En la búsqueda de un repelente que evite la picadura de la vinchuca, insecto transmisor del Mal de Chagas, un equipo de investigación de Exactas UBA realizó un avance significativo.
vinchucas
A la hora de elegir su pareja, ellas actúan de una manera cuando están “en la intimidad” y de otra manera cuando hay otros machos cerca. Ellos tampoco proceden igual si sienten la presencia cercana de competidores. Estamos hablando de una especie de vinchucas y de los resultados del primer estudio que analiza de forma sistemática el comportamiento reproductivo de este insecto vector de la enfermedad de Chagas.
Con más de una década de experiencia trabajando en el Gran Chaco, un equipo de investigación de Exactas UBA llevó a cabo un plan de acción que permitió reducir significativamente la presencia de vinchucas en las viviendas y el riesgo de transmisión de la enfermedad en un tiempo relativamente breve.
Un grupo de investigación de Exactas UBA evaluó diez años de trabajo ininterrumpido en un municipio chaqueño en el que se dedicaron a controlar la transmisión de la enfermedad de Chagas en viviendas rurales. Los resultados muestran que, aun en condiciones de alta vulnerabilidad social, se puede interrumpir la transmisión doméstica del parásito causante de esta patología, que afecta a un millón y medio de habitantes de la Argentina.
Detectar de manera temprana la presencia de vinchucas en un domicilio es crucial para prevenir la transmisión del Chagas. Una investigación comparó el método que se usa habitualmente con una técnica más simple, que no requiere de personal especializado, y demostró que es más sensible que el método estándar. Además, actúa como barrera protectora entre el insecto y el ser humano.
Un equipo de investigación de la Argentina demostró, por primera vez, el efecto fisiológico que distintos componentes amargos producen en el insecto transmisor de la enfermedad de Chagas. Una de ellos, la cafeína, reduce a la mitad su supervivencia. Este hallazgo es un paso más en la búsqueda del desarrollo de repelentes gustativos que eviten que las vinchucas piquen a las personas.