente de una sustancia antibacteriana contra los patógenos humanos resistentes a los antibióticos”, subraya Mutti.
¿En qué productos podrían utilizarse estas propiedades bactericidas? “Cuando se tiene un problema pulmonar, -responde- se podrían usar estas arcillas en el proceso de fabricación de medicamentos para estas dolencias”.
Metas en la mira
El objetivo del equipo de Geología Médica es, justamente, encontrar sustancias que se pueden incorporar para el bien de la salud. En este sentido, son distintas las aristas desde las cuales esta disciplina puede efectuar su aporte. Es que los componentes del planeta atraviesan permanentemente la cotidianidad. “Los vegetales se nutren del medio donde están, al igual que los animales. Un suelo tiene acumulación de elementos químicos que pueden impactar en positivo o negativo. Cuando se compra una lechuga, sus características dependerán del lugar donde se cultivó. Esto, a su vez, está condicionado por la geología. Entonces, en otros países, se hace el seguimiento y el control para saber si las condiciones del terreno están dentro de los estándares adecuados”, ejemplifica.
En América Latina, el servicio de Geología Médica de Exactas UBA constituye el primer programa que se brinda a la sociedad desde un instituto académico científico y con un equipo multidisciplinario de investigadores. Entre sus trabajos, se encuentra el estudio del impacto de los procesos y materiales geológicos en la salud de las personas, además de los surgidos de la cadena generada por procesos derivados de la actividad humana. “Nos han solicitado formación de pasantes de Latinoamérica, así como de Australia y Sudáfrica porque es un área nueva de conocimiento integrada”, concluye.