El litio llegó al cielo
Un novedoso método para extraer litio de manera limpia y eficiente, desarrollado por un equipo encabezado por el científico argentino Ernesto Calvo, obtuvo el primer premio en el concurso global Bright Minds Challenge destinado a apoyar la implementación de nuevas tecnologías relacionadas con energías renovables. El jurado dio a conocer su decisión en una ceremonia llevada a cabo en Holanda.
Finalmente, luego de pasar dos instancias previas de evaluación en las que tuvo que competir con competir con decenas de proyectos de todas partes del mundo, y de compartir la gran final con otros dos investigadores -uno de Brasil y otro de Tanzania-, el profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigador del CONICET, Ernesto Calvo, obtuvo el primer premio en el certamen mundial Bright Minds Challenge.
El Bright Minds Challenge, es un concurso global lanzado por empresas e instituciones de la talla de DSM, Accenture, Greentown Labs, el Skoll Centre for Social Entrepreneurship y la Universidad de Oxford, que tiene como objetivo de impulsar una transición hacia energías ciento por ciento renovables que derive en una economía baja en carbono.
El proyecto ganador, sobre el que Calvo viene trabajando, junto con su equipo, desde hace 5 años, es un método limpio, económico, selectivo y respetuoso con el medio ambiente que utiliza energía solar para obtener litio a partir de la salmuera natural de salares de altura. Esta iniciativa dio como fruto un método electroquímico en la forma de un pequeño reactor que ya fue exitosamente probado en el laboratorio y debidamente patentado.
El equipo ganador se lleva el equivalente a un monto de 100 mil dólares en horas de asesoramiento con expertos internacionales en temas que el grupo considera claves para poder avanzar con su propuesta.
La noticia del premio llegó a la Argentina, hoy, poco antes del mediodía desde Amsterdan donde se estaba desarrollando la ceremonia final. Poco después, Calvo, quien también es director del INQUIMAE (UBA CONICET), mantuvo un diálogo exclusivo con NEXciencia.
«Haber llegado a esta instancia y haber sido seleccionados en primer lugar es muy importante para nosotros porque es un reconocimiento a una tecnología que se originó en la Argentina, que es única en el mundo y que permite extraer el litio de una manera limpia y sustentable. Además, para mí es un orgullo representar a la UBA y al CONICET en el mundo, y revalorizar la universidad pública, gratuita y de calidad”.
¿Qué significado le otorga a este reconocimiento?
«Creo que lo más importante ha sido poder mostrar que fuimos reconocidos internacionalmente por el valor que tiene la ciencia. Por haber trabajado 40 años en la Argentina en ciencia, haber apostado a formar recursos humanos. Por el valor de la educación pública, del sistema científico argentino, no sólo a la hora de publicar un paper sino de generar valor en cuanto a colaborar para resolver problemas cruciales para la sociedad, creando tecnologías que permitan desarrollar las energías renovables, energías que no contaminen, que no destruyan nuestro planeta y que, a su vez, eviten que se lleven sencillamente el litio dejando contaminación atrás, posibilitando que se pueda extraer en forma limpia y que pueda contribuir al desarrollo económico local y nacional».
¿Cuáles son los próximos pasos a dar en relación con el avance del proyecto?
«Nuestro proyecto ha hecho una demostración de concepto y ha probado que nuestro método funciona. Ahora estamos abocados al desarrollo del escalado para demostrar que se trata de un proceso viable industrialmente. Para eso tenemos que llegar a tener un reactor montado en un camión que pueda subir a los salares, extraer algo así como 50 o 100 kilogramos de cloruro de litio por día, en una escala pre industrial y demostrar así que este proceso se puede realizar en gran escala. A partir de ahí, lo que se necesitan son inversiones de riesgo para poder llevarlo a una escala global. Estamos hablando, para dar un idea, de decenas de miles de toneladas de litio por año. Lo que es importante destacar es que estos reactores son modulares, es decir que, a medida que vamos aumentando la escala, podemos ir agregçandole valor porque podemos recuperar el litio y purificarlo en grado batería. Inclusive, este proyecto se podría utilizar para el reciclado de las baterías de litio. En algún momento tenemos que pensar seriamente en todo el proceso, no solamente de fabricación de la batería sino qué vamos a hacer con la batería de un auto que tiene unos 5 kilogramos de litio al final de su vida útil. Este proceso también puede ayudar en ese sentido».