Trabajando con ratones, un modelo validado internacionalmente para estudiar el autismo, un equipo de investigación de Exactas UBA hizo un descubrimiento inesperado. El trabajo, publicado en una revista científica de alto impacto, muestra la importancia de no descartar resultados que no concuerdan con la hipótesis planteada originalmente.
Gabriel Stekolschik GSTEKOL@DE.FCEN.UBA.AR
Bioquímico y Master en Comunicación Científica. Integrante del Centro de Divulgación Científica (Exactas-UBA).
Publicaciones
A lo largo de casi un año y medio, un grupo de investigación de la Argentina realizó el seguimiento de la salud mental de 832 personas de distintos lugares del país. El estudio, pionero a nivel mundial por el tiempo de desarrollo y las variables estudiadas, mostró que la salud mental de la población siguió cuatro trayectorias. Al año del inicio de la pandemia, casi el 10 por ciento de los individuos empezó a deteriorarse psíquicamente de manera incesante.
La enfermedad o mal de Chagas es provocada por un parásito que se hospeda en los seres humanos y, también, en ciertos animales. Un grupo de investigación de Exactas UBA demostró que la cantidad de parásitos que se encuentra en la sangre de esos hospedadores sigue un patrón. El hallazgo podría ser útil para lograr mayor efectividad en las acciones de control de la transmisión de la enfermedad.
Un grupo de investigación de Exactas UBA cuestiona -mediante experimentos- la manera en la que se habla del polémico herbicida, tanto en los medios de comunicación como en el propio campo científico, y advierte sobre los riesgos.
A la hora de elegir su pareja, ellas actúan de una manera cuando están “en la intimidad” y de otra manera cuando hay otros machos cerca. Ellos tampoco proceden igual si sienten la presencia cercana de competidores. Estamos hablando de una especie de vinchucas y de los resultados del primer estudio que analiza de forma sistemática el comportamiento reproductivo de este insecto vector de la enfermedad de Chagas.
Un estudio muestra que los niveles de contaminación atmosférica de la Ciudad de Buenos Aires son suficientes para alterar la función del corazón y provocar un daño mayor en el infarto. Los experimentos, efectuados con animales, develan el mecanismo a través del cual el material particulado que flota por las calles porteñas daña el tejido cardíaco.