Un equipo de investigadores de Exactas-UBA creó un compuesto con actividad antiviral y antiinflamatoria que cambiará la manera en que se tratan ciertas infecciones oculares, como la conjuntivitis. La sustancia acaba de patentarse en los Estados Unidos y un laboratorio nacional ya está desarrollando el medicamento.
Gabriel Stekolschik GSTEKOL@DE.FCEN.UBA.AR
Bioquímico y Master en Comunicación Científica. Integrante del Centro de Divulgación Científica (Exactas-UBA).
Publicaciones
Un estudio científico sin precedentes, efectuado a lo largo de tres años en un área rural de la provincia del Chaco, encontró que los protocolos que se utilizan internacionalmente fallan a la hora de eliminar al insecto vector del Mal de Chagas. La amenaza de los focos silvestres y la clave de la participación comunitaria en el control.
La obra del Metrobús en la avenida 9 de Julio incluyó el trasplante de 277 árboles. Los especialistas sostienen que en los próximos dos años la mitad de esos ejemplares estarán muertos. Algunas curiosidades acerca del “experto” designado para dirigir la operación.
Mientras que, en lo que va del año, el Ministerio de Salud ya lleva confirmados cerca de 150 casos de dengue en todo el país, un equipo de científicos de Exactas-UBA analizó, mediante un modelo matemático, la eficacia de diferentes estrategias de control durante el inicio de una epidemia de esta enfermedad. El trabajo será publicado en la revista Epidemiology and infection.
La ONU proclamó el 2013 como el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua. Actualmente, unos 783 millones de personas no tienen acceso al agua potable y, cada año, fallecen por esa causa alrededor de un millón y medio de niños. En este marco, Carolina Vera, profesora de Exactas-UBA e investigadora del CONICET señala los principales problemas relacionados con el agua en la Argentina.
Se los encuentra en medio del campo o al costado de una ruta, nadando en los charcos que se forman luego de una lluvia. “Aparecen” en lugares en los que, pocas semanas atrás, todo estaba seco. Por esta razón, los aborígenes los llamaban “peces llovidos del cielo”. Se los conoce como killis y son codiciados por acuaristas de todo el mundo.