Un estudio realizado en ratones revela que una dieta baja en proteínas durante el embarazo y lactancia no sólo causa trastornos de conducta y aprendizaje en la descendencia, sino que sus efectos son a largo plazo y afectan hasta la segunda generación. Sin embargo, esas consecuencias pueden revertirse con una estimulación temprana.
dieta
Un estudio efectuado por investigadoras e investigadores de Exactas UBA muestra que la obesidad materna retrasa la llegada del embrión al útero, modifica la ventana de tiempo en la que este tiene posibilidades de implantarse y provoca alteraciones en las contracciones uterinas. Además, los fetos son más grandes. El trabajo -efectuado en un modelo animal- brinda conocimientos que podrían explicar por qué no son exitosos algunos procedimientos de reproducción asistida en mujeres obesas.
En ratones, un equipo de investigación consiguió revertir parcialmente los daños que provoca la enfermedad de Alzheimer. Mediante un protocolo de restricción alimentaria, redujeron el déficit cognitivo y disminuyeron las lesiones cerebrales sin que los animales pierdan peso. Los resultados adquieren particular relevancia frente a la ineficacia de los tratamientos farmacológicos actuales.
Un estudio efectuado por investigadores de Exactas UBA sugiere que la obesidad provocada por la dieta no solo afecta a quien la padece sino, también, a su descendencia. Según los científicos, el trabajo -efectuado en un modelo animal- invita a reflexionar acerca del modo en que se trata esta patología y, también, sobre la posibilidad de que se perpetúe de generación en generación.
La ingesta de grasas durante la juventud podría predisponer a sufrir enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA demostraron que, en ratones de pocos meses de vida, un ligero aumento de lípidos en su dieta provoca desórdenes metabólicos, problemas en el aprendizaje, ansiedad, depresión y señales de envejecimiento en el cerebro. Y todo eso sin aumentar de peso.
Un experimento con ratones mostró que la obesidad es reversible sólo si es atendida en una etapa temprana. Pero, si lleva mucho tiempo de instalada, los mecanismos del cerebro conducen a los individuos a mantener el exceso de peso como si fuera el estado normal. El trabajo que firma Marcelo Rubinstein, profesor de Exactas UBA, fue publicado en el Journal of Clinical Investigation.