Un equipo multidisciplinario de investigación de la Argentina identificó un pequeño grupo de genes que permite pronosticar con precisión cómo progresará un tumor de próstata. Ahora, trabajan en el desarrollo de un kit diagnóstico económico. El proyecto fue reconocido en dos concursos.
genética
Alrededor del 3 al 5 por ciento de los bebés nacidos en Argentina presentan alguna anomalía al nacer, y esto representa la segunda causa de mortalidad infantil en nuestro país. Un equipo multiinstitucional de especialistas desarrollaron un algoritmo para determinar en cuántos de esos casos las causas son de origen genético. Ya se ha puesto en práctica en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.
A partir del estudio de genes de moscas que se alimentan de cactus alucinógenos, un grupo de investigadores avanza en la descripción de los mecanismos de adaptación a alcaloides desarrollados por poblaciones humanas de los Andes. Chamanismo y ritos ancestrales como posibles disparadores de un proceso de coevolución genético cultural.
Los ministerios de Ciencia y de Seguridad firmaron un acuerdo para la instalación de GENis, el software de genética forense desarrollado por la Fundación Sadosky para el esclarecimiento de delitos, en los laboratorios de las fuerzas federales de seguridad. La herramienta también se utilizará en Ciudad de México para combatir los femicidios.
La señal de saciedad es más importante de lo que se pensaba. En efecto, un equipo de investigación argentino identificó un gen maestro que ya se expresa en el embrión temprano, y que controla la activación de la señal que hace que dejemos de comer. Si ese gen falla, se cae todo el sistema. Frente a la pandemia de obesidad, este trabajo pone en evidencia de qué manera nuestro genoma está programado desde el desarrollo para que comamos sólo lo necesario.
Por primera vez, una población de niños y niñas, pacientes de hospitales públicos del país con ciertos problemas cardíacos de nacimiento, fueron estudiados genéticamente para hurgar en las posibles causas de sus trastornos. La investigación halló que el 23,5 por ciento de las malformaciones se debe al síndrome de microdeleción 22q11, una enfermedad que requiere un seguimiento a largo plazo.