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En la búsqueda de un repelente que evite la picadura de la vinchuca, insecto transmisor del Mal de Chagas, un equipo de investigación de Exactas UBA realizó un avance significativo.
En la búsqueda de un repelente que evite la picadura de la vinchuca, insecto transmisor del Mal de Chagas, un equipo de investigación de Exactas UBA realizó un avance significativo.
En plena selva misionera, un gigante autóctono de 25 metros de alto, el guatambú blanco, contiene en su corteza compuestos que luego de ser modificados en el laboratorio, logran neutralizar, en pruebas in vitro, al Trypanosoma cruzi, el parásito causante de la enfermedad de Chagas, que mata a 10 mil personas por año en todo el mundo.
La enfermedad o mal de Chagas es provocada por un parásito que se hospeda en los seres humanos y, también, en ciertos animales. Un grupo de investigación de Exactas UBA demostró que la cantidad de parásitos que se encuentra en la sangre de esos hospedadores sigue un patrón. El hallazgo podría ser útil para lograr mayor efectividad en las acciones de control de la transmisión de la enfermedad.
A la hora de elegir su pareja, ellas actúan de una manera cuando están “en la intimidad” y de otra manera cuando hay otros machos cerca. Ellos tampoco proceden igual si sienten la presencia cercana de competidores. Estamos hablando de una especie de vinchucas y de los resultados del primer estudio que analiza de forma sistemática el comportamiento reproductivo de este insecto vector de la enfermedad de Chagas.
Con más de una década de experiencia trabajando en el Gran Chaco, un equipo de investigación de Exactas UBA llevó a cabo un plan de acción que permitió reducir significativamente la presencia de vinchucas en las viviendas y el riesgo de transmisión de la enfermedad en un tiempo relativamente breve.
Un grupo de investigación de Exactas UBA evaluó diez años de trabajo ininterrumpido en un municipio chaqueño en el que se dedicaron a controlar la transmisión de la enfermedad de Chagas en viviendas rurales. Los resultados muestran que, aun en condiciones de alta vulnerabilidad social, se puede interrumpir la transmisión doméstica del parásito causante de esta patología, que afecta a un millón y medio de habitantes de la Argentina.