Los venenos que se usan actualmente para eliminar a las ratas y al ratón casero -animales que transmiten enfermedades y que provocan perjuicios económicos considerables- están perdiendo efectividad y afectan el ambiente. Un grupo de investigación avanza con un método alternativo para controlar ambas plagas.
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Un grupo de investigadores e investigadoras desarrollaron y aplicaron, con buenos resultados, una novedosa herramienta a la hora de enseñar, a estudiantes de profesorado de biología, cómo funciona la ciencia. Se trata de una narrativa científica sobre un episodio histórico, que se utiliza en el presente a través de una interfaz informática, para apuntar a futuros docentes con mejor formación.
Un grupo de investigación de Exactas UBA evaluó diez años de trabajo ininterrumpido en un municipio chaqueño en el que se dedicaron a controlar la transmisión de la enfermedad de Chagas en viviendas rurales. Los resultados muestran que, aun en condiciones de alta vulnerabilidad social, se puede interrumpir la transmisión doméstica del parásito causante de esta patología, que afecta a un millón y medio de habitantes de la Argentina.
De acuerdo con informes elaborados por el Ministerio de Salud, que toman datos obtenidos a partir de las millones de personas que recibieron por lo menos una dosis de las cuatro vacunas aplicadas en nuestro país, la cantidad de hombres y mujeres que sufrieron efectos adversos es muy baja y se encuentra en línea con los registros internacionales. Además, del total de esos eventos, la inmensa mayoría presenta síntomas leves y menos del 1% tuvo que ser tratado en un hospital.
La imposibilidad de realizar experimentos presenciales con voluntarios impulsó a los investigadores en neurociencias a elaborar y optimizar alternativas remotas que les permitan proseguir sus indagaciones sobre memoria, habla, percepción y otros fenómenos de la cognición humana. Convocan a participar de los experimentos online.
Un estudio efectuado en la Argentina demostró que la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), implementada en 2011, tiene una eficacia mayor al 93% contra los tipos virales que provocan la gran mayoría de los cánceres de cuello uterino, el tercer cáncer más diagnosticado en las mujeres de nuestro país.