El padre de la computación en Argentina
El 13 de abril de 1914 nacía en Buenos Aires Manuel Sadosky, artífice del desarrollo de la informática en nuestro país. Fue la figura clave en la compra de la primera computadora científica del país. También creó el Instituto de Cálculo y la carrera de Computador Científico, la primera de grado en Sudamérica. Estuvo exiliado durante la última dictadura y volvió al país para ser secretario de Ciencia y Tecnología del gobierno de Alfonsín.
Manuel Sadosky nació en Buenos Aires el 13 de abril de 1914. Era hijo de un matrimonio de inmigrantes rusos llegados al país en 1905. Hizo sus estudios primarios y secundarios en la Escuela Normal Mariano Acosta e ingresó en 1932 a la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UBA.
En 1940 se graduó como doctor en Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de Buenos Aires con una tesis en Matemática aplicada. Enseguida comenzó a ejercer la docencia en la UBA y en la Universidad de La Plata. A partir de una beca del gobierno francés pudo viajar con su esposa Cora Ratto y su hija a París para perfeccionar sus estudios en el Instituto Henri Poincaré entre 1946 y 1947 y en el Instituto del Cálculo de Roma en 1948. En ese período fue testigo del surgimiento de las primeras computadoras y vislumbró sus enormes posibilidades.
En 1949 regresó a Buenos Aires, dio clases en la Facultad de Ciencias, en el Instituto Radiotécnico, entidad recién formada por la UBA y el Ministerio de Marina. Marginado de la UBA por razones políticas, se dedicó a trabajar en la traducción y publicación de libros científicos. En 1952 apareció “Cálculo Numérico y Gráfico” primer texto en castellano de su tipo y en 1956 “Cálculo Diferencial e Integral” en colaboración con Rebeca Guber.
A partir de 1955, fue profesor de la Universidad de Buenos Aires, primero en la Facultad de Ingeniería y luego en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, de la que fue vicedecano entre los años 1957 y 1966.
En 1960 comenzó a organizar el Instituto de Cálculo, y en 1961 logró traer al país la primera computadora en una universidad latinoamericana: la célebre “Clementina”, con el apoyo de Bernardo Houssay y Eduardo Braun Menéndez.
En el Instituto de Cálculo, del cual fue director entre 1961 y 1966, se realizaron proyectos de vanguardia que aunaron la investigación y la resolución de problemas complejos de organismos y empresas públicas y privadas. Para comenzar a formar profesionales en ese campo creó, en la misma Facultad, la carrera de Computador Científico, la primera de la región.
Luego de la tristemente célebre “Noche de los Bastones Largos”, en julio de 1966, renunció y se radicó en Uruguay donde fue una figura clave en la creación del Instituto de Cálculo de Montevideo en la Universidad de la República. También encabezó una consultora, “Asesores Científico Técnicos”, en la que participaron varios de los investigadores del Instituto de Cálculo.
Regresó a la Argentina pero en 1974 debió exiliarse nuevamente debido a las presiones de la Alianza Anticomunista Argentina (La Triple A). Permaneció fuera del país durante la última dictadura. Entre 1974 y 1979 trabajó sobre problemas de matemática aplicada en el Instituto Cendes de la Universidad Central de Venezuela. Luego se trasladó a Barcelona, España, donde colaboró con el Museo de Ciencias de Barcelona.
En 1983, regresó al país y fue designado Secretario de Ciencia y Tecnología del primer gobierno democrático encabezado por Raúl Alfonsín. En ese período se creó la Escuela Superior Latinoamericana de Informática (ESLAI) y se promovieron programas de investigación en informática avanzada en colaboración con Brasil.
En 1985, fue designado Profesor Emérito de la Universidad de Buenos Aires, a la que siguió vinculado actuando en diferentes comisiones y organizaciones.
Fue distinguido como “Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires” en octubre de 2003.
Falleció, a los 91 años, el 18 de junio de 2005.