El árbol y el bosque
Julieta Bono es bióloga de la Facultad. Luego de recibirse y comenzar a hacer investigación ingresó a la Dirección de Bosques de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, lugar en el que continúa trabajando en la actualidad. Asegura que le gusta vivir la experiencia de la gestión y que sus tareas tengan una implicancia directa sobre los recursos naturales.
– ¿Desde cuándo estabas decidida a estudiar biología?
– Cuando estaba en el secundario ya me interesaba el tema de los recursos naturales y también la biología molecular. Igual no estaba tan segura porque no sabía bien cuáles eran las salidas laborales y qué implicaba estudiar biología. Pero empecé a averiguar, me decidí y empecé la carrera en el año 94. Se me hizo un poquito larga porque tuve que trabajar al mismo tiempo. Hacia el final de mi carrera empecé a trabajar en el Laboratorio de Ecología Regional. Allí hice mi tesis, dirigida por Jorge Adámoli y la codirectora era Patricia Kandus. En la tesis tesis mezclé los temas que trabajaban ellos, la situación de los bosques en la región chaqueña y la extracción de información a partir de datos satelitales para la generación de cartografía, en este caso, para los ecosistemas del Chaco. Finalmente me recibí en marzo de 2001.
– Me imagino que ya antes de recibirte estarías evaluando distintas alternativas para continuar con tu carrera.
– Totalmente. Evalué un montón de alternativas, desde irme afuera hasta obtener una beca de investigación, pasando por otras cosas. Irme al exterior no me tentaba y, en principio, me interesaba la investigación. De hecho, al terminar la tesis, obtuve una beca UBA y seguí en el grupo, trabajando con las mismas metodologías de extracción de información de las imágenes satelitales pero ahora del delta del Río Paraná. También me presenté a una beca del Conicet pero no me salió. En el 2002, a poco de que se terminara la beca me ofrecieron reemplazar a una chica que estaba de viaje por varios meses en la Secretaría de Ambiente. Acepté y la verdad es que me gustó. Tenía que hacer una tarea parecida a la que venía desarrollando en la Facultad, en el marco de la finalización de la cartografía del primer inventario de bosques nativos. Cuando se estaba por terminar la suplencia me dijeron que si me interesaba podían hacer lo posible para que ingresara a la Secretaría. Lo pensé bastante pero estaba muy enganchada y la propuesta me cerró.
– ¿Qué fue lo que te gustó del trabajo en la Secretaría?
– Lo que me gustó es que lo que uno hace acá tiene implicancia directa sobre los recursos naturales. Estás todo el día hablando con personas que toman decisiones sobre el tema. Eso me pareció muy interesante. Y además, el tipo de trabajo que hacía era parecido al que estaba desarrollando en la Facultad. En esos meses aprendí un montón con la gente que ya venía trabajando en sistemas de información geográfica y teledetección. Así que arranqué en el 2003 y todavía estoy acá. En un comienzo estaba ciento por ciento dedicada al monitoreo de los bosques nativos. Pero en el 2007 se sancionó la Ley de Bosques y eso para nosotros fue una revolución en nuestras actividades cotidianas. Participamos en la reglamentación de la ley y, a partir de ahí, muchos de nosotros tuvimos que suspender o reducir las actividades que veníamos llevando adelante para abocarnos centralmente a todas las tareas que se derivaban de esa norma. Yo estoy trabajando fuertemente en los ordenamientos territoriales de los bosques nativos que cada provincia debe presentar, analizando si siguen los lineamientos establecidos por la ley.
– A lo largo de estos años ¿tuviste ganas de retomar la investigación o la docencia?
– Doy clases a nivel secundario en el Colegio Nacional Buenos Aires y me gusta mucho. Y en cuanto a la investigación siempre seguí en contacto. Prácticamente todos los años participé en algún proyecto de manera directa o indirecta.
– Cuando los chicos están estudiando en la Facultad ¿te parece que pueden visualizar otras alternativas laborales para sus carreras más allá de la investigación?
– Por lo menos cuando yo cursaba nunca vi otras opciones. En su momento no me preocupaba porque siempre me gustó la investigación. Pero esto de la participación en la gestión me parece positivo. Creo que esta interrelación entre universidad y Estado es buenísima. Y cada vez veo que hay más gente universitaria que trabaja en la Secretaría. Yo no sé si ahora se fomenta un poco más pero no lo viví como una opción en la época en que estudiaba.
– ¿Estás contenta con el camino que tomó tu carrera?
– Sí, estoy conforme. En este momento también me gustaría terminar la tesis de la Maestría en Gestión Ambiental que cursé y también establecer contactos un poco más fluidos con algunos ámbitos de investigación. Pero no me veo volviendo a dedicarme solamente a la investigación. Vivir plenamente lo que es la gestión de los recursos naturales, me gusta. Y el tema de los bosques nativos me apasionó siempre.
– Si tuvieras que hablar con chicos que recién empiezan la carrera de biología, ¿qué les dirías?
– Les diría que miren todas las posibilidades, que hay muchas cosas para hacer. Que la investigación es fundamental pero que hay otros caminos para recorrer. Y algunos de esos caminos implican tener una relación cercana con la problemática diaria de los recursos naturales. Que averigüen todas las alternativas y que si quieren saber cosas de la Secretaría pueden venir a solicitar información o mandar un mail. De hecho, suelen venir de colegios y facultades a preguntar y eso también está bueno.