Grupos de investigación

Alerta rojo

En el laboratorio que dirige Alcira Nesse, se investigan los mecanismos que pueden producir anemia. Excepto las anemias causadas por déficit de factores nutricionales, la mayoría de las causas que provocan anemia no pueden ser claramente diagnosticadas. Sin embargo, la anemia acompaña a muchas patologías renales, cáncer y procesos inflamatorios.

26 Oct 2010 POR

La anemia y la deficiencia de hierro afectan aproximadamente a mil ochocientos millones de personas y, según la Organización Mundial de la Salud, se encuentra entre las primeras diez causas de muerte y enfermedad en el mundo. La anemia está estrechamente vinculada con la disminución de la hemoglobina.  “La hemoglobina es una proteína que, encerrada en el glóbulo rojo, viaja por el cuerpo cumpliendo la importante función de aportar oxígeno a todas las células del organismo. Cuando disminuye la hemoglobina o el número de glóbulos rojos, esta función se deteriora y se desarrolla un proceso denominado anemia. La anemia es un signo que acompaña a un sinnúmero de patologías: enfermedades renales, cáncer y, especialmente aquéllas que cursan en paralelo con procesos inflamatorios”. Así, con claridad docente, la Dra. Alcira Nesse, directora del grupo de investigación en Fisiología Celular de Eritropoyetina, comienza la presentación de su tema de investigación.

“Con excepción de las anemias causadas por déficit de factores nutricionales, como por ejemplo el hierro, o de vitaminas como la vitamina B12 o el ácido fólico, la mayoría de las causas que provocan anemia no pueden ser claramente diagnosticadas”, explica la especialista.

En el laboratorio que dirige la Dra. Nesse, varios proyectos confluyen con distinta mirada en la investigación de mecanismos que pueden producir anemia y para dilucidar acciones farmacológicas de la eritropoyetina recombinante humana y de sus derivados.

La eritropoyetina es una hormona que estimula la formación de glóbulos rojos o eritrocitos y que, en los seres humanos, es producida fundamentalmente por tejidos del riñón. Cuando algún lugar del organismo no está recibiendo el oxígeno necesario, los riñones producen una mayor cantidad de eritropoyetina. Esta es la señal para que la médula ósea produzca más glóbulos rojos que transporten el oxígeno que está faltando. El proceso a través del cual tiene lugar la formación de los glóbulos rojos se denomina eritropoyesis. Comprender los mecanismos de intervención de la eritropoyetina en el funcionamiento celular es uno de los temas a los que se aboca el equipo de investigadores.

“Estudiamos señales intracelulares en células eritroides inmaduras en presencia de factores inflamatorios que permitan explicar tanto la activación como la terminación de señales inducidas por eritropoyetina en ese ambiente”, explica la Dra. Nesse.

Algunas enfermedades crónicas como el cáncer, la artritis reumatoidea y la insuficiencia renal suelen producir procesos inflamatorios en los que se liberan proteínas llamadas citoquinas. Como estos pacientes también suelen presentar anemia, los investigadores han buscado establecer si existe alguna relación entre la presencia de las citoquinas y la inhibición del proceso eritropoyético.

Para averiguarlo, el equipo realiza ensayos “in vitro”, agregando eritropoyetina a estas células, para detectar qué caminos intracelulares son afectados por la acción de las citoquinas y saber si la situación se revierte ante la presencia de eritropoyetina.

Los glóbulos rojos maduros también pueden sufrir la acción de factores que surgen durante procesos inflamatorios conocidos como estrés oxidativo. Esto lleva a una muerte programada de glóbulos rojos, denominada recientemente eriptosis. Simplificando un poco las cosas, podría decirse que la eriptosis es la apoptosis del eritrocito. Sin embargo, la doctora Nesse remarca que se trata de un “proceso que merece todavía más investigación para explicarlo y para determinar cuál es su aporte al desarrollo de distintos tipos de anemia”. En este contexto, los investigadores estudian -en pacientes del Servicio de Hematología del Hospital Posadas- las alteraciones funcionales de glóbulos rojos en personas con esferocitosis hereditaria, una de las anemias hemolíticas más comunes en la población.

El equipo de investigadores busca también determinar si la eritropoyetina es capaz de  proteger a las células neuronales de una muerte temprana. Al parecer, las citoquinas pro-inflamatorias generarían un aumento de esa muerte programada o apoptosis o, al menos, la acelerarían. Lo que el equipo de la Dra. Nesse intenta determinar es si la eritropoyetina puede frenar estas muertes y proteger a las células del sistema nervioso. Esta es la acción farmacológica de la eritropoyetina buscada por lo especialistas. “Tanto nosotros como otros autores, hemos visto efectos protectores sobre células eritroides y neuronales”, comenta Nesse. “Seguimos estudiando los mecanismos de esta protección, así como también los efectos farmacológicos y los mecanismos de acción de un derivado de la eritropoyetina. Esta eritropoyetina modificada sería importante para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas que cursan sin anemia, ya que mantiene su efecto neuroprotector pero produce un aumento innecesario de glóbulos rojos”, concluye la investigadora.

 

Laboratorio de Fisiología Celular de la Eritropoyetina (Departamento de Química Biológica). FCEN

Laboratorio QB-11, 4to piso, Pabellón II, Teléfono: 4576-3300, interno 209.

Dirección: Dra. Alcira Nesse

Investigadoras: Dra. Daniela Vittori, Lic. Mariana Callero, Lic. Renée Crisp.

Tesistas de doctorado: Lic. Shirley Wenker, Lic. Daiana Vota, Lic. María Eugenia Chamorro.