Agujero de ozono versión 2013
Uno de los íconos más conocidos relacionados con el ambiente de nuestro planeta y su protección es el «agujero de ozono». Se llama de esta manera a la disminución que se produce naturalmente de ese gas en la estratosfera del Polo Sur durante la primavera austral. El monitoreo a través de satélites y globos “ozonosonda” ha… Ver artículo
Uno de los íconos más conocidos relacionados con el ambiente de nuestro planeta y su protección es el «agujero de ozono». Se llama de esta manera a la disminución que se produce naturalmente de ese gas en la estratosfera del Polo Sur durante la primavera austral. El monitoreo a través de satélites y globos “ozonosonda” ha mostrado que el agujero de ozono de esta primavera 2013 ha sido más débil y menos extenso que otros años.
El ozono presenta su mayor concentración en la estratosfera, que es la porción de la atmósfera ubicada entre los 10 y los 40 km de altitud. Cumple un papel indispensable en la absorción de la radiación ultravioleta proveniente del sol, protegiendo de esta manera la vida en nuestro planeta de la acción dañina de tal radiación. Durante la primavera austral, el ozono se destruye naturalmente en la región polar por reacciones químicas con otros compuestos -como el cloro- que se producen en las nubes estratosféricas dentro de un aire muy frío favorecido por la noche polar.
Las concentraciones naturales de cloro en la atmósfera son muy bajas. Pero investigaciones realizadas en los años ’80 mostraron que las actividades humanas estaban liberando grandes cantidades de clorofluorocarbonos (utilizados en propelentes y refrigerantes), lo que llevaba a una disminución importante del ozono global y a eventos de “agujero de ozono” más extremos. A partir de la aplicación del Protocolo de Montreal de 1987, que prohibió la utilización de diversas sustancias que afectan al ozono, se ha detenido el incremento de ese proceso de destrucción. Según la Organización Meteorológica Mundial, la magnitud de las sustancias que agotan el ozono se encuentra disminuyendo lentamente tras alcanzar un máximo a finales de la década de 1990.
En particular, durante la primavera de 2013 hubo una prevalencia de aire más cálido que lo normal a grandes altitudes sobre el Polo Sur, lo cual contribuyó a que hubiera menos nubes estratosféricas -que es el lugar donde el cloro y otros compuestos destruyen el ozono- y por ende se produjo un “agujero de ozono” más pequeño y de menor intensidad.
Una animación realizada por la NASA a partir de información satelital permite visualizar las concentraciones de ozono que se observaron durante los últimos meses, desplegándose con colores azules las regiones con menor contenido de ozono. Se destaca cómo el agujero de ozono se extendió sobre el sur de nuestro país durante algunos días.
Sin embargo, el hecho de que las concentraciones de ozono global se estén recuperando, no excluye la posibilidad de que ocurran grandes agujeros de ozono antártico en el futuro, como el que aconteció en 2006 debido a condiciones estratosféricas australes inusualmente frías.
La disminución del ozono en el polo Sur durante la primavera no solo depende de su destrucción por otras sustancias, sino también de las condiciones meteorológicas prevalecientes.