Con la sorpresa del coronavirus, el CONICET, el organismo central de la ciencia nacional, encaminó recursos humanos para dar respuestas sanitarias en tiempos récord. En diálogo con NEXciencia, su presidenta, Ana Franchi, analiza la situación particular de la institución y los desafíos que puede abrir esta crisis mundial.
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Un grupo de geólogas y geólogos lograron datar un “joven” aluvión ocurrido en 1997 en el volcán Domuyo. También averiguaron que ese año se produjo un récord de lluvias en esa región del norte neuquino. Con esos datos, el equipo señala que, en los períodos con abundantes precipitaciones en la zona, aumenta el riesgo de que se produzcan avalanchas que pueden provocar graves consecuencias, incluso la pérdida de vidas humanas.
Que el Polo Sur bata marcas de temperatura es imaginable por lo extremo de su ubicación. Lo llamativo es que esos récords no sean producto del frío, como es esperable, sino del calor. Un estudio científico detectó que la zona más austral del planeta experimentó un aumento significativo de la temperatura de 0,6°C por década, tres veces mayor al promedio mundial.
En una fase de la pandemia caracterizada por la transmisión comunitaria del virus, un amplio equipo de investigadoras e investigadores argentinos, encabezado por la física Silvia Goyanes, desarrolló un novedoso barbijo de uso social bautizado Atom-Protect. Su tela incorpora activos antivirales que inhiben al coronavirus en cinco minutos, además de bactericidas y fungicidas que lo vuelven autosanitizante, extendiendo su vida útil. Una pyme textil de La Matanza ya comenzó su producción masiva.
Como toda tecnología emergente, llega con promesas de hacer del mundo un lugar mejor para todos y todas. Sin embargo, una gran parte de lo que promete es engañoso o no tiene sustento científico. Se trata de la producción de tejido muscular a partir del cultivo de células madre. Quieren llamarlo “carne” y venderlo en los supermercados.
Un equipo de investigadoras e investigadores logró desentrañar nueva información acerca del funcionamiento de una proteína conocida como GR. Se trata de un receptor celular muy relevante a nivel farmacológico y fisiológico hacia el cual, por ejemplo, apuntan algunas drogas suministradas a pacientes graves de COVID-19. Este descubrimiento podría afinar aún más el efecto de ciertos fármacos en terapias futuras.