Un equipo de científicas y científicos de la Argentina desarrollaron un protocolo simple, rápido y de bajo costo para hallar, en aguas residuales, al virus causante de la pandemia. El nuevo método ofrece la posibilidad de ser aplicado hasta en localidades pequeñas con escasos recursos. Es una herramienta útil para anticipar nuevos brotes de la enfermedad.
COVID-19
La asesora presidencial, Cecilia Nicolini, fue la protagonista principal de un seminario virtual organizado en Exactas UBA. Durante su exposición, la funcionaria expuso con detalle las enormes dificultades que tuvo que sortear para conseguir vacunas para nuestro país en un mercado global explotado por la pandemia. Reveló inequidades, abusos y hasta la existencia de un mercado negro. Asimismo, ratificó el compromiso del gobierno con el desarrollo de una vacuna nacional.
Investigadores de la Universidad Nacional de San Luis adaptaron la metodología de detección por PCR en pools -que acelera los testeos economizando recursos- a la vigilancia de casos de la variante más contagiosa del SARS-CoV-2. La clave del desarrollo fue la identificación de una similaridad genética entre Delta y el virus original de Wuhan.
De acuerdo con informes elaborados por el Ministerio de Salud, que toman datos obtenidos a partir de las millones de personas que recibieron por lo menos una dosis de las cuatro vacunas aplicadas en nuestro país, la cantidad de hombres y mujeres que sufrieron efectos adversos es muy baja y se encuentra en línea con los registros internacionales. Además, del total de esos eventos, la inmensa mayoría presenta síntomas leves y menos del 1% tuvo que ser tratado en un hospital.
Un grupo de científicas y científicos argentinos de diferentes disciplinas elaboraron un informe en el que muestran que, a partir del decreto presidencial que estableció un conjunto de restricciones en el AMBA, la curva de contagios de COVID-19 bajó de manera más rápida y abrupta en el conurbano bonaerense que en la Ciudad de Buenos Aires. El documento sugiere que esta diferencia se debe al mantenimiento de la presencialidad escolar en CABA. Sólo en la primera semana de virtualidad, el conurbano habría evitado 2.500 nuevos contagios con su correspondiente impacto en el número de internaciones y fallecimientos.
Está confirmado que los seres humanos pueden transmitir el SARS-CoV-2 a mascotas y a animales en zoológicos o en centros de rescate. También está presente el riesgo de contagiar a fauna silvestre. Un documento oficial brinda una serie de pautas para evitar la propagación del virus entre especies con el objetivo de disminuir su circulación y minimizar las chances de que surjan nuevas variantes.